Bauza apostó a la formación que repetía en el inicio de la Superliga, y tuvo sus frutos. El Canaya venció 1 a 0 a San Martín de San Juan, en el Gigante de Arroyito, por el partido postergado de la 7ª fecha. Parot fue el autor del gol.
Rosario Central mejoró su nivel de juego y de resultados justo en el momento que más lo necesitaba, cuando se avecina una nueva final de Copa Argentina. Venía de derrotar a Estudiantes como local, y nuevamente ante su gente, sumó de a tres frente al Santo sanjuanino.
La mayor cuota de fútbol la puso el dueño de casa durante el primer tiempo, con vértigo en ataque, y manejo de pelota. También tuvo situaciones claras, sobre todo en los pies de Washington Camacho. La visita respondió de contra, y se vio claramente perjudicada por un claro penal que no le dio Nicolás Lamolina por mano de Óscar Cabezas.
El único grito de la noche fue gracias a un tremendo zapatazo lejano de Alfonso Parot, a los 15’ del segundo tiempo. En ese misma jugada, Fernando Zampedri desperdició un mano a mano ante la salida de Luis Ardente, que luego el lateral chileno se encargó de corregir.
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De todas maneras, los dirigidos por Edgardo Bauza bajaron el ritmo en el final del complemento, y lo terminaron padeciendo. La figura de Jeremías Ledesma fue clave para conservar el cero y los tres puntos. El arquero auriazul le ahogó, con una gran reacción con sus pies, el grito a Gustavo Villareal, que ya se veía festejando.
Central terminó sufriendo, pero dejando una buena imagen general, tal como ocurrió días atrás ante el Pincha. Esto le viene bien a un equipo que se apronta a disputar una final, y que no hacía pie en la Superliga, donde llegó a cosechar 8 partidos sin ganar.
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