Con la cabeza en la final de la Copa Argentina y una formación totalmente alternativa, Rosario Central cayó 2 a 0 ante Vélez, en condición de visitante, por la fecha 14 de la Superliga. Robertone y Almada, los goleadores.
El conjunto dirigido por Edgardo Bauza apunta todos sus cañones al partido del próximo jueves en Mendoza, donde se definirá el campeón de la Copa Argentina. Y la señal más clara de eso fue la alineación plagada de suplentes que presentó ante Vélez, en el torneo local.
Con los habituales titulares descansando, el auriazul se las arregló con lo que tenía para finalizar la primera parte con una igualdad. Se plantó bien desde mitad de cancha hacia atrás y desarmó todo intento de juego colectivo de su rival, que casi no logró acercarse con peligro al arco defendido por el juvenil debutante Marcelo Miño.
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En el segundo tiempo, todo se desmoronó cuando Lucas Robertone, de cabeza, abrió el marcador, a los 23’. Al Canaya no lo pudieron vulnerar por abajo, pero le pegaron con su principal arma, el juego aéreo, con los que suele convertir goles propios.
De ahí en más, el trámite del encuentro se le hizo más cuesta arriba, y las cosas para los dirigidos por Gabriel Heinze se facilitaron. De una buena jugada nació el grito de Thiago Almada, a los 35’, que liquidó el cotejo.
Central, que no pudo cerrar el año de la Superliga extendiendo la racha de dos victorias al hilo con las que llegó al José Amalfitani, buscará coronarse en el certamen federal, tantas veces esquivo en la instancia definitiva. Gimnasia de La Plata, el rival del jueves en el estadio Islas Malvinas de Mendoza, es el próximo objetivo para ponerle fin a la racha mayor, la de años sin conseguir un título.