Londres planea abrir bases en el Caribe y Asia para volver a ser –según parece– un “verdadero actor global”. El Reino Unido ya cuenta con 15 bases militares en el extranjero, incluida la de las islas Malvinas.
Gran Bretaña tiene bases, además, en Chipre, Gibraltar, la isla de Diego García, y un pequeño atolón en el océano Índico, pero ahora contempla la posibilidad de abrir dos nuevas bases militares en el extranjero, una vez se complete el proceso del Brexit, según lo anunció el secretario de Estado de Defensa británico Gavin Williamson en una entrevista con Sunday Telegraph.
Williamson detalló que las bases se ubicarán en el Caribe y en la región sudeste asiática, y lo justificó así: “Durante mucho tiempo, literalmente durante décadas, gran parte de nuestro punto de vista nacional se ha visto influido, en realidad, por una discusión sobre la Unión Europea. Este (Brexit) es nuestro momento para ser ese verdadero actor global una vez más”.
Nostalgia de poder imperial
Aunque el secretario de Estado de Defensa no concretó las ubicaciones exactas de las bases militares en cuestión, una fuente anónima cercana al político citada por el medio reveló que se podrían instalar “dentro de los próximos dos años” en la isla de Montserrat o Guyana, mientras que en lo que se refiere a la región asiática, se tratará de Singapur y Brunéi.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea, según Williamson, es el “momento más importante” desde el fin de la Segunda Guerra Mundial para volver a “jugar el papel en el escenario global que el mundo espera que (el Reino Unido) desempeñe”.
Asimismo, señaló que el Brexit también contribuirá al fortalecimiento de las relaciones bilaterales del país con Australia, Canadá, Nueva Zelanda, los estados del Caribe y ciertas naciones africanas.
El 23 de junio de 2016 los ciudadanos británicos acudieron a las urnas y votaron a favor del Brexit. Se trata del primer caso de salida de un país de la Unión Europea.
A pesar de que el plan británico del Brexit logró la aprobación de la UE, aún debe recibir la ratificación del Parlamento nacional, escenario que, de momento, parece poco probable.