El Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo  (Oetec) elaboró un repaso histórico de los apagones desde los 90 hasta ahora, desmintiendo el «derrame» tarifario proclamado por Edenor y Edesur.

En el fondo, el Oetec, después de criticar con datos puros y duros el pésimo funcionamiento y prestación del servicio en manos de las concesionarias privadas, al final del informe define, en términos perentorios, que “las empresas del servicio público de electricidad deben ser propiedad de los estados nacional, provincial y municipal, según convenga a cada jurisdicción, asegurándose que las ganancias sean reinvertidas en su totalidad y sin excepciones”.

Una cronología del horror energético

El centro de estudios plantea, a través de una rigurosa sucesión de capturas de publicaciones de prensa, qué sucedió en la década de los 90 y hasta el 2000, y “qué sucede ahora en tiempos de régimen macrista con la prestación del servicio de estas empresas cuando tenían la tarifa que querían y dolarizada, cuando no había subsidios (al pueblo argentino), cuando nadie las regulaba en sus inversiones, cuando podían ganar a su antojo, a la vez que girando utilidades y pagando dividendos sin el más mínimo control, tal y como sucede desde diciembre de 2015 a esta parte”.

En realidad, se trata de la actualización de un informe previo del Oetec, con un repaso histórico a los cortes de luz y apagones en las áreas de concesión de Edenor y de Edesur, que incluye –según el propio centro de estudios– “la masiva interrupción del servicio padecida por la ciudadanía de la Capital Federal y del conurbano” este martes 22 de enero.

Las imágenes en rojo corresponden a la era Macri, y el Oetec recuerda, “a modo introductorio, las ganancias exorbitantes, abusivas y anticonstitucionales percibidas por ambas firmas”.

Fuente: Elaboración OETEC en base a datos de las empresas remitidos a la CNV, septiembre de 2018.

Ganancias siderales. ¿Ese dinero qué ruta tomó?

El informe indica que “Edenor informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que «Durante el ejercicio económico 2017, la Sociedad ha registrado una ganancia de 682,25 millones de pesos en comparación con una pérdida de 1.188,6 millones registrada en el ejercicio 2016»”.

Asimismo, se recuerda que “en 2018, durante los primeros nueve meses, Edenor registró ganancias reconocidas por la Revisión Tarifaria Integral (RTI) por 3.256 millones de pesos, un 226 por ciento de mejora respecto del mismo período de 2017”.

Además, en cuanto a Edesur, “luego de un 2017 con resultados negativos, en su comunicado a la CNV correspondiente al primer trimestre de 2018, la empresa informaba ganancias por 395 millones de pesos (contra una pérdida en 2017 de 680 millones). La tendencia siguió su marcha ascendente a septiembre: registró ganancias reconocidas por las RTI por 1.939 millones de pesos, un 437 por ciento de mejora respecto del mismo período de 2017”, señala el observatorio con puntillosa precisión.

Si se suman ambas concesionarias, puede observarse que en los primeros nueve meses de 2018 las ganancias ascendieron a 5.195 millones de pesos, un 282 por ciento superior al mismo ejercicio del año anterior.

Cortes de luz en diciembre de 1994 y diciembre de 1995

Fuente: Diario La Nación, 19 de diciembre de 1995. Cortes de luz entonces; cortes de luz el año anterior también. Las interrupciones en el suministro por problemas de distribución y cortes programados se verificaron en diciembre de 1993 y diciembre de 1994, efectivamente. El artículo de La Nación lo menciona al pasar. Igual sucedió a lo largo de toda la década del noventa, conforme se desprende los informes anuales de CAMMESA. Cabe recordar que Edesur comenzó a operar en septiembre de 1992.

Cortes de luz en 1996

Fuente: Diario Clarín, 2 de julio de 1996. Leemos del diario Clarín: «Los cortes de luz en los partidos de Esteban Echeverría y Ezeiza podrían seguir durante toda la semana, ya que Edesur aún no reparó el transformador que ocasionó el problema. Sin embargo, aun cuando este sea reparado, podría haber más cortes porque el sistema «está trabajando al límite y no da abasto con la demanda», dijeron fuentes de la empresa».

Cortes de luz en 1997

Fuente: Diario La Nación, 11 de diciembre de 1997. El articulista tranquilizaba a los lectores: «Buenos Aires no sufriría cortes de energía durante este verano. La empresa Edesur informó que «no habrá problemas con el servicio eléctrico en la ciudad y abastecerá sin problemas el incremento del consumo que se produce en esta época del año, producto de las altas temperaturas y el encendido de los equipos de aire acondicionado».

Cortes de luz en 1998

Fuente: Diario Clarín, 5 de diciembre de 1998. El 5 de diciembre del referido año, el diario Clarín anunciaba a sus lectores que las distribuidoras Edenor y Edesur habrían de ser multadas por «los apagones que dejaron a más de medio millón de usuarios sin luz en los cortes de energía de los últimos cuatro días».

«Un apagón afectó a 150 mil porteños» (16 de febrero de 1999)

Edenor y Edesur operaban desde fines de 1992. Siete años de prácticamente nulas inversiones condujeron a la crisis eléctrica de 1999. Habían pasado ya por la Secretaría de Energía muchos de los conspicuos miembros del grupo de los ex secretarios, asesores del señor Aranguren y actuales asesores de Javier Iguacel.

Fuente: Diario La Nación, 16 de febrero de 1999. El diario La Nación nos informaba, a comienzos de 1999, que «Un gran apagón dejó sin luz ayer a 150.000 vecinos de la Capital durante cuatro horas, desactivó 240 semáforos en importantes arterias de la ciudad y sacó de funcionamiento a la línea A de subterráneos en una hora pico».

«La gente teme pasar un verano con cortes de luz» (16 de febrero de 1999)

Fuente: Diario Clarín, 16 de febrero de 1999. ¿Lee el lector de la imagen, subrayado en rojo por el propio diario? «Un problema que se repite: ayer, 559.000 usuarios de Edenor y Edesur se quedaron otra vez sin luz». Y luego, en el copete: «Fue el segundo apagón en 12 horas. Y el sexto en dos semanas». Más detalles: «Dos millones de porteños ayer empezaron el día a oscuras, cuando un apagón dejó sin luz durante una hora a 13 barrios de la Capital. Las líneas A, B y D de subterráneos quedaron paralizadas. Y se produjo un caos de tránsito cuando se quedaron sin señal los semáforos de numerosas calles y las avenidas Juan B. Justo, Libertador, Figueroa Alcorta, Santa Fe, Córdoba, Callao y Belgrano».

«Son unos sinvergüenzas» (25 febrero de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 25 de febrero de 1999. Del título de la nota -publicada el 25 de febrero de 1999- se puede inferir que las distribuidoras no hicieron mucho caso a las sanciones. Leemos lo siguiente: «Los directivos de Edesur son unos sinvergüenzas. Podrán recurrir a la Justicia si lo desean, pero primero deben afrontar las sanciones impuestas.» Indignado, el titular del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), Juan Legisa, rechazó la amenaza de la empresa de no abonar las indemnizaciones a los usuarios afectados por el apagón y sugirió al gobierno nacional que ejecute las garantías depositadas por la compañía».

«Los dueños de Edesur no quieren pagar» (25 de febrero de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 25 de febrero de 1999. Informa a sus lectores el diario La Nación, ese nefasto día: «José Antonio Guzmán, presidente de la empresa propietaria de Edesur, la chilena Enersis, señaló ayer que la firma no pagará a los usuarios las indemnizaciones dispuestas a raíz de los cortes de energía, por considerarlas excesivas. El titular de Enersis sostuvo que la compañía apelará la medida en la Justicia. «Creemos que las cifras no tienen sustento jurídico ni contractual», sostuvo en declaraciones radiales».

«Cambio de hábitos por no tener luz» (25 de febrero de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 25 de febrero de 1999. Nos relata el susodicho diario que «Juan Massini respira hondo, levanta dos baldes de agua y emprende la marcha. Está acostumbrado. Ayer cumplió 10 días de subir y bajar, sin descanso, las escaleras del edificio de Moreno 1702, en Congreso». Y luego: «Tuvimos que cambiar nuestra forma de vida y adaptarnos a esta regresión a la época colonial -ironizó el jefe de familia-. El mayor problema es la falta de agua.» Juan Manuel, de 12 años, y Ana, de 10, corren tras los camiones de Defensa Civil para conseguir botellas de agua mineral, y todos tratan de ir lo menos posible al baño (desagotar el inodoro requiere dos baldes de agua). Pero los esfuerzos no alcanzan para mitigar la angustia, la desesperación, la indignación y el hartazgo. Tampoco, para reponer los gastos de los últimos días».

El repaso del Oetec no deja de tener una lectura irónica: “Concluye así el increíble relato de aquella Argentina del Primer Mundo, con tarifas dolarizadas y desreguladas: «Durante la noche, Mónica vigila, con terror, que las velas se mantengan alejadas de las puertas, mesas, y pisos de madera. En realidad, exhaustos, lo mejor es irse a dormir. Y esperar, en vano, amanecer con una grata sorpresa: la electricidad»”.

«La empresa también falló en su política de comunicación» (25 de febrero de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 25 de febrero de 1999. En igual día, el citado diario informaba que «La crisis energética que dejó a media ciudad sin energía no sólo demostró que Edesur tiene fallas en su sistema de distribución de alta tensión de electricidad, además evidenció una oscura mancha de la empresa en materia de comunicación. Semejante afirmación no es antojadiza. Surge de la consulta que realizó La Nación con especialistas que siguieron de cerca los sucesivos cambios de estrategia que tuvo la compañía durante los diez días de apagón. Promesas incumplidas. Contradicciones y cambios de voceros e interlocutores. Lenguaje tecnológico y difícil de entender. Reacción tardía para explicar un problema que afecta directamente la vida de la gente. Esas fueron las principales críticas a los responsables de la imagen de Edesur».

«El apagón encendió la lucha por el control» (28 de febrero de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 28 de febrero de 1999. Copete de la imagen: «Tras el mayor corte de energía en la historia argentina, viene una guerra político-ideológica para capitalizar la ira de la gente; unos piden regular más, otros, menos»… Así estaba por cerrar la década del noventa: «Difícil debatir con claridad a la luz de las velas o enfriar las pasiones con un calor de 34 grados y sin ventiladores ni aire acondicionado. La gente tiene bronca y poco sabe de discusiones ideológicas sobre qué hacer para controlar mejor los servicios públicos privatizados y que no se repita un apagón como el que afectó recientemente a buena parte de la ciudad de Buenos Aires».

En febrero de 1999, siete años después de la privatización de Segba, el comentario periodístico es: “Los políticos se subieron al fastidio colectivo, para –coincidiendo con el clamor popular en el peor momento de la crisis– pedir la anulación de la concesión de Edesur, y prometer una amplia batería de nuevas regulaciones para todas las ex empresas públicas”.

«Faltó electricidad en el día más caluroso» (16 de diciembre de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 16 de diciembre de 1999. Se lee: “Ayer no fue un día fácil para los porteños: por la mañana, un corte de energía afectó a 559.000 hogares de la ciudad, sacó semáforos de funcionamiento y provocó la interrupción del servicio en tres líneas de subterráneos; por la tarde, la temperatura alcanzó los 36º2, la marca más elevada del año”.

«Un nuevo apagón afectó a más de 12.400 porteños del Centro» (30 de diciembre de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 30 de diciembre de 1999. «La crisis energética dijo ayer presente en horas de la madrugada: a las 4.15 se quedaron a oscuras 3100 clientes de Edesur (12.400 personas) en los barrios porteños de San Nicolás y de Balvanera».

El análisis del observatorio prosigue: “Promediaba el último año de la década del noventa. En la nota se citaban las palabras del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien parecía descreer del efecto derrame luego de siete años de desregulación: «… el sistema de multas tiene una diferencia de monto de tal volumen con el sistema de inversión que, si seguimos por este camino, las compañías van a continuar especulando: es preferible pagar multas y no invertir»”.

«Basta de apagones» (31 de diciembre de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 31 de diciembre de 1999. Último día del año de la década noventista: «El prolongado percance energético de febrero último fue una advertencia que, al parecer, cayó en saco roto. Durante los últimos cincuenta días se produjeron ochenta cortes que ni siquiera lograron ser explicados mediante el alarde de optimistas estadísticas comparativas o atribuyéndolos a psicosis del público».

El Oetec repara en que “al final de la nota, se cita al ministro de Economía, José Luis Machinea: «Con los cortes, la sociedad está perdiendo la paciencia», a lo cual el articulista agrega: «Es cierto. Sólo se tranquilizará si se le suministra como es debido el servicio que abona puntual e inexcusablemente cada bimestre»”.

«Faltó inversión y ahora nadie asegura el suministro eléctrico» (31 de diciembre de 1999)

Fuente: Diario La Nación, 31 de diciembre de 1999. Acompañando la nota “Basta de apagones” (apartado anterior), el mismo matutino publicaba esta segunda opinión: “El secretario de Energía, Daniel Montamat, aseguró que el sistema eléctrico «no tendrá riesgos adicionales por el efecto 2000», pero no pudo asegurar si habrá apagones o no”. Luego, agregó: “Para el titular de Energía, «hubo subinversión en el reemplazo de las redes de baja tensión», que, dicho en otros términos, significa que «no hubo reemplazo de los cables viejos…». También sostuvo que «hay un retraso en la inversión para realizar un mallado que establezca caminos alternativos para que el suministro siga aunque se produzcan cortes»”.

El observatorio remarca que “el año 1999 cerraba con sus últimos 50 días con cortes de luz, afectando «a casi 15 millones de habitantes» (Diario Clarín del 29 de diciembre de 1999). ¿Qué explicación dio el Enre en aquel diciembre?: «Hasta la semana pasada el Enre había contado 80 apagones en 50 días, de los cuales 70 fueron responsabilidad de las distribuidoras, 8 de los generadores de energía y 2 de las transportadoras. Según Juan Legisa, titular del Enre, el punto débil del sistema eléctrico son las distribuidoras. Tienen que invertir más, dijo, y adelantó que en enero se conocerán las severas sanciones a las empresas» (Diario Clarín del 29/12/1999). Nos preguntamos, ¿qué habrá sucedido con las severas sanciones? Si bien se citó a Edesur en 2001, quedó en la nada”.

«La red eléctrica del país tiene demasiados puntos vulnerables» (10 de enero de 2000)

El Oetec consigna: “Parece que pasaron 10 días sin apagones, los primeros del año. La esperanza volvió a los vecinos y vecinas, aunque no por mucho tiempo. «En marzo podremos tener fallas en el sistema eléctrico, similares a las de noviembre y diciembre». Eran las palabras de Montamat. El diario La Nación lo pone así: «Las palabras del secretario de Energía, Daniel Montamat, confirmaron la existencia del fantasma tan temido»”.

Fuente: Diario La Nación, 10 de enero de 2000. Se cita: “El Secretario explicó que la red de generación, transporte y distribución de electricidad poseía «demasiados puntos vulnerables» que causaron la interrupción del suministro y luego apuntó directamente al rol de las distribuidoras: «subinversión de capital y en recursos humanos por parte de Edenor, Edesur y Edelap». Pese al tenor de sus declaraciones, la Secretaría a su cargo no cursó sanciones hacia estas empresas»”.

«El apagón del último año en Buenos Aires ya es parte del pasado» (13 de febrero de 2000)

Fuente: Diario La Nación, 13 de febrero de 2000. El gerente general de la compañía no asumía las culpas y disparaba a las demás empresas: “… se produjo un sensible incremento en las fallas originadas en instalaciones de otras empresas, de más del 90 por ciento si comparo septiembre-diciembre de 1998 con el mismo período del año último. Estamos hablando de generación, transporte e interconexiones con otras distribuidoras”.

«Un enorme apagón afectó a medio país» (25 de noviembre de 2002)

Fuente: Diario La Nación, 25 de noviembre de 2002.

En este punto de la cronología, el observatorio expresa que “la pesada herencia energética menemista recibida en 1999, luego de casi una década de privatización, desregulación y tarifazo en energía eléctrica, cerraba con promesas de cambio, nuevas inversiones y más confianza en los clientes. Los mismos cambios que se prometen hoy día. ¿Será que por fin el «derrame» empieza a derramar?”.

«Aumentaron un 28 por ciento por ciento los cortes de luz en diciembre» (23 de enero de 2018)

Fuente: Diario Clarín, 23 de enero de 2018. El comentario del centro de estudios: “Este porcentaje fue la respuesta de Aranguren a un informe publicado por Oetec que daba cuenta de un incremento del 60 por ciento en los usuarios afectados entre diciembres. Cabe resaltar que en abril publicamos un segundo informe sobre este mismo indicador para los tres meses del verano, dándonos un aumento del 14 por ciento. Nunca más tuvimos respuesta”.

«Más de 100.000 usuarios se quedaron sin luz por una falla en la red de Edesur» (9 de noviembre de 2018)

Fuente: Diario La Nación, 9 de noviembre de 2018. Se lee: “Como consecuencia de un incremento en la demanda de energía, se registraron unos 125.000 usuarios sin luz en el área metropolitana pasado el mediodía de ayer”.

«Cortes de luz: más de 80.000 usuarios sin servicio por el calor» (9 de noviembre de 2018)

Oetec comenta: “El diario de los Mitre no se anima, en la nota referida, a hablar de las altas temperaturas como disparador de los cortes. Citamos pues al diario Perfil que sí lo hace…”.

Fuente: Diario Perfil, 9 de noviembre de 2018.

Apagón masivo y sus más de 300.000 usuarios afectados (22 de enero de 2019)

Fuente: Diario La Nación, 22 de enero de 2019.
Fuente: TN, 22 de enero de 2019.

Reflexiones

El observatorio culmina el análisis con una serie de reflexiones:

  • La década del ´90, 2000, 2001 y 2002 prosiguieron con apagones masivos todos los veranos.
  • Ni la desregulación tarifaria ni el libre mercado –es decir, el “derrame”– resuelven el recurrente problema de los cortes de luz frente a picos de la demanda por altas temperaturas.
  • Por el contrario, empeoran la calidad del servicio. Con un agravante: el dinero que los usuarios ponen en cantidades crecientes se va por la canaleta del giro de divisas al extranjero (casas matrices) o a los de por sí ya atiborrados bolsillos de accionistas privados argentinos.

Oetec desarrolla esas reflexiones, agregándole a la faz técnica consideraciones políticas: “El retorno a la época dorada del derrame, ahora con Macri, es indiscutible prueba del fracaso del «derrame». A las fallas de distribución que en diciembre pasado aumentaron en un 59 por ciento el promedio de usuarios con cortes de luz respecto de diciembre de 2016, se suman ahora fallas en la transmisión. No sorprende. Y tampoco sorprende que haya pasado en un área de concesión de Edenor: la empresa de Marcelo Mindlin ganó 4.000 millones de pesos entre 2017 y septiembre de 2018, pero en el primer mes de verano (diciembre pasado) duplicó interanualmente el promedio de usuarios diarios sin servicio, a pesar de una caída en la demanda residencial del 18 por ciento”.

Por último, el observatorio remata con una recomendación que conlleva una crítica a la administración kirchnerista: la estatización del servicio: “Tampoco soluciona los problemas un sistema mixto o dual entre empresas privadas y un rol protagónico y rector del Estado nacional como ocurrió entre 2003 y 2015. Las empresas del servicio público de electricidad deben ser propiedad de los estados nacional, provincial y municipal, según convenga a cada jurisdicción, asegurándose que las ganancias sean reinvertidas en su totalidad y sin excepciones. Aquí la única garantía ciudadana de un sistema energético en calidad de derechos humanos y servicio público esencial”.

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario | Edición: Horacio Çaró
Más en Política

Dejá un comentario

Sugerencia

De Diego somos: “Maradona es el espejo que mejor nos espeja”

Escritor y periodista, Rodolfo Braceli reniega aún del 25 de noviembre de 2020: “No creí l