Desde el Consejo Municipal de Promoción y Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescencias de Rosario expresaron su apoyo a las y los trabajadores del espacio municipal que componen La Granja de la Infancia, El Jardín de los Niños y La Isla de los Inventos, y pidieron “mejoras en sus condiciones laborales”.
En el marco de un nuevo plenario por la situación de los trabajadores del Tríptico de la Infancia, el Concejo de Niñez y Adolescencia local consideró “urgente y necesario” que ese espacio de la ciudad “se consolide como política municipal rosarina trascendiendo las vicisitudes de cada gestión política, a través de la apertura de concursos y el reconocimiento público de las vacancias existentes, hoy rellenadas por persona monotributista en condiciones muy precarias, desplazado también por la representación sindical”.
A través de un comunicado, el Consejo aclaró que “esta propuesta pedagógica se halla sustentada en mayor parte por trabajadoras y trabajadores idóneos y formados, que se hallan en situación de precariedad”, y detallaron: “Se trata de personal monotributista que desde hace más de 4 años trabaja con contratos discontinuados no sólo en la coordinación de los dispositivos lúdicos-pedagógicos, sino también en la recepción y capacitación de las y los ingresantes temporarios que a lo largo de 9 meses realizan una experiencia formativa de educación no formal”.
“Este mecanismo de contratación por monotributo –cada vez más perfeccionado– lo posee especialmente la Secretaría de Cultura y Educación, y no así otras reparticiones también de vital importancia para el municipio; lo cual, de forma preocupante expresan cierto desinterés por el rumbo de las políticas públicas culturales, debido que no estaría garantizado el número de trabajadoras y trabajadores para realizar el trabajo pedagógico-afectivo con el numeroso público que se ha apropiado de estas políticas públicas”, agregaron.
Desde la entidad lamentaron que “esos puestos de trabajos están sujetos a las decisiones de cada gestión de turno, por lo cual, no hay garantías que estas políticas de niñez se sustenten más allá del tiempo”. Y concluyeron: “Es fundamental revalorizar y defender estos espacios construidos y potenciados por sus trabajadores y trabajadoras para que las infancias sigan sonriendo, jugando y experimentando nuevos mundo posibles”.
El comunicado completo
Es innegable que Rosario cuenta con numerosas propuestas culturales sostenidas por políticas públicas de “convivencia y participación” para las niñas, los niños, adolescentes y adultos/as. Un ejemplo innovador y pionero nacional de políticas para las infancias, es el Tríptico de la Infancia que junto a Ciudad de los Niños y los Museos rosarinos son propuestas de alta calidad, generadoras de encuentros y de juegos a partir de diferentes lenguajes artísticos, que hacen de lo público un lugar para todos y todas.
La “llegada al público” de esta propuesta pedagógica se halla sustentada en mayor parte por trabajadoras y trabajadores idóneos y formados, que se hallan en situación de precariedad. Se trata de personal monotributista que desde hace más de 4 años trabajan con contratos discontinuados no sólo en la coordinación de los dispositivos lúdicos-pedagógicos, sino también en la recepción y capacitación de las y los ingresantes temporarios que a lo largo de 9 meses realizan una experiencia formativa de educación no formal.
Este mecanismo de contratación por monotributo –cada vez más perfeccionado– lo posee especialmente la Secretaría de Cultura y Educación, y no así otras reparticiones también de vital importancia para el municipio; lo cual, de forma preocupante expresan cierto desinterés por el rumbo de las políticas públicas culturales, debido que no estaría garantizado el número de trabajadoras y trabajadores para realizar el trabajo pedagógico-afectivo con el numeroso público que se ha apropiado de estas políticas públicas.
Existe, felizmente, una significativa apropiación por parte de la ciudadanía de estos espacios culturales, donde son bienvenidos y alojados por personal monotributista –principalmente en vacaciones de invierno y en los meses estivales de noviembre a marzo– momentos del año donde no hay personal feriante de planta permanente ni personal transitorio para garantizar la apertura de los espacios, y por esta razón se contrata a personas formadas, con experiencia comprobable, para estar al frente durante todos los fines de semana y feriados. Sabemos todas y todos que el trabajo como Monotributista está exento de todo derecho laboral, no se acumula antigüedad cuando sí la hay, no se paga un proporcional de vacaciones, no existe el aguinaldo; tanto la obra social como los aportes corren por cuenta del trabajador y no del empleador, el precio de la hora no se negocia sino que se impone aceptando trabajar domingos y feriados al precio de la hora/trabajo de cualquier día de la semana y aceptando contratos falaces, donde no se expresa realmente los meses trabajados, para no generar continuidad en la función. Más allá de esta realidad, esos puestos de trabajos están sujetos a las decisiones de cada gestión de turno, por lo cual, no hay garantías que estas políticas de niñez se sustenten más allá del tiempo. A raíz de esto, es urgente y necesario para conservar el Tríptico de la Infancia activo y con capacidad para recepcionar y alojar durante todo el año a instituciones de niñez, a escuelas y familias rosarinas como también de todo el país, que se consolide como política municipal rosarina trascendiendo las vicisitudes de cada gestión política, a través de: la apertura de concursos y el reconocimiento público de las vacancias existentes, hoy rellenadas por persona monotributista en condiciones muy precarias, desplazado también por la representación sindical.
Para defender las políticas de niñez que son ampliadoras de derechos, proponemos espacios para las niñas, los niños y las familias con trabajadoras y trabajadores reconocidos y no invisibilizados. Estamos convencidos y convencidas que es fundamental revalorizar y defender estos espacios construidos y potenciados por sus trabajadores y trabajadoras para que las infancias sigan sonriendo, jugando y experimentando nuevos mundo posibles.
