El Canaya jugó un buen partido y estuvo a tiro de la clasificación: derrotó 2 a 1 a Aldosivi, en Mar del Plata, pero pagó cara la derrota en Arroyito (0-2) en la ida. Jonás Aguirre y Miguel Barbieri, los gritos auriazules. Iván Colman, el del local.
De su visita al José María Minella, Central se trae una victoria que da esperanzas para lo que viene, a pesar de la temprana eliminación en la Copa de la Superliga. Quedó en el camino en 16avos de final, en manos de un ordenado Aldosivi, que de todas maneras se vio superado por el conjunto dirigido por Diego Cocca.
En el partido pasaba poco y nada hasta que Leonardo Gil robó una pelota en la salida de la defensa local, habilitó con un buen pase a Claudio Riaño, quien obligó a una buena tapada abajo de Luciano Pocrnjic; pero en el rebote, Jonás Aguirre le ganó a todos y a los 34’ abrió el marcador, y las esperanzas de su equipo para revertir la serie.
El Tiburón, que parecía cómodo con el andar del encuentro y con la ventaja que traía desde Rosario, reaccionó en la jugada siguiente con un remate lejano, bien desviado por Jeremías Ledesma. Fue lo único del local, que tanto había mostrado en Arroyito.
El segundo tiempo arrancó con un palo de Riaño, y un Canaya más despierto. La jugada arrancó en los pies de Maximiliano Lovera, quien desde su propio campo emprendió una corrida que concluyó dentro del área rival, y con un remate trunco por una pierna adversaria, que le cayó al rubio delantero, que volvió a estar cerca de anotar el suyo.
Los de Arroyito eran más, y sumaban méritos para alcanzar la diferencia suficiente para forzar a los penales. El Colo Gil (de lo mejor junto al suelto y desequilibrante Lovera) estuvo cerca del segundo si no fuese por la doble tapada del ex Newell’s, que también reaccionó excelente en el disparo de Aguirre en la misma jugada.
Pero de la nada, el dueño de casa consiguió el empate en la única aproximación del complemento. El ingresado Iván Colman complicó las chances del auriazul a los 23’. Desde ahí, el DT tiró la toalla, sacó a sus mejores hombres y le dio minutos a los juveniles a prueba de cara al próximo semestre.
Sin embargo, el gol de cabeza de Miguel Barbieri a los 38’ le devolvió la vida al Canaya, que quedó a tiro de la clasificación. El defensor había tenido una jugada similar en el inicio, que alcanzó a desviar Pocrnjic.
Finalmente no alcanzó, y debió conformarse con el buen partido que disputó en la ciudad portuaria. Buena actuación de Lovera, uno de los favoritos de Cocca. El atacante se mostró suelto, con confianza, y fue el que aportó velocidad en ataque. Su mejor socio desde la mitad de la cancha fue Gil, gran colaborador en el frente de ataque como en el de defensa.
A Rosario Central se le viene una jornada de Copa Libertadores, en la que se jugará sus últimos cartuchos (para avanzar a octavos o para lograr el tercer puesto que lo clasifique a la Sudamericana), y la final con Boca, el 2 de mayo. Aldosivi se medirá con River en la próxima instancia de este certamen.