En la Argentina, la versión berreta se llama “Círculo Rojo”. A nivel global, el Club Bilderberg se reúne cada año y decide el destino de miles de millones de personas, lo que debe traducirse como poder sobre la vida y la muerte.
Clarín titula: “La élite mundial. El misterio del Club Bilderberg: invitados poderosos y secretos en un hotel suizo. Los hombres y mujeres más ricos del mundo confluyen una vez al año en herméticas sesiones para definir los rumbos del planeta”.
¿Quiénes van a estar allí este año, en el Encuentro Bilderberg, cuya primera cumbre se realizó en 1954? Habrá unos 130 invitados, procedentes de 23 países, entre los que se destacan el ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger; el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg; el rey de Holanda, Guillermo Alejandro; el presidente de Goldman Sachs; el presidente del Foro Económico Mundial; ex directores de la CIA y el MI6 británico; presidentes de las principales petroleras (British Petroleum, Shell, Total); presidentes de bancos internacionales (Goldman Sachs, Deutsche Bank, Santander, Lazard, KBC, Credit Suisse); CEO’s y editores de medios de comunicación globales (Turner, The Wall Street Journal, The Washington Post, The Economist, Bloomberg, Prisa); altos directivos de Google y Facebook; el presidente de la Ford Foundation; el director general de la Unesco; el asesor y yerno de Donald Trump, Jared Kushner; entre otros. El listado lo proporciona el medio Kontrainfo.
La web de información de negocios Ámbito.com revela un rasgo distintivo del cónclave: “Quienes participan deben someterse a estrictas reglas, entre ellas la llamada «Chatham House Rule», que obliga a cada participante a guardar absoluta reserva sobre el contenido de la reunión”.
Estas personalidades tienen la sartén por el mango, está claro, pero son tan humanos como cualquiera. Y si no, obsérvese esta anécdota. “El primer encuentro tuvo lugar en 1954 en el Hotel de Bilderberg, en la ciudad holandesa de Oosterbeek. Fue el príncipe Bernhard quien presidió la conferencia durante dos décadas, hasta que tuvo que renunciar tras quedar involucrado en un escándalo de sobornos con el consorcio armamentista Lockheed. Desde ese día comenzó a forjarse la leyenda, pero también cierta mala fama, sobre el Club”. Sin embargo, ningún periódico publicó en tapa una investigación del tipo “La ruta del dinero B”.
Agenda deluxe
Desde este mismo jueves 30 de mayo, se tocarán estos temas, que visiblemente preocupan a esa élite (las negritas son del editor):
- Un Orden Estratégico Estable.
- ¿Qué sigue en Europa?
- Cambio Climático y Sustentabilidad.
- China.
- Rusia.
- El Futuro del Capitalismo.
- El Brexit.
- La ética de la Inteligencia Artificial.
- El armamento (weaponisation) de los Medios de Comunicación Social.
- La importancia del Espacio.
- Cyberamenazas.
El año pasado, los temas fueron los siguientes:
- Inteligencia Artificial
- Computación Cuántica
- El Futuro del Trabajo
Por lo que en esta edición se percibe una suerte de continuidad al saber que se discutirá El Futuro del Capitalismo, La Ética de la Inteligencia Artificial, los Medios de Comunicación Social entendidos como Armamento y las Cyberamenazas.
Dice una de las fuentes consultadas: “Luego de los avances de China en la conquista del espacio exterior, que incluyeron el descenso de una sonda en la cara oculta de la Luna, «La Importancia del Espacio» será un tema a debatir en esta reunión de 2019”.
Otra fuente visitada se pregunta: “¿Diplomacia o conspiración?”. Vaya, vaya, vaya, como decían los traductores mexicanos en los 60, 70 y 80 en las series norteamericanas.
Esa usina informativa agrega un interrogante más: “¿Pero es el Grupo Bilderberg simplemente una oportunidad para que los miembros de la élite mundial hablen en privado de manera abierta y relajada, o es como dicen sus críticos, una camarilla que busca socavar la democracia global?”.
Y se responde, deslizando una muy leve pista: “Los teóricos de la conspiración, que se inclinan por la segunda opción, acusan al grupo de cosas como diseñar deliberadamente la crisis financiera de 2008 o hasta planear matar al 80 por ciento de la población mundial”. Si lo publicara la revista “Muy Interesante”, sería desechada, pero lo divulga la BBC de Londres.
Queda por establecerse si la preocupación por las “cyberamenazas” tienen que ver con una pintoresca anécdota ocurrida a esta famosa elite hace relativamente poco, en 2016. Ese año, un grupo de hackers les mandó a los integrantes del grupo, una nota intimidatoria, en la que los conminaba a “comenzar a trabajar a favor de la gente, en vez de hacerlo para sus propios intereses”.
Podría parecer un chiste, pero la nota les llegó, y agregaba, en tono inquietante: “Grabamos sus reuniones secretas, leemos sus correos electrónicos, controlamos sus relojes inteligentes, sabemos quiénes son sus chicas escort favoritas, estamos dentro de sus bancos y conocemos sus activos. No estarán seguros en ningún lugar donde haya electricidad”.
Está de más aclarar que esos hackers no contaban con Marcelo D’Alessio, pero es sugerente la similitud de determinadas pràcticas, de un lado y otro del mostrador, siempre con servicios de inteligencia prestos a revelar o esconder –según convenga al que paga– aquello que forma parte de las vidas privadas, pero también de los intereses públicos.
Después de leer esto, de todos modos, los que leen a, o se informan exclusivamente con los medios hegemònicos, probablemente sigan pensando que a Alberto Nisman lo mandó a matar CFK, que los cuadernos que nadie vio existen, y que debajo de la roca patagónica hay varios PBI.
A ellas y ellos, y a quienes no les quede claro por qué el Departamento de Estado de los EEUU, vía la embajada en Bs As, le ordena a Mauricio Macri que destruya el sector de ciencia y tecnología y que desmonte cualquier indicio de desarrollo industrial y espacial, serìa bueno recomendarle que alquile un pack de neuronas y se las haga implantar por un monje tibetano en los montes Himalaya.
Fuentes: Clarín | Kontrainfo | BBC News | Ámbito.com
