La decisión, que anunció este jueves el líder palestino Mahmud Abás, se produce luego de que civiles palestinos fueran desplazados a la fuerza por la demolición de diez edificios palestinos en las afueras de Jerusalén Este.
De ese modo, Palestina anunció la suspensión por tiempo indefinido de todos los acuerdos existentes con Israel. El presidente palestino declaró, en una reunión de emergencia en Ramala, citado por la agencia de noticias palestina Wafa: «No sucumbiremos a los dictados y la imposición de un hecho consumado sobre el terreno por la fuerza bruta, específicamente en Jerusalén».
Abás agregó que su pueblo sigue abierto a abrazar «una paz justa, global y duradera», pero ello no significa que aceptará el statu quo o se rendirá ante la ocupación de sus territorios.
El presidente palestino insistió: «No nos rendiremos ni vamos a coexistir con la ocupación, ni tampoco aceptaremos el «acuerdo del siglo». Palestina y Jerusalén no están a la venta ni en oferta».
El “acuerdo del siglo” propuesto por la Casa Blanca para poner fin al conflicto palestino-israelí consiste en reunir 50.000 millones de dólares y crear aproximadamente un millón de puestos de trabajo para los palestinos, mejorando la situación en Cisjordania y la Franja de Gaza.
La Autoridad Palestina rechazó dicha propuesta de manera preventiva, considerándola un esfuerzo de EEUU para obligar a su pueblo a «renunciar» a sus derechos. Abás aseveró que «no habrá paz ni seguridad ni estabilidad» en la región y en el mundo hasta que se respeten plenamente los derechos de los palestinos.
Al agradecer a todos los países que apoyan la causa palestina, el mandatario recordó que no estaría de más adoptar medidas concretas e implementar las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el terreno.
En la reciente cumbre de La Meca celebrada a principios de junio, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) rechazó «cualquier acción que infrinja el estatus histórico y legal de Jerusalén Este» y todas las medidas ilegales de Israel que buscan cambiar los hechos en territorios palestinos ocupados, aunque tampoco expresó la voluntad de devolverles a los palestinos todo el territorio que les pertenecía antes de la creación del Estado de Israel.