Estudiantes de diversas facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) denunciaron una ola de asaltos en las inmediaciones del ingreso a la Siberia, a plena luz del día, y a sólo 50 metros de un destacamento policial.

El martes 13 de agosto, dos jóvenes estudiantes que cursan una de las carreras en la Siberia tres hombres las detuvieron antes del ingreso a la Ciudad Universitaria, las asaltaron, golpearon y a una de ellas la arrojaron al piso con inusual violencia.

El hecho se produjo a plena luz del día, alrededor de las 16.30, luego de que las jóvenes bajaron del colectivo, y a tan sólo 50 metros del Destacamento policial Nº 20 que se encuentra en el lugar.

Este miércoles 21 de agosto, a las 11 de la mañana, en la esquina de Chacabuco y Riobamba, otra joven fue asaltada y lo relató así a Redacción Rosario: “Estaba yendo a clase y me agarró un chico y me golpeó para sacarme el celular… Salió salió corriendo hasta la otra esquina, donde lo estaba esperando una moto”.

La entrada a la Ciudad Universitaria, uno de los sitios donde se cometieron los asaltos a estudiantes.

La estudiante, además, comentó: “Yo estoy bien a pesar de todo, pero les cuento esto porque me gustaría que se haga algo al respecto. No pido mucho más que con las agrupaciones (estudiantiles) o de la forma que sea tratemos de que estas cosas no vuelvan a pasar”.

La estudiante, que prefirió mantener su relato en forma anónima, agregó: “Fue un momento horrible y si bien algunos pensarán «ésta no tenía el celular bien guardado», la verdad es que nunca pensé que al lado de la parada de colectivo llena de gente y en un horario no peligroso, a mí me pudiera pasar eso. Me sentí segura porque todos los días paso por ahí, pero me di cuenta que nada es seguro. No sólo lo cuento para pedir ayuda, para ver cómo podemos solucionar o mejorar esto, sino también para avisarles a mis compañeras y compañeros que tengan cuidado”.

Otra joven, cuyo resignado testimonio pudo recoger este medio, muestra a las claras el estado de cosas que se vive en esa zona. Luego de que la asaltaran, se acercó a los efectivos policiales que deberían custodiar y ofrecer seguridad en el lugar, con el siguiente resultado: “Yo no denuncié porque los policías se me reían en la cara cuando les contaba lo que pasó, y ni siquiera esperaron a que llegue mi familia. No me quise gastar, porque se que eso termina en nada”. Sin embargo, agregó: “Igual (otras personas) me dijeron que eso quedaba registrado, porque llamé al 911 y me tomaron mis datos”.

La parada de colectivos, que por la obra ahora se encuentra a 150 metros del ingreso a la Ciudad Universitaria.

¿“Zona liberada”?

Cuando este medio tomó contacto con al menos dos vecinos del barrio, ambos coincidieron en algo: “Esos motochorros o ladrones de a pie no son del barrio, nosotros los conoceríamos. Deben venir de otros lados y ven que la Policía no hace nada y aprovechan”.

Uno de ellos, incluso, avanzó en una hipótesis más grave: “Alguien les libera la zona. No puede ser que actúen con tanta tranquilidad, que los policías del destacamento no hagan nada y que ni salgan de ahí a la hora que salen las chicas y los chicos. Y desde que cerraron algunas calles para la obra esa que están haciendo, la cosa empeoró”.

La obra en cuestión se lleva a cabo en terrenos que son propiedad de la UNR, que finalmente logró que los mismos fueras desalojados para llevar adelante un emprendimiento inmobiliario, luego de una larga lucha de muchos vecinos que se oponían al proyecto.

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Como en “El cuento de la criada”, para denunciar la violencia de género

“Milei, Pullaro y Javkin nos quieren como criadas. No lo vamos a permitir”, decían los car