La actividad industrial en julio cayó 6,1% interanual como consecuencia de la retracción que presentaron cerca del 60% de los rubros, en particular el sector automotriz, según el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA).
En un trabajo difundido este lunes, la entidad indicó que en el acumulado del año la actividad fabril alcanzó una baja de 7,6 por ciento, mientras que en la medición desestacionalizada la producción de julio subió apenas 0,3 por ciento mensual.
La UIA advirtió que la incertidumbre financiera agravó la débil dinámica de la industria manufacturera local, debido al salto del tipo de cambio en casi 35 por ciento y las tasas de interés superiores a 80 por ciento, que echaron por tierra cualquier atisbo de recuperación de algunos rubros.
“Los sectores industriales que parecían haber encontrado un piso a su caída en los niveles de actividad productiva se verán afectados en los próximos meses por la coyuntura macroeconómica, aún más complicada en términos de demanda y acceso al financiamiento”, planteó la gremial empresaria.
En este sentido, el informe alertó: “Son diecinueve los meses consecutivos de caída mensual en el plano laboral. En términos interanuales, la industria registró en junio 62.748 empleos formales menos. Una caída de 5,4 por ciento”.
El sector más afectado fue la industria automotriz, con una caída de 47,8 por ciento. El resto se contrajo de manera más moderada (en comparación a la automotriz, claro), ya que la industria de metales básicos cayó 8,5 por ciento interanual mientras que la industria metalúrgica disminuyó 7,7 por ciento, la producción de papel y cartón bajó 5,1 por ciento, la actividad de edición e impresión lo hizo 3,5 por ciento y la producción de minerales, 2,6 por ciento.
En el caso de sustancias y productos químicos, la contracción también fue moderada al alcanzar 2,2 por ciento, con un buen desempeño de agroquímicos y fertilizantes; en tanto, las ventas en el sector farmacéutico se contrajeron 6,3 por ciento interanual.
Los sectores que amortiguaron la caída del indicador fueron la refinación de petróleo (con un alza de 6,7 por ciento); la producción de alimentos y bebidas, que subió 6,1 –traccionada por la molienda de oleaginosas, que se expandió 3,1 por ciento–; los productos del tabaco, 2,9 por ciento; y el sector textil, que se recuperó 1,7 por ciento.
En cuanto al comercio exterior, en julio las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron 17,8 por ciento, tanto por menores precios (6,1 por ciento) como por cantidades (12,5 por ciento).
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