Una resolución de la Justicia Federal que desestimó investigar el ataque a tiros al jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal como un “atentado” y la presunción de que al menos uno de los disparos que hirió a Mariano Valdés (51) fue efectuado a corta distancia y desde adentro de su auto quitaron fuerza a la hipótesis de un “atentado mafioso” blandida por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El jefe policial declaró este martes por tercera vez desde que resultara herido el lunes 9 de septiembre en la autopista Rosario-Buenos Aires cuando se desplazaba junto a la suboficial Rosana González (27), que resultó ilesa, y ratificó su hipótesis de un “robo al voleo”.

El juez federal 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, rechazó este miércoles el pedido de un fiscal para que la investigación del ataque a tiros al jefe policial pase a ese fuero.

La resolución del juez consideró que “de la información reunida hasta el momento, no surgen los extremos que permitan establecer la hipótesis delictiva en que el fiscal federal encuadra los hechos que también vienen siendo investigados por la justicia provincial”.

Vera Barros agregó que “esta magistratura entiende que la pretensión esbozada por el Ministerio Público deviene prematura” y resolvió que el caso continúe en la órbita de la Justicia ordinaria.

El fiscal Rodolfo Lega había solicitado que la causa pase a la Justicia Federal al entender que las hipótesis investigativas no podían agotarse en el intento de robo o la tentativa de homicidio, sino que debía incluir también la posibilidad de “un atentado a la autoridad”.

Paralelamente, fuente del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe dijeron que “de la declaración de Valdés se estima que los disparos fueron a corta distancia”.

Agregaron que mañana se realizará una pericia balística para determinar la trayectoria y distancia de los siete disparos registrados sobre el Ford Focus que conducía el jefe policial, de los cuales dos lo hirieron en el brazo derecho y la ingle.

Voceros de la pesquisa puntualizaron que los rastros de los disparos quedaron del lado izquierdo (el del conductor) y en el frente del automóvil.

Los investigadores señalaron que la hipótesis del “atentado mafioso” vinculado al narcotráfico, que hizo pública la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, perdió fuerza por la evidencia recolectada hasta el momento.

Para el equipo de fiscales a cargo de la investigación que encabeza Eugenia Lasciarandare, si bien no se descarta ninguna de las tres hipótesis originales, ahora cobra más potencia la de un ataque en un intento de robo en el que los agresores aprovecharon cuando Valdés detuvo el auto para cambiar la yerba del mate, según declaró.

La otra hipótesis apunta a un conflicto interpersonal entre los policías que iban en el auto, aunque las fuentes indicaron que Valdés lo “negó” en su declaración.

La suboficial que lo acompañaba, Rosana González, debía presentarse ayer a declarar pero no concurrió y su abogada presentó un certificado psiquiátrico para justificar su comparecencia.

Los fiscales santafesinos solicitaron pericias que deberá realizarse en Rosario con el equipo de profesionales de la salud del Ministerio Público de la Acusación para certificar su necesidad de reposo.

Según la investigación, el día del ataque Valdés había viajado a rendir un concurso para un ascenso a la sede de la Policía Federal en la ciudad de Buenos Aires.

A su regreso, se desvió hasta San Antonio de Padua, donde pasó a buscar a la suboficial González.

Ambos declararon que la noche del lunes 9 de septiembre detuvieron el auto para cambiar la yerba del mate y en ese momento una camioneta gris o negra frenó delante de ellos y tres hombres encapuchados les dispararon.

También dijeron ante la fiscal santafesina que repelieron el fuego con sus armas reglamentarias.

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