Una pericia detectó restos de metanfetamina y éxtasis en la ropa y un bolso que desapareció de la escena del tiroteo al ex jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal, Mariano Valdés, ocurrido el 9 de septiembre en la autopista Rosario-Buenos Aires.

Pero no sólo eso. Mediante escuchas telefónicas, los investigadores del Ministerio Público de la Acusación (MPA) descubrieron un posible vínculo entre Valdés y el anterior jefe de la delegación santafesina de la PFA, comisario Marcelo Lepwalts, procesado por el presunto encubrimiento de un narco.

Con estos elementos, la coartada de Valdés acerca de que el ataque que sufrió en la autopista –que le provocaron dos heridas bala– fue un “asalto al voleo” se derrumbó drásticamente.

Durante una rueda de prensa realizada este viernes, el equipo de fiscales del MPA que investiga el hecho anunció que tras conocerse el resultado de la pericia, la causa pasará a la Justicia Federal.

Deberes incumplidos

Valdés y su segundo en la sede de la PFA, Higinio Bellagio, fueron imputados con prisión preventiva la semana pasada por incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento agravado, retardo de justicia y sustracción o inutilización de prueba.

Todo ello en concurso real con falsedad ideológica de instrumento público y falso testimonio.

Los fiscales descubrieron que Valdés mentía cuando decía que el ataque que sufrió se produjo al detener su auto en la autopista para cambiar la yerba del mate, y tres hombres encapuchados que bajaron de una camioneta negra o gris le dispararon en un intento de asalto.

Unos kilómetros antes del ataque, que se produjo cerca de Villa Constitución, una cámara de seguridad grabó a Valdés cuando se detuvo en la estación de servicios a la altura de Ramallo. Allí mantuvo un contacto con personas que, luego de que él se fuera del lugar, salieron en una camioneta con las mismas características que la empleada por los agresores.

A la vez, la suboficial Roxana González, que acompañaba el jefe policial cuando fueron atacados, declaró que Valdés no paró en la autopista para cambiar la yerba del mate sino para hablar con las personas de la misteriosa camioneta que todavía no fue encontrada.

Dijo que hablaron, luego discutieron y finalmente terminaron a los tiros. Una pericia determinó que una de las heridas que sufrió el comisario se la infligió él mismo con su arma reglamentaria.

El bolso misterioso

Durante esa audiencia imputativa, los fiscales revelaron que además de esas contradicciones el comisario Valdés realizó varias llamadas luego de ser herido, pero ninguna al 911.

Una hora después de la balacera llegó al lugar el subcomisario Bellagio, quien se llevó un bolso deportivo de su jefe llevaba en el Ford Focus en el que fue atacado.

Los fiscales remarcaron que por su experiencia en procedimientos policiales, ambos sabían que no deben quitar evidencia de la escena de un delito, por lo que concluyeron que fue “sustraído”.

El misterios bolso fue recuperado por el MPA cuando el 20 de septiembre, 11 días después del hecho, allanó la sede Santa Fe de la PFA.

En la mañana de este viernes el bolso fue sometido a una pericia que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria con una máquina para detectar explosivos y estupefacientes, utilizada en los aeropuertos.

“Hoy se llevó adelante una pericia en la PSA en la cual se detectó que posiblemente en el bolso que tenía el comisario Valdés y en parte de su ropa había material que pueden ser estupefacientes”, dijo el fiscal Matías Edery.

Su colega Natalia Benvenutto añadió que “se determina en el bolso la existencia de metanfetamina y en uno de los pantalones se detectan anfetaminas, que sería éxtasis”.

La funcionaria judicial precisó que el análisis posee “un 99 por ciento de probabilidad de certeza” y sólo detecta “residuos” de drogas, pero su cuantificación es imposible.

En su declaración, Valdés había dicho que en bolso llevaba ropas y efectos personales.

Al federal

Durante la rueda de prensa de este viernes, el secretario de la Fiscalía de Villa Constitución, Franco Carbone, dijo que “con el resultado de la pericia (al bolso y las prendas) es que la causa se va a remitir al fiscal Walter Rodríguez, de la Justicia Federal de Santa Fe”, el mismo que pidió el procesamiento del anterior jefe de la Federal, Marcelo Lepwalts.

“En las escuchas hemos encontrado alguna vinculación existente entre el anterior jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal y el actual jefe Mariano Valdés”, abundó Carbone.

Dijo que “son escuchas que nos permiten efectuar una conexión y vinculación entre ambos, que a esta altura preferimos reservarla”.

Esa charla, cuyo contenido no reveló, se produjo un rato antes de que los fiscales santafesinos llegaran a la sede de la PFA para allanarla, el 20 de septiembre último.

Paralelamente, durante esta semana se conocieron detalles del presunto amedrentamiento que sufrió la suboficial González –que viajaba con Valdés el día del ataque– para evitar que declarara ante los fiscales ordinarios.

La mujer de 27 años debió ser incorporada al programa de testigos protegidos por la permanentes amenazas que sufrió, de la jerarquía de la propia fuerza que integra, desde que se produjo la balacera en la que resultó ilesa.

Colaborá con el sostenimiento de Redacción Rosario y El Eslabón por 300 pesos por mes y recibí nuestra info destacada todos los días y nuestro semanario todos los sábados en tu casa. Suscribite en este enlace: Redacción Rosario + El Eslabón.

Más notas relacionadas
  • ¿El fin de la regulación?

    El asesinato de Pillín, jefe de la barra brava de Rosario Central, abre interrogantes y pr
  • Las andanzas del pulpo manco

    El anuncio de “disolución” de la Afip no elimina el sistema impositivo. El presidente Javi
  • Un robocop con ley

    Pullaro eligió a los trabajadores –particularmente a los estatales– como sus principales a
Más por Luciano Couso
Más en Región

Dejá un comentario

Sugerencia

La causa espionaje “es un mamarracho jurídico” y “atrás está el gobernador”

Lewis, defensor de parte del equipo que encabezaba Sain, se enteró por la prensa sobre la