Este martes y el jueves comienzan dos juicios orales y públicos relacionados con el realizado el año pasado contra la mayoría de los integrantes de la organización criminal “Los Monos”, conocido como “Los Patrones”. El fiscal Federico Reynares Solari representará al Ministerio Público ante el Tribunal Oral Federal N°3 en ambos.
Este martes dará comienzo la causa “Flores, Hugo Rene y Otros s/infracción Ley 23737”, Expte. N° FRO 41514/2015. Tras las intervenciones telefónicas dispuestas allí se advirtió la presunta existencia de otra organización que realizaba maniobras de comercialización de estupefacientes.
La investigación dio con los principales investigados que se sentarán en el banquillo de los acusados. Se trata de Juan Ernesto Jesús Esquivel, Pablo Esteban Ramírez, Máximo Alberto Biscoglio, Matías Carlos Herrera, Marlén Denise Aguirre Mansilla, Nicolás Alejandro Canteros, Mauro Matías Quinteros, Luis Eugenio Romano, Silvia Blanca DI Morelle, Facundo Martín Muñoz, Hugo René Flores y Jorge Ramón Galeano, todos imputados por las figuras de comercio y transporte de estupefacientes prevista en el art. 5 inc. c de la Ley 23.737, y agravadas por el artículo 11 de esa norma.
Según la acusación, dicha organización se dedicaba a la distribución, recepción, fraccionamiento y venta de material estupefaciente en distintos sectores de la ciudad, habiéndose secuestrado una importante cantidad de estupefacientes.
En particular, a Muñoz se le atribuye haber dirigido las actividades de los Cantero –de “Los Monos”–, para este último continuar la comercialización con Quinteros, Herrera y Mansilla, desde su lugar de detención en la cárcel de Piñero. La droga provendría desde la provincia de Corrientes.
En marzo de 2016 la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal Argentina secuestró 85 panes –por 67 kilos– de una Peugeot Partner, que era conducida por Galeano, secundado por un VW Bora manejado por Flores. Fueron detenidos en la autopista Rosario-Santa Fe a la altura del puente Serodino y peaje ARSA, Km 22.
Por otra parte, para este jueves 28 de noviembre está previsto el inicio de la audiencia de debate dentro de la causa “GONZALEZ, JOSE FABIAN Y OTROS S/ INF. LEY 23737. FRO 42096/2016”, también de trámite ante el TOF 3 rosarino.
Se trata de otro desprendimiento de causas que se fueron formando tras las intervenciones producidas originariamente en “Los Patrones” y luego en “Smolski”, que a la fecha se está llevando adelante el juicio ante el TOF 1 y en la que Reynares Solari formuló su alegato este lunes.
Con la intervención a una persona de apellido Dávalos pudo establecerse la presencia de otra banda que se dedicaba al transporte, distribución y comercialización de estupefacientes en distintos puntos de la ciudad. Con el avance de la pesquisa se pudo llegar a quien sería líder, Leandro Vilches; según el MPF, digitaba cada uno de los movimientos de la organización desde su lugar de detención a través de su pareja Gisela Bocutti, sus hermana Gisela Vilches y el mencionado Dávalos, entre otros.
También se encuentran imputados José Fabián Ramírez, Gustavo Rubén Farías, Jonatan Ezequiel Tosi, Daniel Alejandro Godoy, Mirta Adriana Díaz, Jonatan Emanuel Albanese, Leandro Ernesto Deb y Luz Belén Bibone por el delito previsto en el artículo 5, inciso c de la ley 23737 agravado por la intervención de tres o más personas.
Los hechos atribuidos a Vilches fueron encuadrados en la figura de organizador, por cuanto habría dirigido la organización dando directivas desde la Unidad XI de Piñero del Servicio Penitenciario Provincial a distintas personas con diferentes roles asignados en la organización.
La investigación culminó en abril de 2017 con el secuestro de 82 panes y medio de marihuana que arrojaron un peso de 50, 151 kilogramos –en un automóvil en el que se trasladaban Farías y Tosi– y otros 39 panes de marihuana por un total de 25,164 kilogramos –en un vehículo en el que iba Godoy–. Luego se secuestró otra importante cantidad de estupefacientes en el domicilio donde habitaría un hombre de apellido González.
Desde el MPF informaron que ya se viene vislumbrando, en reiteradas causas, una lógica común que tiene que ver con personas alojadas en distintos centro de detención –principalmente del servicio penitenciario provincial–, desde donde, a través de la utilización de teléfonos celulares, se impartían órdenes y digitaba el comercio y la distribución en distintos puntos de venta de estupefacientes.
