Uno de los peores incendios forestales del mundo, que afectó a casi 6 millones de hectáreas, trae sus cenizas hacia la zona cordillerana y cruza de Chile hacia al país por el centro y sur del territorio. No afecta a la salud ni perjudica la normalidad aérea.
El humo de los graves incendios de Australia, considerados entre los peores del siglo, llegó este lunes a Chile y Argentina tras viajar más de 11.000 kilómetros por el Océano Pacífico.
Una vaguada, una depresión barométrica que penetra entre dos zonas de alta presión, habría servido de conducto a través del cual la humareda cruzó el Pacífico hasta el continente suramericano, según el reporte a primeras horas del Servicio Oficial de Meteorología de Chile.
Por la tarde, el Servicio Metereológico Nacional (SMN) argentino confirmaba el ingreso de la masa de humo en el territorio del país, por la Cordillera de los Andes “a unos 5 mil metros o más”, indicaron.
Cindy Fernández, meteoróloga del SMN, aseguró a Télam que “si bien no es común” que llegue el humo cada vez que hay un incendio, “no es la primera vez que sucede” y descartó complicaciones, no afectará a la salud ni la normalidad de los vuelos.
“El único fenómeno que se puede divisar con la presencia de humo es observar una coloración distinta en el cielo, ya que se atenúa la luminosidad del sol y se puede observar el cielo más gris”, aseguró, y agregó que “durante el atardecer se ve el cielo más rojizo.
Una tragedia enorme
Un equipo de la Universidad de Sidney informó este lunes que ya fueron arrasadas 5,25 millones de hectáreas de vegetación y casi 500 millones de animales murieron como consecuencia del siniestro, que ya se cobró la vida de al menos 23 personas.
En tanto,el gobierno de Australia desplegó reservistas del ejército en las zonas devastadas. El primer ministro australiano Scott Morrison, cuyo gobierno ha sido criticado por la lenta respuesta ante la emergencia, anunció que otorgará 2000 millones de dólares australianos (unos 1400 millones de dólares) al fondo nacional de recuperación.
A Morrison también se le cuestiona su política global nacional e internacional sobre el medio ambiente. Se trata de un gobierno negacionista del cambio climático con una fuerte política e inversión a la explotación del petróleo y carbón, con sumas millonarias de dinero para favorecer a las grandes empresas petrolíferas y mineras. El estado les provee sumas de 12 mil millones de dólares cada año, 30 mil millones si se tienen en cuenta subsidios indirectos según la publicación RedFlag.
Hasta el lunes había alrededor de 136 incendios ardiendo en Nueva Gales del Sur. De esos, 69 no están contenidos, dijo este lunes el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur.
Mientras tanto, en el este del país se registraron algunas lluvias y condiciones climáticas más suaves, pero la calidad del aire en la capital Canberra, se mantiene en niveles peligrosos para la salud, informaron fuentes gubernamentales.
En cuanto a víctimas, dos personas están desaparecidas desde este sábado en Nueva Gales del Sur, según confirmó el comisionado del Servicio de Bomberos Rurales del estado, Shane Fitzsimmons. Por su parte, en el estado de Victoria hay desaparecidas cuatro personas y más de 40 incendios permanecen activos, según un cable de la agencia Télam.
Los reportes dimensionan la catástrofe con otra recientes en el mundo: son el doble de lo que destruyeron los incendios de Siberia, más de cuatro veces más de lo que perdió el Amazonas y 20 veces más que los daños causados por los últimos fuegos localizados en California.