Evo Morales además de puntualizar los logros económicos y sociales de su gestión y de promover la candidatura de Luis Arce, subrayó que su vocación de liderazgo a pesar del golpe está más viva que nunca: “Ahora que me provocaron, voy a seguir haciendo política”.
El discurso de Evo Morales en el gran acto del pasado miércoles en Buenos Aires estuvo marcado por el golpe de Estado que lo llevó a marchar exiliado hacia México, para aterrizar finalmente en Argentina tras la asunción de Alberto Fernández. “Es una enorme alegría estar acá para festejar 14 años de nuestra revolución democrática y cultural. Son 14 años de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia”, comenzó Morales un discurso en el que agradeció al presidente argentino, a la vicepresidenta Cristina Fernández, a la CGT, a la CTA y los movimientos sociales que se hicieron presentes. Mandó un “saludo especial” para “las hermanas de Plaza de Mayo” y para sus defensores, Raúl Zaffaronni y Gustavo Ferreyra. Además, reconoció a Baltazar Garzón, que le brindó asesoramiento para la defensa en las causas judiciales que se le abrieron tras la destitución.
Al respecto del nuevo escenario que se abrió en su país y la región, Evo Morales evocó con “respeto y admiración a quienes resistieron el golpe racista de la derecha boliviana y a los que estando afuera de Bolivia sienten aún más cariño por nuestra patria”.
Támbién subrayó la historia: “En el año 1778, nuestro hermano Tomás Katari vino a pie desde el norte de Potosí hasta este lugar que ahora se conoce como Buenos Aires, a pedir que el virrey de España reconozca la autoridad originaria. Y lo hizo a pie porque los españoles prohibieron usar el caballo para trasladarse. En enero de 1781, en Sucre, fue ahorcado públicamente por la oligarquía como un escarmiento para que el resto de los indígenas no se levantaran a luchar por su territorio, por su forma de vivencia, en colectividad, en solidaridad, en complementariedad y, sobre todo, en armonía con la Madre Tierra”.
A su vez, apeló a los lazos comunes en las luchas por la independencia destacando que Cornelio Saavedra –nacido en las proximidades de Potosí– fue presidente de la Primera Junta surgida tras la revolución de mayo de 1810 y la importancia de la figura de la “guerrillera de la independencia”, Juana Azurduy de Padilla.
“Entre la década del ’80 y el ’90, un grupo de dirigentes jóvenes nos hemos preguntado hasta cuándo desde arriba nos van a gobernar, hasta cuándo desde afuera van a seguir imponiendo políticas económicas de saqueo, hasta cuándo los estudiosos en la Harvard de Estados Unidos o en Lovaina de Bélgica, que después de estudiar, vienen aquí a robarnos, o para someternos, si no es con el liberalismo, es con el militarismo. Dividiéndonos, nos pudieron someter y así robar nuestros recursos naturales. Y dijimos: ya es hora de que nosotros mismos nos gobernemos, es hora de que el pueblo gobierne. De ahí viene nuestro instrumento político”, explicó al repasar los orígenes del Movimiento al Socialismo (MAS) como “un movimiento político de los sectores más humillados de la historia de Bolivia”.
“Nos preguntamos cómo recuperar nuestros recursos. Y sólo con el poder comunal, con el poder sindical, con el poder social, no podíamos nacionalizarlos. Por eso era importante el poder político. Entonces decidimos pasar a dar esa lucha electoral y preparar programas y una agenda política”, evocó.
En ese sentido, recordó que al principio les decían que su política era de “pico y pala” y, más tarde, cuando planteaban una transformación profunda, pasaron a decir que era un delito y que hacían una política de “hacha y machete”. Morales aludió a su primera candidatura a presidente, en 2002, cuando desde los Estados Unidos dijeron que era “el Bin Laden andino” y a los cocaleros que eran “talibanes”. En el recuento de votos estuvo a menos de dos puntos por debajo del 22 por ciento que sacó Gonzalo Sánchez de Lozada.
Cuando volvió a presentarse en 2005, la Embajada dijo que, si Evo Morales resultaba ganador, no habría más inversión en el país: ese año hubo apenas por encima de 600 millones de dólares de inversión. En los últimos años, la cifra ronda los 8 mil millones de dólares. En 2009 se aprobó la nueva constitución política y se dejó atrás “el Estado colonial” –argumentó Morales–, “y ahora tenemos el Estado plurinacional, algo único en el mundo, donde todos tenemos los mismos derechos, del campo a la ciudad, del oriente al occidente”.
El “modelo boliviano”
“Estas son las políticas que el gobierno adoptó para cumplir con el mandato del pueblo. Ahora podemos decir que no hay más lamento boliviano, como nos hacían cantar antes. Decían que éramos un pueblo enfermo y que Bolivia se moría. Pero Bolivia tiene mucha esperanza y mucho futuro, lo hemos demostrado”, dijo Morales.
Al repasar los números del crecimiento de la economía boliviana, Morales resaltó que pasó de 9.500 millones de PBI en 2005 a más de 40 mil millones de dólares al final de su gobierno, y estuvo seis de los trece años al tope de la expansión de los países sudamericanos. “Para la derecha boliviana, la educación y la salud son un servicio. Para nuestro Proceso de Cambio, son un derecho, no servicio. ¿Cómo no vamos a tener diferencias con la derecha boliviana? Tenemos profundas diferencias”, afirmó, e hizo mención a la presencia de Luis Arce, el candidato a presidente del MAS y ex ministro de economía durante casi todo el gobierno.
“Hemos recuperado la patria y construido una nueva Bolivia”, destacó Morales al referir la relevancia de los programas sociales y productivos que hicieron que 3 millones de personas pasaran a integrar la clase media y que la extrema pobreza disminuyera del 38 por ciento en 2005, a menos del 15 por ciento en diciembre de 2019. “Teníamos un plan para llegar al bicentenario con menos del 5 por ciento de la extrema pobreza”, completó.
Morales recalcó el valor estratégico que tiene el litio en la región, dado que, entre Bolivia, Chile y Argentina, se reparten tres cuartos de las reservas internacionales, y asignó la “participación decisiva” de los Estados Unidos en el golpe de Estado a la decisión de su gobierno de invertir 5 mil millones de dólares para industrializar el litio y establecer acuerdos con Alemania y China. “Es el futuro del mundo y no nos perdonan haberse quedado afuera”, afirmó Morales, y ejemplificó: “Qué lindo sería que Argentina, Chile y Bolivia, industrialicemos nuestro litio y podamos decidir el precio para todo el mundo. Si no hay división y si no hay traición, nunca puede volver el neoliberalismo”, concluyó.
El golpe del odio
En el tramo final de su discurso aludió al dolor que le genera observar un “golpe de Estado del rico contra el pobre”. “No puedo entender cómo la derecha fascista usa la Biblia para la dictadura, humillando al pueblo. Cómo con la Biblia humillan la whipala y la pollera. No puedo entender que un grupo de jóvenes, tal vez engañados, violentos, estén quemando casas. La juventud es más solidaria, más humana, más integradora, y no violenta por defender ciertos intereses”, evaluó.
“Frente a tanta violencia provocada por la derecha e impulsada por las políticas norteamericanas –dijo Morales–, y frente a las intervenciones uniformadas, el domingo 10 de noviembre decidí renunciar para que no haya muertos. Hasta ese momento, ni un muerto a bala, porque estoy convencido de que el derecho a la vida es más importante que cualquier derecho. Al día siguiente de nuestra renuncia, hubo un muerto. Y ahora tenemos tanta viuda, tanto huérfano, tanto herido”.
Morales hizo mención de la gran cantidad de humillaciones y asesinatos que se denunciaron y que tuvieron “instrucción del gobierno de facto”, y agradeció las movilizaciones y concentraciones en solidaridad que se realizaron en Argentina para rechazar el golpe.
“Ahora muchos pueden ver cómo se vive con la derecha golpista, con una dictadura”, sentenció, y finalizó: “A veces me preguntó por qué tanto miedo al Evo. Y eso es por instrucción de la Embajada de los Estados Unidos. Antes del 20 de octubre yo he pensado y me dije: «Es mi última gestión». Pero ahora que me provocaron, que me expulsaron y no quieren que vuelva a Bolivia, quiero decirles con más fuerza y energía que voy a seguir haciendo política para derrotar a la derecha boliviana”.
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