El vehículo del francés se estrelló contra un guardrail, se partió en dos y explotó. Con el auto todavía en llamas, el piloto del equipo Haas escapó milagrosamente, mientras los asistentes trataban de contener el incendio con matafuegos.
El accidente se produjo cuando Grosjean intentó superar al ruso Daniil Kvyat, de Alpha Tauri. Su rueda trasera derecha tocó con la delantera izquierda de su adversario. El auto perdió el control y se dirigió contra la pared. Tras el choque, se partió en dos. La parte trasera quedó cerca de la pista, mientras que la delantera, atravesó el guardrail encendida. Durante casi 30 segundos el piloto permaneció en medio de las llamas hasta que los auxiliares lograron amainar el fuego para retirarlo.
Salió caminando. Asustado y quemado. Pero vivo. Un verdadero milagro.
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La carrera se detuvo de inmediato. La transmisión oficial no volvió a repetir las imágenes hasta que se vio al piloto salir del vehículo. En los boxes se vivieron minutos dramáticos, con rostros preocupados y gente tomándose la cabeza.
Guenther Steiner, líder del equipo Haas, comentó: «Tuvo traumatismos y algunas quemaduras leves, pero está bien. Cuando uno ve algo como esto, no puede pensar más que en que esté bien el piloto. ‘¿Dónde está Romain?’, nos preguntamos. Quiero agradecer a todos los que participaron del operativo para salvarlo», dijo en la transmisión de Fox Action.
El Gran Premio de Bahrein está momentáneamente suspendido mientras los encargados reconstruyen el guardrail para que la carrera pueda reanudarse.
Fuente: La Nación
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