Una serie de protestas en cadena, nada espontáneas, en medio de la crisis económica que sufre Cuba por la pandemia, con el agravante del histórico y criminal bloqueo que Estados Unidos, fueron la bomba mediática que estaba esperando la derecha para intentar llevarse puesta la resistencia antiimperialista de más de medio siglo por parte del pueblo de la isla caribeña. Los sucesos, que se replicaron de forma apabullante en todas las corporaciones mediáticas, ocurrieron días después del contundente rechazo de la Asamblea General de Naciones Unidas contra la medida “coercitiva y unilateral” de Estados Unidos que asfixia al país caribeño.
El inicio de las inéditas marchas de descontento –sólo se recuerda algo similar en 1994–, tuvo lugar en el municipio de San Antonio de los Baños, pero en pocas horas, de un modo coordinado, los airados reclamos se ampliaron a varias ciudades.
Las penurias cubanas no faltan desde que el coronavirus paralizó uno de los principales ingresos, el del turismo internacional. Pero además, luego de un relativo control sanitario que se había mantenido por debajo de la media de casos de la región, los contagios de Covid 19 se dispararon y los fallecimientos también. Hubo una jornada récord, con 51 muertos.
El presidente Miguel Díaz Canel salió el mismo domingo de forma enérgica a las calles junto a manifestantes oficialistas en defensa de la Revolución. Luego dio un discurso en cadena en el que denunció una conspiración con respaldo estadounidense, aunque admitió la crisis económica y sanitaria que “como a todo el mundo” también castiga a Cuba.
“Estamos observando que se incrementó en las redes sociales la campaña en contra de la revolución cubana planteando matrices en torno a las carencias que estamos viviendo, porque esa es la manera que se monta para construir insatisfacción”, apuntó Díaz Canel. “Es legítimo que tengamos insatisfacciones, pero debemos ser capaces de discernir dónde nos quieren manipular, dónde nos quieren dividir”, añadió.
Ciertamente faltan medicamentos, alimentos y se registran problemas energéticos, entre otros tantos inconvenientes. Pero en los videos que circularon sobre la protesta, las consignas tenían que ver con cuestiones de sesgo ideológico y se asemejaban a otras sucedidas bajo pandemia, en otros países de la región incluido la Argentina: “¡Libertad!”. “¡Abajo la dictadura!”. “¡Fuera el comunismo!”.
Granjas de trolls y apoyo desde Miami
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció la injerencia de EEUU a través de una operación comunicacional. El funcionario señaló que la etiqueta #SOSCuba no surgió en la Mayor de las Antillas, sino que fue lanzada, desde el pasado junio, en Nueva York, para tratar de obstaculizar el pronunciamiento de la Asamblea General de Naciones Unidas contra el bloqueo, que fue abrumador. La resolución de rechazo al embargo a Cuba obtuvo esta vez 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).
El funcionario sostuvo que la operación que organizó las protestas utiliza recursos millonarios, laboratorios y plataformas tecnológicas con fondos del Gobierno de EEUU. “La convocatoria a protestar en Naciones Unidas y el lanzamiento de la campaña fueron realizados por la compañía estadounidense ProActivo Miami Incorporations, que coincidentemente recibió el certificado de validez para recibir fondos estaduales por parte del Departamento de Estado de la Florida, el mismo 15 de junio de 2021”, explicó Rodríguez Parrilla.
El canciller cubano mostró una medición realizada el 8 y el 9 de julio que reveló que los usuarios más prolíficos de las etiquetas #CanalHumanitarioCuba, #SOSCuba y #SOSMatanzas operan las tres etiquetas y están coordinados también por los directivos de ProActivo Miami. Subrayó que entre los principales operadores de esta campaña se encuentra adn Cuba, un proyecto creado por el gobierno yanqui y financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) para la guerra comunicacional contra Cuba.
Rodríguez Parrilla mostró a la prensa las cuentas líderes que movieron esa etiqueta, a la que se sumó #SOSMatanzas y #CubaDuele. Denunció, además, que los operadores utilizaron granjas de trolls, usuarios que coordinan una cantidad de cuentas falsas y que divulgan de manera automatizada mensajes en Twitter a una velocidad que sólo puede ocurrir de forma automatizada, publicó el diario oficial Granma.
La grieta caribeña
Mientras el presidente argentino Alberto Fernandez consultado al respecto sostuvo: “Si realmente nos preocupa Cuba, terminemos con los bloqueos”, desde la oposición el ex presidente Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la ex gobernadora María Eugenia Vidal manifestaron su apoyo a la protesta “para reclamar el fin de la dictadura”.
Por otra parte, el miércoles tuvo lugar un “abrazo solidario” frente a la embajada de Cuba en Buenos Aires de organizaciones sindicales y sociales y partidarias contra el bloqueo. Había banderas y pancartas de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), el Partido Comunista, Espacio Puebla, Movimiento Territorial de Liberación y Barrios de Pie, entre otras organizaciones.
Apenas concluido, hubo otra manifestación pero en sentido contrario. Un grupo de militantes libertarios, del PRO y de la Juventud Radical, más algunos independientes, se concentraron en la bocacalle de Virrey del Pino y 11 de Septiembre, para respaldar “la libertad del pueblo cubano” y reclamar “el fin del comunismo”.
Fuente: El Eslabón
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