Érica Lonigro dejó el Canaya tras media década a puro gol, y pasó a préstamo al Club Libertad Limpeño de Paraguay, que apunta a la Libertadores. Su infancia en barrio Las Flores, el paso por el auriazul y su nueva aventura en el país vecino.
“Yo arranqué desde muy chica jugando al fútbol, y obviamente con hombres”. Así podría arrancar la historia de la gran mayoría de las mujeres que hoy practican el deporte de la redonda en cualquiera de los clubes del país. En este caso, el testimonio le pertenece a Érica Lonigro, delantera que nació y se crió en el populoso barrio Las Flores, y que hace 5 años atrás llevó sus goles a Rosario Central, donde ostenta –entre otros títulos personales– el récord de conversiones en clásicos de la ciudad. Pero como “necesitaba cambiar un poco de aire”, según le confiesa a El Eslabón, vía telefónica desde Paraguay, firmó un contrato por cuatro meses con el Club Libertad Limpeño, del vecino país. “Es mi primera experiencia fuera de Central, ojalá salga todo bien”, se ilusiona.
La Copa Libertadores es mi obsesión
El equipo de fútbol femenino de Paraguay al que llegó la atacante tricampeona de la Asociación Rosarina de Fútbol con el Canaya, es una conjunción entre el Club Sportivo Limpeño y el famoso Club Libertad. “No conocía el equipo. Empecé a mirar algo desde el interés, algunos videos”, admite Jesi –que así le dicen porque su padre se confundió al anotarla, cuando la intención era que se llame Jésica Noelia, y no Érica Noelia como figura hoy en su DNI–, y agrega: “Pero acá está una jugadora que salió campeona en Argentina con San Lorenzo”, en referencia a la arquera Alicia Bobadilla, “que habló por mí y le pregunté algunas cosas de allá”.
A la hora de fijar objetivos en esta nueva etapa, la goleadora no anda con vueltas: “Las expectativas son las que el club tiene, que es poder salir campeón o poder clasificar a la Copa Libertadores. Eso es lo que buscan ellos conmigo, así que espero estar a la altura de eso”.
El Torneo Clausura paraguayo está en desarrollo y tiene a las Gumarelas –como apodan al equipo que hace de local en la ciudad de Limpio– como protagonistas de cara al título. Y de los tres cupos que tiene ese país de cara al máximo certamen continental, uno ya está ocupado por el campeón del Apertura, Cerro Porteño. “Acá también el fútbol es semiprofesional. Están jugando torneos como en Argentina, Apertura y Clausura. Y las ganadoras clasifican a la Libertadores”, explica la futbolista de 27 años, que sobre su arribo a tierras guaraníes, cuenta: “Sé que hubo un seguimiento de parte del equipo de Paraguay, así que después me llamaron y como yo necesitaba cambiar un poco de aire ahí en Central, aproveché la oportunidad”.
La hinchada te saluda jubilosa
“Agradecemos a Érica por todos estos años de tanto fútbol y alegrías, y le deseamos el mayor de los éxitos en lo que viene. Gracias goleadora”, con ese sentido mensaje, Rosario Central despidió a quien disputó 29 partidos oficiales y convirtió 24 goles con la camiseta auriazul, además de ser una de las glorias del club durante el amateurismo, levantando en tres ocasiones el trofeo de la Liga Rosarina de Fútbol.
La entidad de Arroyito informó en un comunicado oficial que el acuerdo con sus pares paraguayos es una transferencia a préstamo hasta diciembre de 2021, con opción de compra.
Así que resuelto el acuerdo, Lonigro armó las valijas cargadas de ilusiones y emprendió un largo viaje (porque “como no había vuelos, tuve que venir en remis particular”) hacia el país vecino. “Pude entrar tranquila, sin inconvenientes”, aclara, ante las posibles trabas en la frontera por la situación sanitaria.
Pero la historia de Érica y la pelota no comenzó en Arroyito, sino en el humilde barrio Las Flores, bien al sur de la ciudad. “Yo arranqué desde muy chica jugando al fútbol, y obviamente con hombres, porque en esos tiempos no había esa posibilidad de iniciarme en baby, en clubes, no había casi chances de que las mujeres jueguen al fútbol. Pero sí jugaba con los chicos de mi barrio”.
Por eso, en la trayectoria futbolística de Jesi sólo aparece Central, uno de los primeros en la ciudad en hacerle lugar a las mujeres en este deporte. “Siempre jugué ahí, fue mi primer club, donde estuve 5 años”, afirma la delantera, que debió sortear varios obstáculos, y no sólo defensoras, para alcanzar el sueño de jugar en Primera. “Más allá de que nada fue fácil, siempre recibí el apoyo de mi familia, y eso fue fundamental para seguir creciendo como futbolista, porque sola no podía, porque tenía que tener movilidad para ir a la cancha, ir a entrenar, y no tenía cómo ir en aquel momento”.
El sueño de la piba
En los años de sus primeras gambetas en la calle, Érica Lonigro se dio el gusto de tirar algunas paredes con el hoy jugador del Atlético Madrid y campeón de la Copa América con la Selección Argentina, Ángel Correa, al que también enfrentó en más de una oportunidad en el otrora popular juego de la bolita, hoy en peligro de extinción. Con el delantero surgido en San Lorenzo de Almagro e hincha de Rosario Central, Jesi comparte además el deseo por vestir la Albiceleste. “Uno de los objetivos que me pongo es no parar hasta llegar a la Selección”, revela esta goleadora implacable que alcanzó su mejor campaña en las redes en la temporada 2019/20, en la que marcó 17 goles en 16 encuentros disputados, frenada sólo por las restricciones de la pandemia y no por arqueras ni zagueras rivales. “Es un trabajo que una tiene que hacer día a día, intentando mejorar para poder ser convocada. Es un sueño a cumplir”, añade.
La joven confiesa sentir un amor profundo por el azul y amarillo, pero del Xeneize. “Soy hincha de Boca, me gusta mucho mirar los partidos”, le dice a este medio unas horas antes del Superclásico que depositó a los dirigidos por Miguel Russo en cuartos de final de la Copa Argentina, tras vencer en los penales a River, después del aburrido 0 a 0 en tiempo reglamentario.
Y justamente, sus preferencias futbolísticas son lideradas por el actual delantero de Boca, Cristian Pavón, que ya tiene un Mundial a cuestas (el último, disputado en Rusia), y que este miércoles por la noche anotó el penal que le correspondía: “Siempre me gustó mucho”. De las jugadoras, elige a una de sus compañeras en el Canaya: “En el femenino, una de mis referentes es Virginia Gómez”, a quien define como “una jugadora fundamental en el equipo, es de Selección”. Es que la volante disputó el último Mundial en Francia 2019, y fue parte del equipo inicial que conquistó, en el empate sin goles ante Japón, el primer punto del seleccionado local en un certamen ecuménico. “Es una gran compañera, y me encanta su forma de jugar”, agrega.
El corazón mirando al sur
En 2018, jóvenes del populoso barrio Las Flores presentaron en público a Sur Productora, una iniciativa laboral que es el resultado de la capacitación técnica que recibieron de la Cooperativa La Masa (que edita este semanario y el diario digital Redacción Rosario), tanto en la parte del manejo de recursos audiovisuales, como también en lo referente a la organización autogestiva, todo en el marco del programa Nueva Oportunidad que en aquel entonces llevaba a cabo la Provincia.
Érica estuvo desde los inicios de Sur Productora, y se llevó en la valija a Paraguay, además de goles y gambetas, muchos y gratos recuerdos de esa experiencia. “Ahí en barrio Las Flores hice la capacitación de Sur Productora, fui una de las que inició ese curso, y hoy en día estoy viendo que vienen avanzando un montón, y me alegra muchísimo”, dice la flamante incorporación del Libertad Limpeño, y rememora: “Al principio arrancamos con muchas dudas, pero los chicos fueron creciendo. Ahora siempre veo por redes sociales que publican cosas en las que vienen trabajando, y que está muy bueno lo que hacen”.
Jorgelina es otra de las integrantes de la productora de servicios de comunicación que trabaja de manera cooperativa y que es el resultado de la capacitación en los cursos de comunicación, diseño, fotografía y radio dictados en el Centro de Convivencia Barrial (CCB) Las Flores. “Cuando nosotros empezamos a trabajar con Érica estábamos con otros dos compañeros más. Era medio testaruda y chocábamos porque yo también soy igual”, recuerda entre risas Jorgelina, y acota: “Estuvo un año nomás, porque después le salió lo del fútbol. También dejó un tiempo porque tuvo que cubrir a la hermana en otro trabajo, pero después volvió. Al principio la bancábamos porque jugaba y venía a la vez, pero después le empezó a ir bien en el fútbol y se tuvo que dedicar más a eso”.
Entre las filas del emprendimiento que a partir del cambio de gobierno ahora está bajo las alas del flamante programa Santa Fe Más, quien también recuerda a Jesi. “Sí, la vi jugar. Se destacaba incluso entre los varones. Tiraba caños y todo. Desde acá le deseamos todo lo mejor y ojalá le vaya muy bien en esta nueva experiencia de su vida”.
Candela, que también es parte del espacio que acaba de publicar el quinto número de la revista La otra cara y que brinda servicios para redes sociales, le tira un centro a la distancia a su ex compañera que ya se encuentra en tierras paraguayas esperando comenzar a entrenar con su nuevo club. “Es un personaje que, con los que quería, te hacía matar de la risa. Siempre estuvo con la mente en el fútbol y mi deseo es que llegue lo más lejos posible y que no se olvide de los pobres”, dice entre risas.
El último que se engancha a mandarle buenos augurios a Érica, es Joni. “Jesi estaba más enfocada en el fútbol y por ahí faltaba al curso porque tenía que ir a practicar de mañana”, repasa. “Siempre fue buena compañera conmigo, es más siempre nos hacíamos chistes. Quiero desearle lo mejor y que pueda cumplir sus sueños. Y que algún día traiga una camiseta a la productora”, concluye a carcajadas limpias.
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