La artista local Maia Basso presenta su disco debut, al que bautizó La pregunta última, que “gira en torno a esas cosas infinitas, como la vida y la muerte, que no tienen respuestas”. Será este sábado, a las 20, en el Galpón de la Música.
Luego de su lanzamiento en las plataformas que se presentaban disponibles en el pasado mayo pandémico, Maia Basso se sube a un escenario para interpretar, en vivo y bien cerquita del río, las canciones que conforman La pregunta última, su álbum debut como solista. “Es un punto de acumulación de mi material artístico”, dice Maia en diálogo con el envío radial Poné la Pava, de Radio Rebelde Rosario, y se explaya: “Son canciones que fui trabajando en distintas medidas de tiempo, algunas las terminé de armar mientras las estaba grabando y otras ya las venía tocando desde hace unos dos años. Es como una antología de canciones pero con la calidad de todo lo que aprendí en esta etapa de búsqueda, y que logré cerrar a finales del año pasado que es cuando empezó todo este proceso que concluyó con la salida del disco en mayo de este año. Es como un recorrido de todo eso”.
Respecto del contenido musical de este material, sucesor de los sencillos Dorado (2019) y Bebe tu mal (2020), Maia señala que “es un disco climático, oscuro, atmosférico y tiene cierta cosa existencial, de ahí incluso el nombre”, aunque aclara: “Igualmente les invito a escucharlo, porque mejor que yo, hablan mis canciones”. Tras lo que fue la reciente publicación de María, un homenaje a María Elena Walsh en clave electrónica que realizó junto a Gabriel Schubert, Maia se dispuso al armado del show que se concretará este mismo sábado en lo que se conoce como el Galpón de la Música. “Producir un recital independiente es todo un laburo, hay que estar en todos los detalles”, remarca la artista que se caracteriza por el uso de una instrumentación ciento por ciento electrónica. Y tras remarcar que “la tarea es compartida con el sello Polvo Bureau”, reconoce: “Al ser un poco neurótica, el tema de las pantallas, el sonido y algunas cuestiones escénicas, me cuesta mucho delegar”.
En cuanto a lo que va a ocurrir en la noche de este sábado, Maia remarca: “Lo lindo de lo que va a pasar es que no sólo van a sonar las canciones del disco tocadas en vivo, que nunca suenan igual que en el disco, sino que todo eso va suceder en un contexto que para mí es el ideal estético, para lo que yo vengo planteando y me gusta hacer. Soy realizadora audiovisual, entonces hay muchos videos que van apareciendo en la pantalla, además de instalaciones de luces. La idea es darnos todos los gustos porque generalmente cuando te invitan a tocar, llegás, probás sonido y después subís a tocar. Acá vamos a aprovechar para hacer todo ese gran despliegue de puesta en escena, toda una cosa estilística visual. Todo el circo, bah”.
Volviendo sobre el nombre del disco, y ante la requisitoria de cuál es la pregunta última, Basso define: “En realidad son todas las preguntas que no vas a poder responderte, esas que no tienen respuesta. Podría decirse que habla del bucle de preguntarse, repreguntarse cosas que muchas veces no podemos respondernos y que, a la vez, nunca llega esa pregunta última. Porque hasta el fin de nuestros días nos vamos a estar preguntando cosas que no sabemos realmente cómo terminarán. Habla un poco de la vida y la muerte, esas cosas infinitas y finitas a la vez. A veces los nombres salen y después uno los puede interpretar de distintas maneras, a pesar de haber gestado ese nombre uno mismo. Me pasa que por momentos lo pienso de formas distintas, ahora por ejemplo, pienso en qué fue lo último que le pregunté a alguien que ya no está”.
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