Trabajadores del servicio de remises de Rosario realizarán este martes un paro, de 10 a 13, y se movilizarán hacia Pellegrini y Lagos. Denuncian incumplimiento de la ordenanza que aumenta chapas al rubro, y acusan a Cabify y Traslados Rosario de desregular las tarifas.
El Sindicato de Conductores de Remises (Cicore) lanzó una medida de fuerza y movilización para este martes, con una variedad de reclamos: “Incumplimiento de la ordenanza que aumenta chapas de remises; archivo de las denuncias realizadas por el funcionamiento de las empresas clandestinas Cabify y Traslados Rosario, desregularizando tarifas entre otras irregularidades; falta de control en la Secretaría de Movilidad; y vocación de las autoridades por la precarización laboral”.
“Las y los ciudadanos de Rosario se encuentran atravesando el peor momento en la historia del servicio público, en todas y cada una de las categorías que lo componen”, afirmaron los remiseros en un comunicado, en el que responsabilizan de la situación a “la ineficiencia en la conducción del poder político de la ciudad”. Y agregan: “No entendemos si la causa es no saber, no querer, no poder, especialmente en las áreas de movilidad que sumado a la falta de control sólo refleja el caos en el transporte de la ciudad”.
Desde el gremio afirmaron que “las herramientas para el ordenamiento existen, están” pero que “no las aplican, no las reglamentan, y es inexplicable la falta de apego a las normas dictadas por el Concejo local”.
“Las deficiencias en el transporte del servicio público se deben a la falta de planificación. Esta gestión heredó años de ineficiencia de los funcionarios que pasaron sucesivamente por las Secretaría de Servicios Públicos y sus desguaces”, indicaron desde la entidad gremial que conduce Matías Vuletic Fantini. “Hace seis años venimos alertando, denunciando las graves consecuencias en los servicios públicos y semipúblicos padecidas por las y los ciudadanos de Rosario. La pandemia terminó por hacer estallar la realidad”, añadieron.
En este sentido, recordaron que “durante 10 años nos reunimos en los despachos de funcionarios ejecutivos, concejales de diversas gestiones y partidos políticos, obtuvimos la ordenanza que, consensuada entre sindicatos y empresarios, ampliaba la cantidad de licencias de remises, pero a un año aún nada se ha implementado. Los propios funcionarios infringen la ley, no cumplen con lo sancionado por los legisladores locales. No es lo mismo haber entregado las licencias en tiempo y forma pudiendo generar fuentes de trabajo, destrabar en algo el mal funcionamiento del transporte, pero fue más fácil no hacer nada”.
“En saco roto han caído las denuncias realizadas por el funcionamiento ilegal e irregular de Cabify, como también la empresa Traslados Rosario, con vehículos que no se encuentran habilitados y ponen en riesgo la vida de los pasajeros, desregularizan las tarifas y trabajan como empresas clandestinas, donde la falta de control que hace el Estado y sus funcionarios de movilidad los hace cómplices de tales irregularidades, tornándose en una conducta vidriosa”, añade el escrito.
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