En un nuevo aniversario del 2 de abril, el ex combatiente rosarino Rubén Rada, relata su historia particular que en solo un par de días lo trasladó a dos escenarios contrastantes: de una marcha por el fin de la dictadura militar a alistarse para ir al frente de batalla.
Antes del 2 de abril de 1982 (el 30 de marzo) hubo una gran marcha en contra de la dictadura que mostraba también la resistencia popular que existía en esos momentos. Un joven Rubén Rada había participado de esa manifestación duramente reprimida, y apenas volvió se encontró con la citación para ir al frente de batalla. La contradicción que le generó en un principio se sintetizó en una consigna que le ayudó a tomar una decisión: la lucha era contra el imperialismo. Ahora, el ex combatiente y uno de los pioneros de la creación de Centro de ex soldados de Rosario, advierte la pugna que se viene por parte del Reino Unido por despojar a la Argentina de la Antártida.
Rubén Rada contó en el programa Noticias Piratas de Radio UNR su historia particular, que en solo un par de días lo trasladó a dos escenarios contrastantes; de una marcha en contra la dictadura militar a alistarse para ir al frente de batalla en el Atlántico Sur.
“Yo estaba de baja, estaba desocupado, la dictadura dejó muchas cosas, los índices de desocupación eran gigantes, lo que pasa es que nadie podía decir nada sino desaparecía. Y se armó una marcha muy grande pidiendo «paz, pan y trabajo». La sociedad argentina no daba más. El 30 de marzo marchamos a plaza de Mayo en unos colectivos de la Confederación General del Trabajo, ahí matan a un compañero en la avenida de Mayo, Ramos, hubo una gran represión”, recordó el presidente honorario de la Confederación Nacional de veteranos de Guerra de la República Argentina.
“Los camiones hidrantes tiraban pintura roja y quedamos todos manchados. Entonces nos fuimos a la casa de unos compañeros en San Telmo a lavarnos toda la ropa”
“En esa época los camiones hidrantes tiraban pintura roja y quedamos todos manchados. Entonces nos fuimos a la casa de unos compañeros en San Telmo a lavarnos toda la ropa -que era la única que teníamos-, porque si subíamos así al (tren) Tucumano en Retiro, nos agarraba la Policía Militar porque estábamos todos marcados”, relató el ex soldado combatiente de Malvinas.
“Estaba mi vieja con la escoba en la puerta barriendo: Lo vienen a buscar a mi hijo para la guerra”
“Nos quedamos un día más. Salimos el primero (de abril) a las siete de la tarde, en el tren que iba a Rosario. Nos pararon en San Nicolás, nos pedían documentos, no pasó nada, veníamos todo limpito. Llego a mi casa, me acuesto tarde y en la mañana temprano me levanta mi vieja diciendo: «Despertate, despertate, el ejército está en las Malvinas». Yo vivía en una prefabricada en La Lata y tenía el televisor para que no le dé el reflejo en la ventana pero del lado de adentro. Miraba y digo: pucha, nos mataron a palos y ahora están todos entregando banderitas diciendo «la patria, la patria»”, rememoró Rada, y continuó: “Y veo que venía un camión del ejército y digo me vinieron a buscar por lo de la plaza… pero no. Estaba mi vieja con la escoba en la puerta barriendo, las madres tiene un sentido que no tenemos los hombres ni los que no somos madres, y los quería echar con la escoba: «Lo vienen a buscar a mi hijo para la guerra».
“En los momentos difíciles cuando se toca la bandera hay que ir a defenderla sea como sea”
“Yo tenía una contradicción, tenía que elegir entre el mi ideología y la bandera. Venía mi viejo, que le había pasado mal porque él estaba en la fábrica y había sido delegado, y me dijo que eligiera la bandera, y yo elegí la bandera”, sintetizó.
Claro que tuvo dudas y a veces sintió hasta culpa, confiesa Rada. Pero los años fueron reafirmando su convicción y orgullo “porque en los momentos difíciles cuando se toca la bandera hay que ir a defenderla sea como sea”.
“No nos equivoquemos, era (una guerra) contra el imperio, el mismo que me enseñó mi viejo y que me jodió la vida a 200 años. Mi viejo me lo decía siempre, no solo nos jodió a nosotros sino a toda América”. “Y no me equivoqué, porque (Malvinas) son los recursos naturales”, sentenció.
“A nosotros nos enseñaron a no mirar el mar -advierte Rada-. Hoy, hay una gran sequía y tengo a la dirigencia buscando dólares por el resto del mundo para poder seguir viviendo, cuando tengo un mar que me están sacando todo y que tiene más potencial que plantar soja, tiene diez veces más riqueza que la pampa y estoy muerto de hambre y no tengo un mango en el Banco Central”.
“Eso es Malvinas, no era solo la locura de un borracho, eran los recursos naturales que nos pertenecen, que los viven depredando, eso es Malvinas”, subrayó el ex combatiente. quien cayó prisionero en combates en el monte Dos Hermanas, en el avance final de las tropas británicas hacia Puerto Argentino.
“Algún día van a volver (a ser argentinas), tienen que entender que nos robaron un montón de riquezas, no sólo las Malvinas”
“Y el trampolín más grande es la reserva de agua del planeta, la Antártida, que vos sabés que si vas a Inglaterra le dicen Reina Victoria, no dicen Antártida Argentina, y eso en díez años hay que debatirlo en los foros internacionales”, avisa Rada. “Yo quiero ver a mis dirigentes políticos negociar de pie la Antártida, como negociar de pie las Malvinas, no de rodillas. Tal vez no la vea, pero algún día van a volver (a ser argentinas), tienen que entender que nos robaron un montón de riquezas, no sólo las Malvinas, nos robaron un montón de cosas que pertenecen a la República Argentina”, resaltó el veterano de guerra.