Sumamente disconforme e inmerso en la bronca por las bajas condenas que recibieron tres de los cuatro acusados por el crimen de su hijo Carlos Bocacha, Edgardo Orellano, cuestionó la actuación de los jueces del tribunal de primera instancia y anticipó que apelarán el fallo.

“Si ustedes tienen familia o hijos, sepan que matar en Rosario es gratis”, dijo este miércoles tras la audiencia en el Centro de Justicia Penal de Rosario.  En medio de un clima tenso y rodeado de otros familiares y amigos de Bocacha, el joven asesinado el 24 de febrero de 2020 en la puerta del boliche Señor Ming de la estación Fluvial, expresó con dolor que esperaba penas “de 18 o 20 años” y también que nunca imaginó que absolverían a Maidana. “El que sabía dónde estaban los puntos oscuros (de las cámaras) donde torturaron a mi hijo”, dijo y añadió: “Nosotros vimos las mismas fotos y videos que vieron los jueces, el pulmón reventado de mi hijo, los golpes y machucones que tenían. Cómo van a matar entre cuatro y le dan seis años”, se preguntó. En ese sentido aseguró que no cree “en la Justicia” y que por eso “matan a dos o tres personas por día” en la ciudad. “Rosario es la capital del narcotráfico y la injusticia”, graficó Orellano.

En el veredicto leído este miércoles en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el tribunal decidió que el policía Gabriel Julio Nicolossi reciba la pena de 12 años de prisión, la policía Karina Gómez 9 años y el patovica Emiliano López 6 años. En tanto, el empleado de seguridad privada Claudio Fabián Maidana resultó absuelto.

Fuente: R3

¡Sumate y ampliá el arco informativo! Por 1000 pesos por mes recibí todos los días info destacada de Redacción Rosario por correo electrónico, y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Para suscribirte, contactanos por Whatsapp.

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Como en “El cuento de la criada”, para denunciar la violencia de género

“Milei, Pullaro y Javkin nos quieren como criadas. No lo vamos a permitir”, decían los car