El ex mandatario fue inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2030. Es culpable de propalar discursos de odio y por su permanente prédica contra la democracia, “no sólo en Brasil, sino en todo el mundo, con el único objetivo de engañar a electores”, según el fallo.
La justicia electoral de Brasil determinó por mayoría la inhabilitación del ex presidente Jair Bolsonaro para presentarse a cargos públicos hasta 2030. Los fundamentos del fallo incluyen una contundente condena al uso de las noticias falsas, los discursos de odio, las teorías conspiracionistas y el papel de los medios hegemónicos. En sintonía con una preocupación verificable en gran parte del mundo, la decisión de los jueces deja en claro que el accionar de los poderes fácticos a través de estas estratagemas resulta incompatible con la democracia, las instituciones y el estado de derecho.
El juez Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que fue objeto de virulentos ataques por parte del bolsonarismo, afirmó que esta sentencia es una respuesta al “populismo degradante nacido en discursos de odio y antidemocráticos” y destacó que estos “discursos propagan una desinformación asquerosa no sólo en Brasil, sino en todo el mundo, con el único objetivo de engañar a los electores”.
De Moraes insistió en que los dichos del ex mandatario no se trataban de “opiniones personales”, sino de “mentiras permanentes y fraudulentas con el objetivo de subvertir y pervertir el proceso electoral y, por ende, la democracia”. También mencionó en los fundamentos de su voto “la difusión de discursos de odio y antidemocráticos en las redes sociales, con un falso barniz de veracidad”.
“Es importante crear un precedente en el TSE para combatir la propagación del odio y las falsedades contra el proceso electoral”, insistió el magistrado, al tiempo que dejó en claro que es una sentencia ejemplarizante con la que se intenta disuadir a cualquiera que piense emular los ataques mentirosos contra los comicios. “Durante 40 años Bolsonaro fue elegido con el sistema que ahora cuestiona”, señaló De Moraes.
La mayoría de los jueces del TSE respaldaron la posición del relator del proceso, Benedito Gonçalves, quien consideró a Bolsonaro culpable de abusos de poder durante la campaña electoral.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, aseguró que el gobierno le exigirá a Bolsonaro una indemnización: “La decisión del tribunal prueba que fueron perpetrados ataques abusivos al sistema de justicia y al orden jurídico. Por ese motivo, enviaré una petición a la Abogacía General del Gobierno para que analice la posibilidad de exigirle una indemnización por los daños que le causó al Poder Judicial y a la propia sociedad”, indicó el funcionario en declaraciones reproducidas en Página 12.
“Crímenes en serie y organización delictiva”
Por su parte, el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, afirmó que la condena fue el primer paso “hacia la rendición de cuentas por los crímenes en serie cometidos y la organización criminal que encabeza”.
“No se trata de festejar que Bolsonaro no pueda disputar las próximas elecciones, que es algo muy distante de nuestras preocupaciones. Se trata de dejar claro el papel del ex presidente en los ataques a la democracia y en no aceptar el resultado de las urnas”, agregó Padilha.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, consideró que la decisión de los magistrados “tiene una enorme forma didáctica y condena los métodos de la extrema derecha, la diseminación industrial de mentiras, amenazas a la democracia y el uso del poder público para perseguir adversarios y prevalecer en la disputa electoral”.
“Se trata de un gran día y se demuestra que la defensa de la democracia y el enfrentamiento al fascismo permanecen en el orden del día en la sociedad brasileña”, agregó la dirigente.
El tribunal declaró a Bolsonaro culpable de “abusos de poder” por diseminar mentiras y sospechas sin fundamentos sobre el sistema electoral ante embajadores extranjeros. Con esta decisión, adoptada por cinco votos frente a dos en el TSE, el líder ultraderechista de 68 años no podrá aspirar a ocupar cargos electivos ni ejercer puestos en la administración pública durante ocho años, contados a partir de octubre de 2022, cuando se celebraron los comicios en los que le ganó Luiz Inácio Lula da Silva. El ex mandatario se declaró inocente y dijo que va a seguir en política.
Bolsonaro perdió las elecciones presidenciales de octubre de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva por menos de dos puntos y logró 58 millones de votos. En las elecciones de 2018, cuando Bolsonaro le ganó al candidato del PT, Fernando Haddad, se utilizó en Brasil el mismo sistema electoral que en 2022. Pero en ese caso no hubo crítica alguna al mecanismo de votación.
Lo esperan 16 causas más
El diario español El país señala que no es la única investigación que pesa sobre Bolsonaro y su gestión: tiene 16 causas abiertas La inhabilitación tuvo que ver con un caso relacionado con una actividad que convocó a tres meses de las elecciones.
En esa oportunidad, el ultaderechista ofreció un furioso discurso en el que atacó, sin fundamentos sólidos, a las autoridades electorales y al sistema de votación. La condena es también por uso indebido de los medios porque la reunión con los diplomáticos fue retransmitida por la televisión pública.
Bolsonaro puede recurrir la inhabilitación, pero en Brasil se da por supuesto que las probabilidades de que la condena sea revertida en instancias superiores son escasas o nulas. Por eso, alguno de sus aliados empezó a preparar una ley de amnistía, informa el diario español.
El TSE es la instancia jurídica máxima de la justicia electoral brasileña, teniendo jurisdicción nacional. Las demás instancias son representadas en los momentos de elecciones por los tribunales regionales electorales (TRE), jueces electorales y juntas electorales repartidas por Brasil. El TSE ejerce acción conjunta con los TRE, que son los responsables directos por la administración del proceso electoral en los estados y en los municipios.
Según informó el diario brasileño Brasil 247, tras el fallo Bolsonaro dijo que fue “apuñalado por la espalda” y, visiblemente molesto, aseguró que siempre actuó “dentro de las cuatro líneas” de la Constitución. Asimismo, agregó que su intención era sólo dar más “capas de seguridad” al proceso electoral, señalando que ya defendía el voto impreso desde la época en que ocupaba el cargo de diputado federal.
“Hoy estamos viviendo la inelegibilidad aquí. No me gustaría ser inelegible. En política, esa frase no es mía, nadie mata, nadie muere”, balbuceó Bolsonaro frente a periodistas en Belo Horizonte, recordando el ataque que sufrió en las elecciones de 2018.
“Me dieron una puñalada en el estómago, y hoy me dieron una puñalada en la espalda por abuso de poder político”, agregó.
El manejo que el ex presidente hizo de la pandemia también podría ponerlo frente a los estrados judiciales. Se registraron 700 mil muertos en Brasil, sólo por debajo de Estados Unidos en números absolutos. Bolsonaro restó importancia al covid-19, y llegó a calificar la enfermedad como “gripecita” en medio de una avalancha de mentiras que confundieron a la población y causaron enormes daños a la salud pública. El ex presidente desafió sin argumentos los datos científicos para combatir el virus, se burló del uso de mascarillas y advirtió que las vacunas podrían convertir a las personas en cocodrilos.
Otra de las herencias nefastas de su gestión tiene que ver con su ataque al medio ambiente a favor de los negocios. Lo que se denomina ecocidio. La deforestación de la Amazonía aumentó más del 70 por ciento durante su mandato respecto al promedio anual de la década anterior.
También están en marcha investigaciones sobre su instigación al golpe de Estado. Luego de perder por un estrecho margen las elecciones, Bolsonaro se negó a felicitar a su adversario y a admitir abiertamente su derrota. Se refugió en un silencio absoluto, incluso en sus redes sociales, donde siempre había tenido una gran presencia.
Huyó a Estados Unidos dos días antes del fin de su mandato y no asistió a la toma de posesión de Lula el 1 de enero. Una semana después, miles de seguidores de Bolsonaro invadieron y vandalizaron el palacio presidencial, el Congreso y la sede de la corte suprema, en un intento fallido por derrocar a Lula. La Justicia investiga el accionar del ex mandatario con relación a los ataques y la posibilidad de que haya sido instigador del intento de golpe del 8 de enero.
También es investigado por la policía y las autoridades tributarias por haber intentado importar ilegalmente joyas valoradas en millones de dólares que él y su esposa, Michelle, recibieron de Arabia Saudita.
“La condena se produce seis meses después de que el 1 de enero, al abandonar el poder tras perder las elecciones, Bolsonaro dejara de tener inmunidad por primera vez en tres décadas de carrera política. Antes fue militar. Su carrera como uniformado también acabó en los tribunales, en este caso militares. Bolsonaro fue juzgado por conspirar para hacer estallar bombas en puntos estratégicos de Río de Janeiro en 1987 en protesta por los bajos salarios de la soldadesca. Condenado en primera instancia, recurrió y después fue declarado inocente e instado a dejar el ejército por la puerta trasera. Emprendió una carrera política como diputado. Era del bajo clero, conocido por su nostalgia de la dictadura y sus exabruptos. Para sorpresa de todos, un cóctel de odio al PT, hartazgo y redes sociales lo catapultó a la Presidencia de la república. Con la derrota, su papel político quedó muy desdibujado. Y ahora ni siquiera podrá presentarse a las elecciones”, concluye en su nota de El país la corresponsal de ese diario en Brasil Naiara Galarraga Gortázar.
Lula contra la desinformación
Lula colocó el combate a la desinformación y a la utilización de los medios de comunicación como vectores de discurso de odio como parte de la lucha contra la prédica golpista y de ultraderecha.
La preocupación de Lula sobre el tema estuvo presente en su reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden, en febrero de 2023. Asimismo, el mandatario brasileño se pronunció a favor de establecer un mecanismo para luchar contra el discurso de odio durante la Conferencia Global de la Unesco realizada en París.
Lula propuso la regulación multilateral a nivel global de las plataformas digitales para evitar que las gigantes corporaciones tecnológicas puedan afectar las decisiones de las democracias mediante la divulgación de noticias falsas. “No podemos permitir que la integridad de nuestras democracias se vea afectada por las decisiones de unos pocos actores que hoy controlan las plataformas”, aseguró el mandatario en el marco de la conferencia “Internet For Trust” (“Internet Confiable”), tuvo lugar el 22 y 23 de febrero en París.
“La regulación debe garantizar el ejercicio de los derechos individuales y colectivos. Debe corregir las distorsiones de un modelo de negocio que genera ganancias explotando los datos personales de los usuarios. Para que sea eficiente, la regulación de las plataformas debe prepararse con transparencia y mucha participación social”, agregó Lula, al tiempo que propuso que las acciones a nivel internacional deben coordinarse multilateralmente y pidió a la comunidad mundial “trabajar ahora para brindar respuestas efectivas a este desafiante problema de nuestro tiempo”.
El presidente de Brasil dijo que es necesario un “equilibrio” para garantizar el ejercicio de la libertad individual de expresión y a la vez “asegurar un derecho colectivo: el derecho de la sociedad a recibir información fidedigna, y no la mentira y la desinformación”.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 08/07/23
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