El Quinteto Negro la Boca, que viene de recibir el prestigioso premio que distingue lo más destacado de la música nacional y que lleva el nombre del Zorzal criollo, vuelve a Rosario para celebrar –además– sus 15 años de trayectoria.
Vuelve a Rosario el Quinteto Negro La Boca, ese viejo conocido de este medio. En esta oportunidad, los músicos vienen con motivos para festejar. Uno de ellos, es que acaban de ganar el premio Gardel 2023 a mejor canción de tango. Otro, es que están cumpliendo 15 años de trayectoria. Y un tercer motivo es que pronto saldrá su próximo disco.
Si usted se toma el trabajo de googlear “Redacción Rosario + Quinteto Negro La Boca”, verá que no son pocas las notas que este medio le realizó a la agrupación de tango xeneize. El motivo no tiene misterio alguno: su bandoneonista y director, Pablo Bernaba es rosarino, amigo de la casa y nos gusta lo que hacen.
Por lo tanto, con subjetiva alegría contamos que a mediados de mayo el quinteto ganó el Premio Gardel en el rubro “mejor canción de tango” con el tema Oda a las huelgas patagónicas (feat Ana Sofía Stamponi & Ernesto Zeppa), en el marco de su decimoquinto aniversario y que habrá festejo xeneize en la ciudad de leprosos y canallas, o viceversa.
El sábado 5 de agosto, a las 21, en la Casa del Tango, se presentarán y recorrerán su amplio y corrosivo repertorio (según ellos mismos), desde los tangos libertarios junto a Osvaldo Bayer hasta sus últimos singles Que te vomite Dios y la mencionada y galardonada Oda a las huelgas patagónicas, pasando por distintos cruces urbanos que van desde el punk hasta el rap, e incluso los temas de su próximo disco que saldrá antes de fin de año.
“El Gardel significó un reconocimiento a la trayectoria. Si bien el premio es por un tema en particular, el mismo encadena la temática de las huelgas patagónicas y todo el trabajo que hicimos previamente con Osvaldo Bayer cuando él estaba en vida y que seguimos haciendo con los diferentes actores sociales, como las comisiones de lucha de aquel momento”, contó Bernaba, quien bautizó a sus dos bandoneones con los nombres de sus abuelos en agradecimiento a la semilla musical que sembraron en él.
Sentado en una estación de servicio, cercana a las cuatro plazas, llena de parroquianos del barrio que cafetean y conversan sobre la seguridad y el fútbol de la ciudad, el bandoneonista es un rosarino más, pese a su pantalón buzo de Boca y a que cuenta que el premio reivindica una lucha y condena una masacre ocurrida en la Patagonia a través de un grupo musical identificado con un barrio de la Capital Federal.
“Fue un premio a la estética política del Quinteto –remarca– y también a toda la gente del sur y quienes están trabajando para que este tema no pase al olvido”. También hace referencia a la pelea para que se trate en las diferentes cámaras del Congreso el pedido de declarar de lesa humanidad los crímenes cometidos por el ejército en el sur de nuestro país.
El músico, que abraza la anarquía, logró que su arte sea una herramienta de lucha. “Hay cuerpos no identificados, probablemente los primeros desaparecidos de la democracia tengan que ver con este hecho, ya que estamos hablando del gobierno de Yrigoyen”, afirma. Y cierra con una síntesis: “En la premiación hay un trasfondo estético político más allá del reconocimiento a la música en sí y a la trayectoria del Quinteto”.
El Quinteto Negro La Boca está de celebraciones y el convite musical será el sábado 5 de agosto en la Casa del Tango (avenida Illia 1750), como para agendar.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 29/07/23
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