Ante una nueva edición de la Marcha del Silencio, en la que cada 20 de mayo el pueblo uruguayo reclama verdad y justicia por sus detenidos y desaparecidos en dictadura, el futbolista de Rosario Central Facundo Mallo y el basquetbolista Mateo Sarni, hacen memoria.
“El sabor de lo oriental con estas palabras pinto; es el sabor de lo que es igual y un poco distinto” (Milonga para los orientales, de Jorge Luis Borges)
El mate, el asado, Gardel, los celestes y blancos, el dulce de leche, las empanadas, el candombe, la milonga, Horacio Quiroga, Julio Sosa, Víctor Hugo Morales, son algunas de las tantas cosas que hermanan a los pueblos de Argentina y Uruguay, otrora integrantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero también las dictaduras salvajes, los exilios, las desaparecidas y los desaparecidos. Ante una nueva edición de la Marcha del Silencio, que en el paisito vecino es organizada cada 20 de mayo por Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y demás organismos de derechos humanos, el futbolista Facundo Mallo, actual defensor de Rosario Central, y el basquetbolista Mateo Sarni, comparten sus miradas y pensamientos, y coinciden en que el deporte es una gran herramienta para aportar a la búsqueda de verdad y justicia, y para mantener viva la memoria.
¿Dónde están?
En la previa de la Marcha del Silencio, varios deportistas de renombre se sumaron a la campaña por verdad y justicia para las y los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar que azotó a Uruguay entre 1973 y 1985. El ex técnico de la selección uruguaya, Óscar Washington Tabárez, el Maestro, y los ex jugadores de la Celeste, Sebastián Coates y Cristian Cebolla Rodríguez, fueron algunos de los que pusieron el cuerpo en un video difundido en redes sociales el pasado lunes. “Mayo, el mes de la memoria, nos vuelve a convocar como sociedad en la búsqueda incansable de memoria, verdad y justicia”, remarca Tabárez, que en nuestro país dirigió a Boca, y continúa: “Mantener viva la memoria es responsabilidad de todos. Nunca más terrorismo de Estado. ¿Dónde están?”. En el documento audiovisual también aparecen Marcelo Broli, ex mediocampista de Peñarol y Nacional y DT campeón del mundo Sub-20 en el certamen que en 2023 se disputó en Argentina; la futbolista Valeria Colman, los basquetbolistas Bruno Fitipaldo, capitán de la Celeste, y Florencia Somma, y la jugadora de hockey Manuela Vilar del Valle.
En las imágenes que se van sucediendo resalta la margarita en parte deshojada, símbolo de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, estampada en las camisetas de los deportistas. “El año pasado hubo una campaña similar pero de personas vinculadas a la cultura que se llamó Imágenes del Silencio, en la que aparecieron algunos jugadores y jugadoras, entre ellos el Maestro Tabárez”, cuenta Mateo Sarni, quien reparte sus días y horas entre el básquet y la militancia social, y añade: “Eso, a otros deportistas nos movió, por la repercusión que tuvo, los cuestionamientos que hubo, y nos dejó pensando en realmente seguir posicionándonos desde el lugar del deporte, que es nuestro lugar. Y en una reunión en la casa del Maestro surgió la idea de hacer un video que, a diferencia del otro, está organizado y presentado exclusivamente por deportistas, entrenadores y personas vinculadas al deporte. El video es una buena forma de hacernos presente”.
“El mes de mayo en Uruguay (yo viví en Montevideo toda mi vida) te trae muchos recuerdos, mucha reflexión, de preguntar mucho, por lo menos a mi generación, en mi caso a mis padres, mis tíos. A mí me saca un poco de la rutina y me lleva a preguntar cosas a las personas que lo vivieron”, devuelve de memoria Facundo Mallo, zaguero canaya, y agrega: “En mi casa siempre se habló del tema, siempre hubo muchos libros. En vacaciones, por ejemplo, mis viejos se llevaban una montonera de libros cuando íbamos a la playa y uno manoteaba alguno a la siesta cuando no quería dormir, y hojeaba. Y eso se prestaba para la pregunta. Eso te va abriendo puertas, historias que a mi generación le quedan un poco lejos. Si no fuese por el relato, la memoria de los que la vivieron, te quedás afuera. En mi caso, la intriga, los libros y los relatos de familiares que me acercaron”.
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El posteo en redes sociales del video del colectivo de deportistas tiene adhesiones varias, como las del ex jugador y escritor uruguayo Agustín Lucas, o la de su par rosarino Kurt Lutman. Y hasta la del histórico capitán de la Selección Argentina, Juan Pablo Sorín, que en un comentario gritó: “Nunca Más”.
El 20 de Mallo
La intersección de la avenida montevideana 18 de Julio y la calle Gaboto es el punto de encuentro y de partida de la tradicional marcha cada 20 de Mayo. A una cuadra vive la familia Mallo, y vivió Facundo durante años. “Así que siempre nos tocó vivir la concentración de cerca, caminarla o desde el balcón, o tomando un mate desde la vereda”, cuenta este referente de la defensa auriazul en diálogo con El Eslabón. Pero su participación en esa movida comparable con nuestro 24 de Marzo no le llegó al jugador por una cuestión de cercanía de su casa. “Tengo el recuerdo de una de antes de mudarnos. Mi vieja nos llevó a mi hermano y a mí a la marcha”, dice mientras sigue rememorando, y remata: “Impacta el silencio”.
Mallo recuerda que en su etapa de botija ni en la escuela ni en el colegio se hablaba tanto del tama, o con la importancia que ameritaba: “Sí, me pasó de hablar con alguno que quizá tenga una historia más cercana a esas realidades, pero es algo más personal que institucional”. Similar a lo que le ocurrió en los vestuarios: “El gremio (de futbolistas) tampoco ha tocado el tema institucionalmente”. Pero hay excepciones, como le ocurrió en Defensor Sporting, equipo en el que jugó entre 2020 y 2022, gracias a una iniciativa del entrenador Marcelo Méndez, actual DT de Gimnasia y Esgrima La Plata: “Él invitó a familiares de desaparecidos y nos dieron una charla. Y nos preguntaron si nos interesaba entrar a un partido con Nacional en el estadio Luis Franzini”, donde el equipo violeta hace las veces de local. “Y entramos con pancartas –continúa–. Fue una movida nuestra, una forma de utilizar los canales de información que es el fútbol”.
El interés del defensor surgido del Liverpool uruguayo y con pasado en el fútbol rumano por pasado reciente de su país surgió como una especie de contagio de las lecturas familiares: “En casa siempre hubo y hasta el día de hoy hay libros de historia. Eso es fundamental, como también lo es ver a tus padres interesados en el tema, que lean. Que alrededor tuyo tengas la iniciativa particular de informarte del tema, después cae por sí solo que cuando uno ve a sus padres, generalmente intenta imitarlos, o agarra lo que ve. Eso nos pasó a mi hermano y a mí, pero por iniciativa propia, no es que éramos presionados ni mucho menos, simplemente porque nos resulta interesante nuestra historia reciente, y esta es gran parte de ella”.
Garra Charrúa y corazón
Mateo Sarni es, además de un joven base del Club Urupan que juega en la primera división de la Liga Uruguaya de Básquet, uno de los impulsores de la movida del video con voces y rostros de deportistas. Destaca los compromisos con la causa de Sebastián Papelito Fernández, ex campeón con Banfield, a quien califica como “uno de los jugadores más queridos del fútbol uruguayo”, lo mismo que Bruno Fitipaldo, capitán de la selección de básquet y “una de las personas más respetadas y queridas del básquet de nuestro país”. Y reflexiona sobre ellos y otros tantos de los que figuran en el spot: “Que haya esa coherencia entre lo buenos jugadores que son y esa condición humana, empuja a sentirse interpelado por este tema social”.
Fanático de Los Redondos (“es mi banda favorita”), el también presidente de Basquetbolistas Uruguayos Asociados (BUA), recuerda sus primeras inquietudes sobre la dictadura: “Dimos algo en el liceo (lo que sería la secundaria en Argentina), y ya cuando uno crece empieza a darse cuenta de la magnitud de las desapariciones, del Estado que es el ente que debería cuidar a los ciudadanos y que sin embargo el terrorismo vino de ahí, que sea sistemáticamente, el tema del Plan Cóndor”. Y agrega que tras adquirir todo ese conocimiento “uno se va armando hasta llegar a la Marcha del Silencio, que es pasar, para alguien joven como yo, de la diferencia entre lo que podés pensar teóricamente y lo que empezás a sentir cada vez que se dice el nombre de un desaparecido y que todos los uruguayos que están ahí dicen «¡presente!». Es muy emotivo”.
Los datos oficiales uruguayos dan cuenta de 197 personas desaparecidas por acciones atribuidas al Estado entre 1968 y 1985, cuando –plebiscito mediante– retornó la democracia. “Quedaron una cantidad de desaparecidos enorme, violaciones, represión total, derechos humanos totalmente de lado. Todavía hoy se sigue intentando reconstruir la pérdida de familiares, la búsqueda de información de desaparecidos, que la verdad ha sido muy poca desde el 85 para acá. Si no me equivoco, sólo han sido 4 o 5 casos en los que se han encontrado los restos”, repasa Facundo Mallo, y reclama: “Esto debería ser una política de Estado, debería trascender a los gobiernos de turno. Algunos han tenido más intentos, pero la verdad es que ninguno ha movido mucho la vara. Han pasado más de 50 años y se ha avanzado poco”.
Por último, el zaguero auriazul refiere a los puntos en común entre las dictaduras argentina y uruguaya, sus charlas del tema con su compañero de plantel Juan Cruz Komar, su admiración por la historia de las Abuelas de Plaza de Mayo, y sobre el poder del fútbol para llegar a más personas: “Mucha gente está pendiente de los jugadores. Con que una sola persona pregunte o averigue sobre estos temas después de que uno haya hecho un posteo en redes sociales o dé una entrevista, ya es bastante. Es un arma útil, que en estos casos está bueno agarrarla y utilizarla, porque es mucha la gente que nos presta atención”. Y Sarni cierra desde la República Oriental: “La idea de este movimiento es sostener la memoria, tan importante para que no vuelva el terrorismo de Estado, para que no se vuelvan a decir las cosas de las que siempre hay alguien ahí esperando que se digan, con la impunidad de los medios de comunicación. También buscamos sostener los lazos, seguir hablando del tema, reflexionar, cómo nos atraviesa”.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 18/05/24
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