Los resultados de las elecciones para el Parlamento Europeo demuestran que los votantes de entre 18 y 24 años contribuyeron en gran medida al avance de los partidos xenófobos, reaccionarios y ultraconservadores. Los hombres en mayor medida que las mujeres.

Entre los análisis, preguntas y reflexiones que se vienen publicando sobre el avance de la derecha y la ultraderecha en las elecciones  del Parlamento Europeo 2024 , se insiste sobre la composición etaria del sufragio y la incidencia de los y las jóvenes en el resultado.

Según un informe publicado por la agencia alemana Reuters, la extrema derecha ganó entre los jóvenes europeos, más preocupados por la economía que por el medio ambiente, y bajo la influencia de las redes sociales.

“Desde Alemania y Francia hasta Polonia y España, la extrema derecha incursionó en el voto juvenil en estados clave en estas elecciones de la UE. Es una generación que ha crecido en medio de crisis constantes, que está en la búsqueda de nuevas respuestas, y que se informa sobre política en TikTok y YouTube”, afirma la nota titulada “How the far-right gained traction with Europe’s youth” (“Cómo la extrema derecha ganó terreno entre la juventud europea”).

El informe de la agencia alemana considera que los votantes jóvenes, tradicionalmente percibidos como más de izquierda, impulsaron la ola de apoyo a los partidos ambientalistas en las últimas elecciones de la UE en 2019, ganándose el apodo de “Generación Greta” en honor a la joven activista climática sueca Greta Thunberg. Y agrega que lo sucedido en las últimas elecciones fue muy diferente: “Pero tras la pandemia, la guerra de Ucrania y la crisis del costo de vida, muchos cambiaron su apoyo este año hacia partidos de extrema derecha que aprovecharon sus preocupaciones, impulsando su ascenso general en las elecciones al Parlamento de la UE del 6 al 9 de junio de 2024”, señala la nota firmada por Sarah Marsh, Barbara Erling y David Latona, que hace referencia al espacio que ocupan ciertas redes sociales en la comunicación política. 

“Dado que los líderes de los movimientos nacionalistas y antisistema de Europa, a menudo advenedizos, dominan las nuevas redes sociales mejor que sus homólogos tradicionales, están ganando prestigio como contracultura subversiva entre algunos jóvenes”, señala la nota, que deja flotando uno de los grandes interrogantes a la hora de analizar el voto joven: ¿Cómo puede considerarse rebelde o subversivo el apoyo a posiciones pro-mercado, reaccionarias, racistas, misóginas y homofóbicas?

Según los analistas que cita la agencia alemana, las personas que manejan ciertas redes sociales atraen a hombres jóvenes que se sienten abandonados y censurados por lo que consideran una corriente hegemónica: el progresismo. 

En el texto de Reuter en inglés se utiliza el término “wokismo”, que es traducible como “progresismo”, pero que tiene una larga historia que también da cuenta de cambios culturales.

“Woke” (en inglés “estar despierto”) hace referencia al sector de la población que “es consciente de los problemas sociales y políticos, en especial el racismo”, según recogió en 2017 el diccionario de Oxford. Su uso para alertar contra el racismo se remonta al movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos a mediados del siglo XX, y se popularizó en la última década con el movimiento Black Lives Matter. Desde entonces, el wokismo se ha extendido a la lucha contra la violencia sexual, la xenofobia o la homofobia. A su vez, ha sido herramienta de marketing para grandes compañías y, para la derecha y la ultraderecha, es la quinta esencia del mal, y representa todos los valores e ideas que ese espectro político rechaza y combate. 

“Alemania no va en buena dirección y fue el único partido con un mensaje realmente claro sobre la migración”, dijo Christoph, de 17 años, un estudiante de una escuela de oficios en Berlín que no quiso dar su nombre completo y que votó por el partido de extrema derecha neo-nazi Alternativa para Alemania (AfD).

La nota de Reuter asegura que el apoyo al AfD, que quiere frenar la migración y advierte contra lo que llama la islamización de Alemania, aumentó del 11 por ciento (en las elecciones de 2019) al 16 por ciento entre los menores de 25 años (en las elecciones de 2024). Según una encuesta a pie de urna de la empresa Infratest Dimap, este aumento del voto a la derecha entre los jóvenes es más del doble del incremento de sufragios que ese espectro político logró entre el total de la población, que fue de un 5 por ciento.

El informe señala que se produjo una sorpresa en este sentido. Se esperaba que la decisión de Alemania de permitir votar a jóvenes de entre 16 y 18 años por primera vez favoreciera a los partidos de izquierda. Pero resultó todo lo contrario: ayudó a AfD a lograr un histórico segundo lugar a nivel nacional.

Sarah Marsh, Barbara Erling y David Latona advierten que no en todas partes la extrema derecha se benefició del voto joven, pero a la vez analizan que la tendencia seguirá preocupando a los partidos tradicionales, que se enfrentan a elecciones anticipadas el 30 de junio en Francia, y a las elecciones federales de 2025 en Alemania. 

Reuter agrega que una encuesta reciente entre la juventud alemana mostró que los jóvenes estaban cada vez más preocupados por la inflación, las viviendas caras y las divisiones sociales, y menos por el cambio climático. Como para tomar un ejemplo, el partido que defiende el medio ambiente, Los Verdes, obtuvo un 11 por ciento del voto juvenil en las elecciones de este año, 23 puntos porcentuales menos que en 2019.

“Ya no tienen la sensación de que si trabajan duro el futuro será mejor, y están decepcionados con los partidos en el poder”, señaló con relación a la encuesta su director principal, Simon Schnetzer, que agregó asimismo que el pesimismo económico está volviendo a los jóvenes más receptivos a las iniciativas del AfD, en especial a su retórica antiinmigración.

Sobre este punto, Christoph dijo que sus experiencias lo llevaron a creer que los inmigrantes más recientes de Alemania “eran más propensos a la violencia y no estaban dispuestos a integrarse”.

En Francia, la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) obtuvo el 25 por ciento de sus votos entre los jóvenes de 18 a 24 años, según el encuestador Ipsos, un aumento de 10 puntos porcentuales en comparación con un aumento general de alrededor de 8 puntos.

“Me preocupa porque vi que la extrema derecha quiere deportar a personas incluso si tienen ciudadanía alemana como yo”, dijo a Reuter Ensar Adanur, de 17 años, un alemán de origen turco. “Pero Alemania es mi hogar”, concluyó Ensar.

En Polonia, sin embargo, el apoyo a la Confederación de extrema derecha entre los votantes de 18 a 29 años aumentó del 18,5 por ciento al ​​30,1 por ciento, lo que la convierte en la principal opción para ese grupo demográfico.

Los partidos tradicionales “ya no tienen credibilidad para mí, el gobierno anterior y el actual lo demuestran claramente”, afirmó Paweł Rurkowski, de 30 años, un especialista en Tecnología que votó por la Confederación.

Tiktok, Youtube y Telegram

El informe de Reuter menciona el “relativo dominio” de los partidos de extrema derecha de los canales de comunicación preferidos de los votantes jóvenes (Tiktok, YouTube y Telegram) es un factor importante detrás de su creciente éxito entre esa generación.

Un reciente estudio sobre la juventud alemana mostró que el 57 por ciento de los jóvenes reciben noticias a través de las redes sociales. Pero el canciller alemán Olaf Scholz, como muchos políticos tradicionales, se unió a Tiktok hace sólo unos meses.

“Si no estás en los canales juveniles, simplemente no existes”, afirmó Schnetzer.

Mientras tanto, los algoritmos de las plataformas de redes sociales favorecen los mensajes más virulentos, porque generan mayor participación que el contenido serio, aseguró el fundador del Instituto de Investigación Generacional de Augsburgo, Ruediger Maas.

El principal candidato de AfD para las elecciones de la UE, Maximilian Krah, se volvió viral en TikTok, por ejemplo, con consejos para hombres jóvenes sobre cómo seducir mujeres: “No veas pornografía, no votes por Los Verdes, sal al aire libre. Los hombres de verdad son de derechas”.

Foto: Alex García

Krah tiene unos 53.300 seguidores en Tiktok. Los socialdemócratas 11 mil. Los Verdes, 2.652. “Mi generación no sabe realmente de política, pero escuchamos hablar de AfD todo el tiempo”, dijo Christoph, votante de AfD.

En España, el influencer de las redes sociales Alvise Pérez obtuvo el 6,7 por ciento del voto juvenil, en comparación con el 4,6 por ciento del voto general, después de llevar a cabo una campaña antiinmigración y anticorrupción casi exclusivamente en Instagram y Telegram.

Mientras  tanto, el partido de extrema derecha Vox, que tuvo fuerza en Tiktok, obtuvo el 12,4 por ciento de los votos entre los menores de 25 años, en comparación con el 9,6 por ciento en general. “Parece ser el único partido que realmente se opone al Gobierno en temas tabú como la inmigración o el discurso de género”, afirma Xavier, un estudiante universitario de 22 años que votó por Vox, entrevistado por Reuter.

Los efectos de la pandemia también se repiten en los distintos análisis sobre el cambio del voto joven de 2019 (que impulsó una agenda medioambiental) y el de 2024. “Cinco años más tarde, la situación ha cambiado mucho. Por un lado, la pandemia y los sucesivos confinamientos impidieron las marchas por el clima y minaron el espíritu de la juventud europea. Los estudios realizados en Francia, Polonia e Italia, donde los estragos del covid-19 se hicieron patentes primero, han puesto de relieve el gran impacto emocional de la pandemia, especialmente en los colectivos más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad. Los jóvenes alemanes, que engrosaron las filas de los votantes Verdes en los años 2019 y 2021, se vieron especialmente afectados, convirtiéndose en una especie de Generación de reinicio, según ciertos analistas. A nivel europeo, el informe 2021 del Eurofound sobre el impacto del covid-19 en la juventud planteó su preocupación por la salud mental y la inseguridad económica”, señala el profesor y escritor especializado en Ciencias Políticas, Edouard Gaudot, en el sitio de noticias español El salto.

Ellas no, ellos sí

Antes de las elecciones para el Parlamento Europeo, el medio digital español El Diario publicó un informe titulado “Ellas más de igualdad, ellos más de libertad: la brecha política entre chicos y chicas jóvenes es más grande que nunca”.

El sitio español señala que la polarización ideológica entre mujeres y hombres jóvenes ha crecido como nunca en los últimos años y se traslada a las urnas: ellas votan más hacia la izquierda, ellos miran a la derecha y alimentan el electorado ultra.

“El 68 por ciento de las personas menores de 30 años que viven en España van a votar en las elecciones europeas, según el último Eurobarómetro publicado en mayo. Pero existen diferencias muy significativas entre chicas y chicos: ellas se sitúan más hacia la izquierda del espectro político, ellos más hacia la derecha; ellas se identifican más con la igualdad, ellos con la libertad. Nunca antes la brecha ideológica entre mujeres y hombres jóvenes fue tan grande como ahora”, señala la nota que firma Ana Requena Aguilar.

El informe asegura que son varias las encuestas y estudios que han mostrado cómo esa brecha se ha ido forjando en los últimos años. El director de investigación de opinión pública de Ipsos España, Paco Camas, constata esa tendencia a la polarización entre la gente joven: “Nunca antes desde los años 80 se había producido un distanciamiento ideológico de tal magnitud entre hombres y mujeres jóvenes, ni siquiera en la época de Aznar, cuando hubo un desplazamiento, pero ni tan grande ni tan a la derecha”. 

Los puntos porcentuales que separan a unas de otros no son la única manera de medir esa brecha. La diferencia, subraya Camas, se aprecia claramente en las actitudes, valores y apreciaciones que hacen. “Ellas perciben mucho más la desigualdad y se definen mucho más feministas que las generaciones anteriores, están a la vanguardia de ese tipo de postulados. Ellos perciben más amenaza, se detecta en ellos más resentimiento. Podemos decir que ellos son más de derechas que sus abuelos, y ellas son más de izquierdas y feministas que sus madres y abuelas”, resume el experto.

El medio español señala que un estudio reciente hecho por las plataformas Polétika y Talento para el Futuro con personas de entre 18 y 30 años encuentra resultados muy similares. Los y las jóvenes fueron preguntados sobre los valores más importantes: los chicos eligen la libertad, las chicas optan por la igualdad. 

“Nos sorprendió que entre los hombres de 18 a 24 años prime la libertad como valor principal, y que a partir de los 24 ocupe el tercer puesto, por detrás de la honestidad y de la justicia. En el lado de las mujeres, la igualdad está en el top de valores tanto entre las más jóvenes como en las que son mayores. Entre ellas, el único grupo en el que la igualdad no es lo primordial es en el que se auto identifica como de derechas, que elige la justicia”, explica una de las investigadoras del estudio, Belén Agüero. El informe confirma que las mujeres jóvenes se sitúan más a la izquierda del espectro político aunque, eso sí, son las que menos tienden a votar.

“Es algo que también vemos en nuestros datos: chicos y chicas se posicionan cada vez más hacia los extremos ideológicos, ellos a la derecha y ellas a la izquierda, y un factor fundamental es el modo en el que se aproximan a la igualdad y al feminismo. La tendencia de parte de los chicos estos años ha sido la de alejarse del sentir feminista mientras que en las mujeres la adhesión a esas ideas siempre ha ido en aumento y aunque en el último año se ha estancado o ha disminuido, la diferencia sigue siendo muy grande”, asegura el sociólogo e investigador de la fundación FAD 

Esta brecha entre chicos y chicas no es un fenómeno exclusivo de España. “Hay estudios en Francia, Italia, Alemania o Reino Unido que muestran una derechización de los hombres en Europa. No es solamente un posicionamiento hacia la derecha electoral, sino un cambio en los valores y actitudes. Si alrededor de 2014 la gente joven se posicionó más hacia la izquierda o hacia partidos nuevos, hoy el voto impugnatorio o del enfado lo canaliza sobre todo Vox y el populismo ultra de Alvise Pérez”, afirma el experto de Ipsos. 

El estudio de Polétika muestra que el 34 por ciento de los hombres jóvenes se auto identifica de izquierdas frente a un 37 por ciento de derechas, pero con un 40 por ciento que no cree que exista ni derecha ni izquierda. La investigadora Belén Agüero subraya que se trata de un porcentaje muy alto, “que puede reforzar la idea de que probablemente hay muchos hombres que no quieren admitir que su ideología es de derechas”.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 29/06/24

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