“Tenemos que permitirnos regalar palabras. Es un bello regalo”, aprecia la educadora Alejandra Palavecino, directora de Cultura de Pérez, docente e impulsora de la Biblioteca Irulana. Lo dice a poco de festejarse –el 18 de agosto– el Día de las Infancias y para invitar a incluir buena literatura entre los regalos. Además, para valorar la propuesta Un niño, un cuento, producto de una ley provincial que establece que cada recién nacido reciba un libro de bienvenida.
“En estos tiempos en que vivimos, abrazarnos con palabras muchas veces es más importante de lo que podemos imaginar. Las palabras amorosas tienen el efecto de un buen abrazo y nos salvan”, asegura, y se explaya sobre la invitación a que los libros figuren entre las opciones a regalarles a las niñas y a los niños.
Alejandra Palavecino tiene una rica trayectoria territorial en la tarea de fomentar la lectura, en acercar a las infancias a la mejor literatura. Ya sea en el aula de la escuela primaria, en el trabajo en la biblioteca barrial en Cabín 9 y, desde este año, en la función pública municipal.
Desde ese recorrido y compromiso, afirma que “no hay manera de concebir el mundo si no lo miramos y ayudamos a mirar a través de la buena literatura”. Para hacer realidad esta certeza, pone a la lectura en un lugar de privilegio en su tarea docente. Así, por ejemplo, cada día invita a sus alumnas y alumnos de 6to grado a iniciar la jornada con un poema, que luego se escribe en un cuaderno que llaman El Poetario.
Desde la Dirección de Cultura de Pérez, impulsan como desafío hacer cosa de todos los días la lectura, compartir historias y cuentos entre las personas adultas y los más pequeños. Para disfrutar, para conocer, para estrechar lazos.
¿Cómo lo hace? La Dirección de Cultura funciona en la Estación de Ferrocarriles –tal como describe–, ubicada en un lugar estratégico: “Es donde nació la ciudad de Pérez, un lugar de paso para la comunidad, siempre está abierta y donde generamos un espacio colorido que llama la atención «Vengo a ver qué es esto tan lindo», suelen comentar quienes pasan y se asoman por aquí”.
Entre otras iniciativas que tienen lugar en esta Estación, está Pintame un cuento, tomada de la Biblioteca Irulana, y pensada para la primera infancia, en particular para las niñas y los niños que no están en la escuela todavía. Se concreta con la lectura de cuentos, con la que luego se generan propuestas artísticas.
Desde bebé
Tanto desde Irulana como desde la Dirección de Cultura, Alejandra promueve que cada niña o niño desde muy pequeños accedan a la buena literatura. Una de las iniciativas es que cada recién nacido reciba un libro de cuentos de regalo.
La idea la tomó de la escritora Jésica Diorie, de la localidad de Álvarez, quien la impulsó y logró que en 2017 se convierta en ley provincial (13.685) Un niño, un cuento. “Lo que contempla esta ley es que cada bebé nacido en la provincia de Santa Fe, al momento de retirarse del efector público se vaya con un libro”, describe Alejandra.
La norma aún es más una promesa que una realidad extendida en el territorio provincial. En el mientras tanto –dice Alejandra– la Biblioteca Irulana tomó la propuesta y comenzó a regalar libros de cuentos a los bebés recién nacidos. Ahora está por delante la tarea de aplicarla desde el Estado. “Es un camino que se hace progresivamente, de a poco, en contexto”, buscando la mejor manera, dice Alejandra Palavecino.
“La lectura implica ese calor del regazo, como lo expresó María Emilia López (escritora)”, dice sobre este proyecto de que las y los bebés lleguen a este mundo con un libro bajo el brazo, y se explaya: “Se pueden leer la mirada, un gesto, actitudes, llantos… y la literatura siempre es aliada. Tiene que ver con la ternura. Este es otro aporte de María Emilia López”.
La autora en la que se referencia –López– es, además de escritora, investigadora y directora del Jardín Maternal de la Facultad de Derecho (UBA). Habla de un hermoso concepto: lecturar, un verbo que “reúne algo del verbo leer y algo del verbo amar”.
En esa inspiración de la lectura como un acto de amor, Alejandra Palavecino considera que cuando se pone en práctica “el hábito de leerle a un bebé se inicia un camino de ida”, en el que el contacto que se genera le ofrece confianza y cercanía, indicios de que se está ante algo bueno.
La educadora agrega que es importante el cuidado que se ponga a la hora de elegir qué leerles a los más pequeños: “Tiene que ser una selección amorosa, siempre pensando en buenos libros, en buenos autores y en que sean estéticamente bellos en todo”.
A pedido de El Eslabón, Alejandra sugiere cuatro posibles títulos para regalarles a las nenas y los nenes que transitan la primera infancia: Te quiero siempre, de Belén López Medus y María Casabal; Wonky Steverlynck (ilustradora) y de Ediciones de Autor; Acurruco. Canciones de cuna para soñar, de Beatriz Ré, Carina Carriqueo, Sol Hermo y Graciela Mendoza; Soledad Echaniz (ilustradora), de Pupek Editorial; Canciones de cuna para dormir cachorros, de Silvia Schujer, ilustrado por Manuel Purdía, Pablo De Bella, Patricia Fitti y Virginia Piñón, de AZ Editora; y Canciones y cuentos de cuna para antes de ir a dormir, Elsa Bornemann y Cynthia Orennsztajn (ilustradora), Editorial Loqueleo.
Derecho a recibir un libro
El primer artículo de la ley Un niño, un cuento (13.685) dice que las niñas y los niños nacidos en “efectores públicos” de la provincia o de comunas y municipios santafesinos “tienen derecho a recibir un libro de cuentos infantiles para recién nacidos”.
En los artículos que siguen se mencionan entre otras condiciones que esa niña o niño cuente “únicamente con sistema de cobertura pública de salud”. También que el libro sea entregado “al momento del alta”.
Otro de los artículos establece que se realicen concursos públicos “para la selección de los cuentos infantiles que se incluyen en los libros” y que “los autores de los textos literarios deben ser santafesinos”.
Además se nombra al Ministerio de Salud de la provincia como el encargado de asumir los costos para sostener esta iniciativa. Además se señala que “se invita a los sistemas de cobertura pública locales, de obras sociales, de mutuales y de medicina prepaga a adherir a los beneficios establecidos por la presente ley”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 10/08/24
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