La periodista y militante Sonia Tessa puso en foco “la espectacularización” en torno a la denuncia contra Alberto Fernández y la gravedad del uso político de la misma por parte del oficialismo.
“Conmocionados” y “conmovidos” y a la vez inmersos en “una trampa inmensa”. Así se sienten amplios sectores feministas ante las denuncias de Fabiola Yañez contra el ex presidente Alberto Fernández, según describió la periodista rosarina Sonia Tessa, reconocida militante por la igualdad de género.
“Primero, hay una revelación que es conmovedora y la Justicia tiene que investigarla, porque desde los feminismos sabemos muy bien que nadie está exento de ejercer la violencia que forma parte del sistema patriarcal”, marcó, entrevistada en el programa Poné la Pava de Radio Rebelde, en el que también hizo foco en “esta espectacularización, esta novela de la tarde que se emite por cadena nacional todo el día” para seguir “generando impacto y rating, indignación y enojo” ante el hecho, pero que “por otro lado también termina banalizando la violencia machista, porque hace muchos años que los feminismos venimos diciendo que la violencia machista empieza mucho antes que un golpe; se termina banalizando en el sentido de que si todo es violencia, nada es violencia”.
“Creo que además está esto de culpar a los feminismos, que lo hace además un gobierno que se sube a esta denuncia porque le sirve políticamente pero que antes desmanteló todas las políticas públicas contra la violencia machista”, señaló después, al tiempo que remarcó: “El uso político se hace desde un nivel de cinismo demasiado grave. ¿A dónde van a ir las miles de mujeres que a partir de ver todo esto puedan advertir que están sufriendo violencia?”, resaltó, en referencia al desmantelamiento citado y expresado en, por ejemplo, la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades y programas como el Acompañar, y la fuerte reducción del personal encargado de atender la línea 144 abierta para recibir denuncias.
“Estamos en una trampa inmensa que se da cuando gobiernan estas derechas”, resumió Tessa, para luego resaltar que en el abordaje mediático “empezaron a terciar cuestiones de otro orden” que reeditaron la “caza de brujas” como práctica y significaron un nuevo “ataque misógino” en el marco de la denuncia contra el ex primer mandatario. “A mí no me gusta que un Presidente se ponga a coquetear en la Casa Rosada con una panelista, pero ahí no hay ni un delito ni una violencia, hay dos personas adultas intercambiando; y lo que más me indigna es que todos los cañones van contra Tamara Pettinato”, sostuvo, al tiempo que inscribió tales derivaciones en la “batalla cultural” emprendida por el gobierno nacional y sus aliados “no sólo con el feminismo sino con todo lo que tenga que ver con emancipación, con un proyecto popular”.
En este sentido, la periodista de larga trayectoria en medios locales y nacionales coincidió con que, a través de esa “batalla cultural”, el actual oficialismo y el aparato comunicacional que lo respalda reavivan y agudizan la campaña de descalificación constante y sistemática del conjunto del peronismo, al que a la vez llamó a interpelarse autocríticamente ante la serie de denuncias emparentables con la de Yañez que se presentaron también contra otros dirigentes y referentes de peso, como el tucumano José Alperovich y los bonaerenses Martín Insaurralde y Fernando Espinoza.
“Algo hay que preguntarse. El peronismo, siendo un movimiento nacional y popular y el que aloja a muchas compañeras que han logrado políticas públicas que son ejemplo en el mundo, tampoco está exento de la forma de construcción patriarcal de la política”, indicó, para añadir enseguida que “eso no quiere decir que una no se dé cuenta de que hay una doble vara permanente: cuando el denunciado es peronista enseguida tiene una repercusión mediática y una condena muy rápida; y cuando es de otro partido se esconde”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 17/08/24
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