Con la llegada de Donald Trump, su amigo millonario y el regalo de Javier Milei, se desató una gigantesca purga de empleados públicos, con la consiguiente pérdida de derechos y servicios esenciales para toda la ciudadanía. Los medios estadounidenses lo comparan con las persecuciones del macartismo.

Decenas de miles de empleados públicos de Estados Unidos están siendo despedidos, amenazados, extorsionados y humillados desde que asumió Donald Trump. Esta tarea está en manos del hombre más rico del mundo, Elon Musk, que encabeza el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la sigla más temida y odiada por estos días en ese país. Son muy pocas las reparticiones y agencias que se salvan de los recortes. La Justicia está intentando anular o diferir muchas de las medidas de ajuste, y las protestas en las calles son cada vez más numerosas. 

Más que “destruir” el Estado, lo que se está haciendo es ponerlo, todavía más, al servicio de las corporaciones y los millonarios, que van a seguir recibiendo subsidios a manos llenas, como lo vienen haciendo desde siempre. La idea es construir un “Estado protector” de los ricos. No sólo para otorgarles suculentos subsidios. También para asegurarles impunidad, es decir ponerlos a salvo de las leyes, las regulaciones, la Constitución, y todas esas “aberraciones” que vienen haciéndoles la vida imposible a las grandes corporaciones (que sufren lo indecible pese a que sus balances registran ganancias exorbitantes). 

La economista italo-estadounidense Mariana Mazzucato afirma en su libro El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado (2014): “El trabajo revolucionario de Karl Polanyi (La gran transformación, 1944) ha demostrado que la noción de autorregulación del mercado es un mito que no está respaldado por los orígenes históricos de los mercados. La vía del librecambio se abrió, y se mantuvo abierta, a través de un enorme despliegue de intervencionismos continuos, organizados y dirigidos desde el centro”.

Según Mazzucato, fue el Estado el que creó las condiciones que permitieron la emergencia de una economía basada en el mercado. El trabajo de Polanyi ha revolucionado el mito de la distinción Estado versus mercado: el más capitalista de todos los mercados, el mercado nacional, fue “promovido” de forma contundente por parte del Estado. Pero el capitalismo, el sistema que suele considerarse que está dirigido por el “mercado”, estuvo siempre fuertemente ligado y configurado por el Estado desde el primer día.

El mito corporativo cuenta que los empresarios-genios-emprendedores son esquilmados y robados por el Estado a través de los impuestos. Pero la realidad es exactamente a la inversa. “En el Silicon Valley de los años 90 era posible ocultar el hecho de que los grandes avances se debían a la financiación gubernamental y, en su lugar, cultivar el mito del genio autodidacta. Pero el meteórico ascenso de China en el nuevo milenio sugirió que para la supremacía tecnológica se necesitaba otro ingrediente: un Estado dispuesto a entregar montones de información personal sobre sus ciudadanos. Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla, al igual que Thiel, supuestamente se oponía en su día a las formas de vigilancia masiva, una posición que ha revertido desde entonces, dado su reciente viaje a China para obtener precisamente ese tipo de datos”, escribió el historiador canadiense Quinn Slobodian en el sitio Project Syndicate. La nota se titula Cómo los tecnolibertarios se enamoraron del gran gobierno (“How Techno-Libertarians Fell in Love with Big Government”).

DOGE viene apretando a los jefes de las distintas reparticiones para que planifiquen “reducciones de personal a gran escala”, al tiempo que congelan billones de dólares en fondos de subvenciones federales.

Musk dijo que está implementando la “Segunda Revolución Americana”. Sólo es visible en redes sociales. No trabaja en el ala oeste de la Casa Blanca, sino en el edificio de la vicepresidencia, donde ha tomado los despachos de la antigua Secretaría de Guerra junto a su grupo de jóvenes ingenieros. La prensa estadounidense que critica el ajuste, más allá de sus distintos enfoques, plantea una denuncia que es un denominador común: Los jóvenes ingenieros y empresarios ligados a Musk han irrumpido en el gobierno con un acceso sin precedentes a sistemas y datos clasificados, generando alarma entre empleados federales, diputados y senadores. El DOGE (nombre que coincide con una criptomoneda) afirma con orgullo haber reducido ya en mil millones de dólares diarios el gasto público, pero enfrenta cada vez más denuncias de la Justicia por su impacto en servicios esenciales. Trump señaló que esos recortes son motivo para celebrar.

“A Elon Musk y a su equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental se les ha otorgado un poder casi ilimitado para arrasar con el gobierno federal, cerrar agencias y acceder a nuestros datos personales. Hasta la fecha, casi todas las operaciones de DOGE se han llevado a cabo a puertas cerradas y fuera de la vista del público”, informó The Intercept

En este sentido, empleados públicos vienen denunciado que DOGE ha exigido acceso a bases de datos federales, generando preocupación sobre el manejo de información clasificada y la legalidad de sus acciones. Ingenieros veinteañeros, algunos recién salidos de la universidad, fueron reclutados para evaluar y eliminar funciones en agencias como el Departamento de Veteranos y los Institutos Nacionales de Salud, encargados de investigaciones y pruebas médicas.

Los demócratas no saben muy bien qué hacer. Algunos acudieron a los ministerios afectados para protestar, por ejemplo la Secretaría de Educación. Trump se refirió a ellos como “escoria” y “responsables de la catástrofe que ha vivido Estados Unidos los pasados cuatro años”.

“Las purgas de funcionarios públicos han tenido una escala y un ritmo que superan las que se produjeron incluso en el apogeo del macartismo. También hemos sido testigos de una politización de los sistemas de justicia y seguridad; la creación de un gobierno en la sombra dirigido por Elon Musk, junto con la toma ilegal de poder por parte de DOGE; un ataque contra los conceptos y el lenguaje que los sustenta, una militarización más destinada a reimaginar el gobierno federal como el coto privado del hombre blanco heterosexual; y la nominación (y confirmación) de un quién es quién entre los estafadores y extremistas que integran el gabinete de Trump”, escribió Sasha Abramsky en la revista Estadounidense The Nation.

La autora señala que, cada día, aparece un nuevo titular en The Onion (revista satírica Estadounidense) “que resulta ser una noticia real”. Entre las noticias que parecen falsas, por lo inverosímiles, pero resultan verdaderas, menciona la orden de Trump para que el Departamento de Justicia disuelva sus unidades anticorrupción y deje de aplicar la Ley Federal de Prácticas Corruptas. También hace referencia a cuando Trump se autoproclamó presidente del Centro Kennedy para las Artes Escénicas y luego, “en un momento verdaderamente estalinista”, logró que la junta directiva recién constituida lo votara por unanimidad para el puesto. Abramsky hace especial hincapié, asimismo, en la decisión de Trump de indultar a más de 1.500 insurrectos violentos que el 6 de enero de 2021 irrumpieron y destrozaron el Capitolio. Y aclara que es todavía más grave: además, el mandatario despidió del Departamento de Justicia a las personas encargadas de investigar, y borró sus registros sobre los graves hechos investigados sin informar a los Archivos Nacionales. 

En diálogo con el medio estadounidense Democracy Now! (¡Democracia Ahora!) Slobodian planteó que Musk “ya ha reconfigurado la política económica de Estados Unidos al proponer recortes al gasto público y el traspaso de los servicios públicos a las manos de empresas de tecnología privadas”. E indicó que esto es indicio de una “nueva era” en la política Estadounidense. 

Slobodian está documentando cómo los multimillonarios derechistas de la tecnología aceleran cada vez más sus esfuerzos para moldear el mundo de acuerdo con sus creencias “destructivas” y “nihilistas”. El historiador destacó, además, la admiración “que muestra Musk por hombres autoritarios poderosos, por la desregulación del mercado y la retórica del supremacismo blanco”.

“Los recortes de Donald Trump no tendrán límites, según afirmó orgulloso el propio presidente. Ha planteado hasta la posible eliminación del Departamento de Educación y una auditoría integral incluso en el Pentágono. Ninguna partida presupuestaria está a salvo, ni hay garantías para ningún funcionario público”, informó el diario español ABC en la nota titulada “EE.UU. ya ahorra 1.000 millones de dólares al día con sus recortes”, que también hace referencia a la falta de respuesta de la oposición del partido demócrata.

“Las críticas de los demócratas al poder supuestamente desmedido de Elon Musk en la Casa Blanca no parecen afectar a Trump. El presidente defendió abiertamente al magnate, quien está a cargo del proceso de recortes, y dejó claro que no hay decisiones fuera de su control. «Los recortes sólo se hacen si yo los ordeno», aseguró Trump cuando se le refirió la portada de la última edición de la revista Time, que muestra a Musk sentado en el escritorio del presidente.

“El ambicioso plan de austeridad de Musk se va a extender al Pentágono, algo hasta ahora impensable. Los demócratas, noqueados, no consiguen que sus críticas cuajen y el presidente hace a voluntad”, sintetiza ABC.

Ya están en marcha planes de retiros anticipados, despidos de empleados en período de prueba, y cesantías masivas en áreas como Salud, Educación, Justicia, Ciencia e Investigación, Seguridad Nuclear, Inspecciones Generales, Agricultura, Servicios de Impuesto, Seguridad Nacional, Parque Nacionales, Ayuda a Veteranos, y Protección Financiera del Consumidor, entre otros.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), con sede en Atlanta, recortaron alrededor del 10 por ciento de su plantilla de 13 mil personas como parte de los despidos masivos. Los CDC incluían, según un informe de la CNN, a toda una clase de “detectives de enfermedades” especialmente entrenados. También despidieron cientos de empleados de la Administración Federal de Aviación, que investiga un accidente aéreo mortal y una serie de incidentes que han asustado a los pilotos. Unos 6 mil trabajadores del Servicio de Impuestos Internos fueron despedidos en todo el país.

“El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Elon Musk parecen estar disfrutando en Washington, eliminando elementos del Gobierno federal y arrebatando poder a los Estados y al Congreso. Su regocijo contrasta con la creciente evidencia de repercusiones y enfado en el país por su enfoque de recortar primero y preguntar después. El éxito del segundo mandato de Trump puede depender de cómo y si es que estos recortes, aplicados indiscriminadamente y sin transparencia, se dejan sentir en el país. ¿Cuán pequeña debe ser una burocracia para un país de más de 330 millones de habitantes que ingresa y gasta billones de dólares de impuestos cada año?”, se pregunta la nota del medio Estadounidense CNN en español titulada “Trump y Musk se divierten en Washington mientras los recortes se acumulan en el país”.

“La Casa Blanca se burló de sus críticos esta semana compartiendo una imagen de Trump sonriendo vestido como un rey, después de que su administración pusiera fin a un programa de tarifas de congestión en Nueva York”, agrega la nota firmada por Zachary B. Wolf.

No hay una cifra oficial disponible sobre el total de despidos o reducciones de personal”, aclara el sitio de la agencia The Associated Press (AP).

Musk, que recientemente se jactó de alimentar a una “trituradora de madera” con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y poner fin a la ayuda exterior, llevó la metáfora del leñador a un nuevo nivel cuando se puso unas gafas de sol y blandió una motosierra en el escenario en medio de ovaciones durante la convención anual de conservadores a las afueras de Washington el jueves por la tarde, informa AP con relación al regalo del presidente argentino Javier Milei.

“La Casa Blanca ofreció una propuesta de «renuncia diferida» a cambio de incentivos financieros, como meses de licencia pagada, a casi todos los empleados federales que optaran por dejar sus trabajos antes del 6 de febrero. Pero justo antes de esa fecha límite, un juez federal bloqueó el plan de Trump con la intención de escuchar los argumentos de la administración y de los sindicatos, que afirmaron que la oferta era ilegal. Según la Oficina de Administración de Personal (OPM), unos 75 mil empleados federales habían aceptado la oferta hasta el 12 de febrero”, puntualiza AP.

Los estadounidenses suelen sobrestimar cuánto dinero de los contribuyentes se destina a la ayuda internacional: es menos del 1 por ciento del presupuesto federal. Y puede que no se den cuenta de que una buena parte de ese dinero utilizado para alimentar al mundo se queda en Estados Unidos, como dijo Nick Levendofsky, director ejecutivo del Sindicato de Agricultores de Kansas, a Jake Tapper, de CNN, a principios de febrero.

“Despedir a todos los empleados en período de prueba es una forma indiscriminada de hacer recortes, y ha habido claros errores en los despidos”, agrega el medio estadounidense.

“Los empleados públicos no somos malvados”

“Son tus vecinos. No son los malvados burócratas que crees que se acercan al sistema y viven del sistema. Queremos trabajar duro. Queremos ayudar a la gente”, dijo a CNN Andrew Lennox, un veterano de la Infantería de Marina contratado para coordinar la atención a los veteranos en Michigan.

“La comunidad de la ayuda está lidiando con lo existencial que es esta suspensión de la ayuda. La decisión podría tener consecuencias de vida o muerte para niños y familias de todo el mundo”, dijo la presidenta de la organización Oxfam America, Abby Maxman, en declaraciones a Euronews. 

Uno de los mayores proyectos afectados por la congelación de la ayuda es el Plan Presidencial de Ayuda de Emergencia para el Alivio del Sida (PEPFAR). A este innovador programa contra el VIH se le atribuye el mérito de haber salvado 25 millones de vidas, incluidas las de 5,5 millones de niños, en más de 50 países desde que lo puso en marcha el presidente republicano George W. Bush en 2003. “Se trata de una cuestión de vida o muerte”, declaró Beatriz Grinsztejn, presidenta de la Sociedad Internacional del Sida. Si se detiene la financiación, “la gente va a morir y el VIH resurgirá”, advirtió.

Las restricciones de Trump provocan caos en las agencias de salud y ciencia” (“Trump’s restrictions spark chaos across health and science agencies”) se titula la nota firmada por Lev Facher, Jason Mast y Angus Chen en el sitio especializado en salud y medicina Estadounidense Stat

“Están en juego los experimentos en curso, la financiación de la investigación y las carreras de los científicos”, señala la nota, que agrega que las medidas de ajuste están generando caos en la administración federal.

La motosierra, una herramienta de trabajo, pasó a ser un símbolo de la destrucción del trabajo y todo lo producido por la comunidad. Es apenas un ejemplo más de la tergiversación del sentido de las palabras y las cosas que viene operando la derecha neoliberal neofascista. (Acaso lo que intentan hacer con el concepto “libertad” sea el ejemplo más extremo). La motosierra de los ajustadores no construye. Todo lo contrario. No es la motosierra de los laburantes. Viene de otro universo, de otro imaginario. Es la motosierra de los más crueles homicidas y el instrumento preferido de los peores asesinos seriales de la historia. El presidente argentino, Javier Milei, le regaló una a Musk. Dos enemigos de la humanidad se saludan.

Publicado en el semanario El Eslabón del 08/03/25

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