El intendente insistió en que para poder pagar un nuevo aumento a los municipales la ciudad necesita que se generen nuevos ingresos. "Estamos en un proceso de racionalización del gasto muy fuerte", afirmó
El intendente Miguel Lifschitz volvió a plantear un freno a las pretensiones salariales de los trabajadores municipales, que piden un aumento similar al que se otorgó a los empleados provinciales, con un argumento muy básico: no hay plata.
“Estamos en un proceso de racionalización del gasto, un ajuste fuerte para equilibrar el presupuesto”, afirmó el intendente, quien afirmó que “cualquier gasto no previsto genera inconvenientes” y que en caso de que se produzca una nueva erogación “tiene que haber como contrapartida nuevos ingresos”.
Días atrás, el secretario de Hacienda municipal, Gustavo Asegurado, explicó que para otorgar un aumento similar al de la provincia se necesitan cerca de tres millones de pesos extra por mes. Dinero que
¿De dónde saldrán los fondos para pagar un nuevo aumento? “Pueden provenir de la provincia –por ejemplo, si se sanciona la reforma tributaria–, coparticipación, diversos ámbitos”, afirmó Lifschitz, que prefiere evitar pagar el costo política de un nuevo aumento de tasas.