No hay salvataje que valga. Lunes negro para las bolsas europeas: España cae 4,83 por ciento, París 5,87, Frankfurt 5,36, y en Londres 5,53. También el Nikkei de Tokio perdió al cerrar la sesión 4,25 por ciento y Rusia suspendió las operaciones tras perder casi un 15 por ciento. La tembladera general no tiene fin: el inicio de Wall Street también arrancó abajo.
Las bolsas del Viejo Continente cedían terreno ante el aluvión de informaciones que apuntan a que la banca europea atraviesa por malos momentos, así como por la caída el viernes de Wall Street, donde el Dow Jones se dejó un 1,5% a pesar de la aprobación del plan de rescate financiero de Estados Unidos.
En España, a media mañana y con todos sus valores en rojo, el Santander se dejaba un 4% y el BBVA un 4,31%, con lo que soportaban mejor el embate que sus colegas europeos después de ser inhibidos de cotización a primera hora. A la espera de la reunión del presidente Rodríguez Zapatero con representantes de bancos y cajas para analizar la situación, Banesto cedía un 4,61%, el Popular un 5,52%, Bankinter un 3,11% y el Sabadell un 4,95%. Entre los pesos pesados, Telefónica cedía un 4,32%; Iberdrola un 5,44%, y Repsol un 5,99%.
Hypo Real Estate pierde un 44%
Uno de los nombres propios de la jornada, el rescatado Hypo Real Estate se desplomaba a la misma hora un 34% en la Bolsa de Fráncfort. El también alemán Commerzbank perdía un 14% y el Deustche Bank un 6,4%. En Bruselas y Amsterdam, los títulos de Fortis, otro de los protagonistas de los rescates en el sector, permanecen hoy suspendidos para dar tiempo a los mercados a evaluar el alcance de la operación por la que la entidad pasará a estar controlada por el banco francés BNP Paribas, que cedía a su vez un 2,8%.
Por su parte, Dexia, cuya situación financiera ha sido cuestionada en las últimas horas por su vinculación con el banco alemán Hypo Real Estate, se hundía con un retroceso superior al 12% en los parqués de Bruselas y París. Además, la tercera gran entidad bancaria belga, KBC, se sumaba a las pérdidas con una bajada del 6,63%. Otras entidades francesas como Crédite Agricole o Société Génerale bajaban un 7,6% y un 8,14%.
En Londres, los bancos que más sufrían eran Halifax Bank of Scotland (HBOS) y Royal Bank, con descuentos del 14,16 y del 13%, respectivamente. En la Bolsa de Milán, Unicredito, que ampliará su capital en 6.000 millones de euros para despejar las dudas sobre su liquidez, perdía un 15%; en tanto que Banco Popolare se dejaba un 9,8%.
Para intentar aligerar las tensiones sobre el sector financiero, el Banco Central Europeo ha llamado a la calma después de realizar una nueva subasta en dólares que ha permitido inyectar un capital de 50.000 millones de dólares (36.855 millones de euros) a un día con un tipo marginal del 4%. El importe total solicitado por los bancos, sin embargo, ha sido de 90.868 millones de dólares (67.015 millones de euros) por parte de 59 peticionarios.
Más caídas en Asia
Antes de la apertura en Europa, las bolsas asiáticas vivieron ayer otro lunes negro a causa de la inestabilidad financiera, con pérdidas de alrededor del 5% en los principales mercados y fuertes descensos de sus gigantes exportadores. En Japón, el índice Nikkei de la Bolsa de Valores de Tokio ha perdido hoy al cierre 465,05 puntos, o un 4,25%, hasta situarse en los 10.473,09 puntos. Es la primera vez que el selectivo tokiota cierra por debajo de los 10.500 enteros desde mayo de 2004.
Además, el índice Hang Seng de Hong Kong ha cedido un 5% mientras la Bolsa de Shanghai ha perdido un 5,23% en su primera sesión tras el parón vacacional de la semana pasada, cuando Wall Street registró su peor caída por puntos de la historia.
En el mercado de materias primas, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, para entrega en noviembre cotiza a la baja y ha llegado a tocar su nivel más bajo de los últimos ocho meses en 89,07 dólares, en tanto que la onza de oro al contado se ha situado en 828 dólares.
Este descenso del oro negro ha conficionado a la baja las acciones de las principales petroleras como BP, Royal Dutch Shell o Total, que se depreciaban un 5%.
