El empresario Leonardo Bergara prestó testimonio durante cinco horas ante la fiscal del caso, Silvia Cavallo. El ex secuestrado -hallado maniatado la mañana de este sábado en Berazategui- se retiró de la sede judicial y se lo vio vestido de jean, remera roja, con el cabello largo recogido y con una barba compatible con los 33 días que estuvo en cautiverio.
Bergara, secuestrado el 22 de diciembre en la localidad bonaerense de Ranelagh, fue hallado maniatado esta mañana en la casa en construcción de un policía que quedó detenido, en la localidad de El Pato, partido de Berazategui.
"Me trataron muy bien. La verdad es que se portaron muy bien todos, me dieron de comer bien, no me lastimaron para nada", dijo Bergara a la prensa respecto a sus captores.
Sobre las pruebas de vida que brindó a su familia grabando los títulos de los diarios, explicó: "Nunca leí nada, ni noticias. Me las decían y yo las repetía. Nunca vi nada, siempre estuve encapuchado".
Bergara fue liberado tras un cautiverio de 33 días, luego de que su familia pagara un rescate de 230 mil dólares, entre billetes y joyas, en la ciudad de Pinamar.
El empresario fue encontrado esta mañana pasadas las 8, luego de que un llamado al 911 advirtió a la policía que el secuestrado se encontraba en una casa situada en 535, entre 635 y 636.
El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, estimó hoy que ese llamado fue efectuado por los propios secuestradores, con el fin de que se llegara cuanto antes a Bergara.
Los primeros policías en llegar a constatar la versión, descubrieron que la propiedad era del subteniente Jorge López, del servicio externo de la subcomisaría El Pato, por lo que lo convocaron inmediatamente.
López, junto a un vecino que ofició de testigo y un albañil que llegó al lugar para trabajar en la construcción, rompió un candado que había sido colocado por extraños la noche anterior.
Al ingresar a la vivienda hallaron a Bergara encadenado, vestido con una remera roja, despeinado y con una barba compatible con los 33 días de cautiverio.
Minutos después, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se comunicó telefónicamente con Bergara y éste le confirmó que sus captores lo habían llevado a esa casa durante la medianoche.
"Daniel, fue el día más difícil", fue lo primero que le dijo Bergara al gobernador, para expresar cómo se sentía.
El mandatario explicó que la angustia manifestada por Bergara obedecía a que "cuando lo trasladaban de un lugar a otro pensaba que era para ponerlo en libertad y se encontró de golpe, encerrado y encadenado de vuelta y fue el día en que pasaron un montón de cosas por su cabeza, obviamente en el lugar donde lo encontraron".
En tanto, el ministro Stornelli y el juez federal de Quilmes, Luis Armella, concurrieron al lugar donde fue hallado Bergara y luego trasladaron a éste en helicóptero.
Pasado el mediodía el oficial López, junto a tres albañiles que trabajan en la casa del hallazgo de Bergara se presentaron ante la fiscal federal de Quilmes a cargo de la investigación, Silvia Cavallo, y quedaron detenidos hasta ser indagados.
Luego de que un médico y un psicólogo de la policía determinaron que se encontraba en buen estado, Bergara aceptó prestar declaración testimonial durante cinco horas ante la fiscal, a quien le relató detalles de su captura y cautiverio.
Bergara fue capturado el 22 de diciembre pasado, pocos minutos después de las 9, cuando circulaba en su camioneta 4×4 Grand Cherokee, junto a su esposa, tras salir de su vivienda situada en la calle 315, número 889, de Ranelagh, partido de Berazategui.
Los investigadores establecieron que la pareja fue sorprendida por al menos cuatro hombres que simulaban ser policías, ocultaban sus rostros y estaban fuertemente armados.
Tras el asalto, los captores se llevaron cautivo al matrimonio y pocos minutos después liberaron a la mujer y abandonaron la camioneta a un costado de la autopista Buenos Aires-La Plata, en inmediaciones del Cementerio Parque Iraola, de Hudson.
El 30 de diciembre los secuestradores dieron la primera prueba de vida que consistió en hacerle escuchar al hermano de la víctima una grabación en la que el cautivo relataba el hallazgo del galeón español del siglo XVII en Puerto Madero.
En el marco de la pesquisa, la fiscal Cavallo, y el juez Armella, apresaron a cuatro policías bonaerenses, dos de los cuales fueron liberados por falta de mérito y actualmente están prófugos una mujer policía, otro efectivo y un exonerado de la bonaerense, identificado como José Pardini.
El pago se hizo mediante un sistema de postas que comenzó la noche del jueves a las 22 con recorridos por distintas localidades bonaerenses y finalizó en Pinamar.
El hermano del cautivo, Gustavo Bergara, un empresario que está desde el inicio al frente de la negociación con la banda, acordó con los captores llevar el rescate en su auto por la Autovía 2, hasta que en un llamado a su teléfono le ordenaron que se detuviera en Chascomús.
En esa localidad bonaerense recogió una bolsa que contenía un teléfono celular, mediante el cual le ordenaron que se deshiciera de su aparato y que continuara recibiendo instrucciones con el que había recogido.
De esta manera, los secuestradores burlaron el seguimiento que realizaba la policía bonaerense, ya que a partir de ese momento no podría seguir escuchando las negociaciones, ni ubicar geográficamente el teléfono mediante las células de las antenas.
El secuestrador lo fue guiando hasta Pinamar, donde le dijo que se dirigiera hacia las playas de "La frontera", una zona despoblada, con médanos y bosques, a la que sólo se accede en cuatriciclos, vehículos doble tracción o motos enduro.
En ese páramo de la zona norte de Pinamar, el empresario dejó el pago del rescate a las 4 y a partir de ese momento aguardaba la liberación de su hermano como lo había pactado con los captores producido esta madrugada.
Télam