En declaraciones radiales este martes, el titular del Partido Justicialista de Rosario, Luis Daniel Rubeo, confirmó que la fuerza opositora pedirá al intendente Miguel Lifschitz que se retracte de sus acusaciones sobre un “uso político” de los piquetes realizados por vecinos de los barrios más humildes de la ciudad para reclamar asistencia tras la tormenta.
“Vamos a ingresar un pedido formal (de audiencia) al intendente porque nos parece que las declaraciones que hizo están teñidas de mucha mala fe, porque nosotros lo único que hemos tenido como intención fue colaborar en una crisis de esta magnitud”, dijo Rubeo, ratificando lo que adelantó este diario digital este lunes a la tarde, tras la reunión de la Departamental del PJ. “Creo que a veces, tratando de justificar la propia incapacidad o inoperancia, lo que se trata de buscar es un chivo expiatorio”, dijo también el dirigente peronista, en declaraciones a LT8.
“En vez de emitir un comunicado repudiando las declaraciones, nos pareció que la mejor manera era pedir una entrevista al señor intendente para solicitarle conversar con él para ver los motivos que lo llevaron a decir lo que dijo”, explicó Rubeo la actitud asumida por el justicialismo rosarino, tras los dichos de Lifschitz apuntando a sectores del peronismo, organizaciones sociales y agrupaciones de izquierda como agitadores de los piquetes.
“Lo que notamos es un deterioro en la administración municipal, como una especie de cansancio después de tantos años de gobierno”, continuó el titular del PJ, “Creo que deberíamos tener un plan de contingencia, y si se hiciera el mantenimiento de algunos servicios, nos hubiésemos evitado mayores conflictos. Si se hubieran limpiado las zanjas como corresponde, porque usted sabe que los barrios que tienen carpeta asfáltica, el pavimento queda por sobre las zanjas, y entonces si por las zanjas no fluye bien, no tienen buen escurrimiento, lo primero que pasa es que el agua se mete en los domicilios. Si hiciéramos un mantenimiento de poda y escamonda, tal vez hubiéramos evitado las ramas que se cayeron sobre los cables, dejando sin electricidad a bastas zonas de la ciudad. Si hubiésemos limpiado las bocas de tormenta, a lo mejor no teníamos que estar lamentando la muerte de un operario de 27 años que falleció electrocutado por querer desobstruir una de ellas”, enumeró después. “La cantidad de agua caída fue de 40 milímetros. No es que llovió 300 milímetros en un par de horas; y la ciudad en algunos lugares parecía Venecia”, completó.
Luego, negó “rotundamente” las acusaciones de uso político de los reclamos callejeros por asistencia. “Además, decimos que están hechas de mala fe, porque lo primero que hicimos fue contactarnos con funcionarios municipales para ponernos a disposición y a través de de las relaciones que uno puede tener, tomar contractos con funcionarios de Desarrollo Social de la Nación para que los mismos se hicieran presente, cosa que ocurrió el mismo martes. Al día siguiente había funcionarios de la Nación funcionando con funcionarios municipales y provinciales para ver cómo se asistía a la gente. Si yo quiero colaborar y no se me convoca, y además me ofrezco para hacerlo, y esto no sucede… Entonces, si dice que yo soy el responsable, creo que lo hace de mala fe”, analizó el también titular del bloque de diputados provinciales del PJ-Frente para la Victoria.