Primero atacó el uso de profilácticos para evitar el sida, después señaló que los rituales católicos en África “deben ser dignos” y este jueves Bebedicto XVI dio una suerte de clase de coexistencia pacífica entre el cristianismo y el Islam en la capital de Camerún, donde una jubilosa multitud de 40 mil fieles dio la bienvenida al pontífice en un estadio de fútbol donde celebró una misa.
El papa Benedicto XVI dijo este jueves a líderes musulmanes que la verdadera religión rechaza la violencia, y expresó su deseo de que la coexistencia pacífica del cristianismo y el Islam en Camerún sea como “un faro para otras naciones africanas”. Curiosa concepción papal de una “verdadera religión” cuando la historia del Catolicismo está marcada por hechos de violencia, torturas y genocidios en nombre de esa presunta verdad trascendente que, por otra parte, ha dado muy buenos dividendos económicos.
Más temprano, en su tercera jornada de su gira por Africa, Benedicto XVI se reunió con 22 líderes de la minoritaria pero considerable comunidad musulmana de Camerún, a quienes dijo que la religión es la base de la civilización humana y reiteró uno de los temas clave de su papado, que fue y razón no son incompatibles.
“La religión genuina…está en la base de cualquier cultura auténticamente humana. Rechaza todas las formas de violencia y totalitarismo: no sólo por principios de fe sino también por la justa razón”, dijo el pontífice en el encuentro. Benedicto XVI señaló que “la religión y la razón se refuerzan mutuamente” y urgió a católicos y musulmanes a trabajar juntos “para construir una civilización de amor”, según informó la agencia de noticias Europa Press.
A diferencia de la vecina Nigeria, donde conflictos religiosos degeneraron en violencia, los cristianos y los musulmanes coexisten sin problemas en Camerún, una situación elogiada por el Papa. “Que la cooperación entusiasta de musulmanes, católicos y otros cristianos en Camerún sea un faro para otras naciones africanas de potencial enorme de un compromiso interreligioso de paz, justicia y bien común”, señaló Benedicto XVI.
El Papa ya habló varias veces en el pasado de la necesidad de que la religión evite la violencia, pero se cuidó de señalar a alguna fe específica desde un discurso dado en Alemania en 2006 en el que vinculó al Islam con la violencia.
En medio de una airada reacción del mundo islámico, Benedicto dijo lamentar cualquier ofensa que hubieran causado sus dichos, y desde entonces se reunió con líderes musulmanes de varios países. La reunión con los representantes musulmanes de Camerún se celebró en la nunciatura apostólica de la capital Yaundé y fue cerrada a la prensa.
El vocero vaticano, padre Federico Lombardi, dijo que la atmósfera fue “cordial y amistosa” y que los musulmanes dieron una “cálida bienvenida al papa”. Luego del encuentro, el papa fue al estadio Amadou Ahidjo de Yaundé para celebrar misa.
Llegó en un papamóvil cubierto de vidrios a prueba de balas que recorrió la pista de atletismo, con la multitud a sus pies. Los fieles aplaudían y cantaban, y muchos vestían remeras con leyendas en francés que celebraban la visita del papa. La gira de Benedicto por África, la primera por el continente de su papado, durará una semana y lo llevará también a Angola.