El jueves se conocío el intempestivo cierre de Laboratorios Balbazoni, una fábrica de cristales para anteojos con más de 45 años de actividad, ubicada en Mendoza al 8100, que dejó de un día para el otro a unos 60 empleados en la calle. Los trabajadores se establecieron este viernes en la puerta de la empresa “para cuidar la planta” y “para que no se lleven las máquinas que están adentro”. Aguardan una reunión entre las partes para el lunes en el Ministerio de Trabajo que decretó la conciliación obligatoria.
Sergio Barreto es vocal del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio y Afines y empleado de la firma desde hace 27 años y comentó –en una nota publicada en el diario El Ciudadano– que si bien los titulares “ya venían amagando con recortes en el personal desde hace un tiempo, el cierre fue algo sorpresivo”. “La empresa está en convocatoria de acreedores, pero nosotros creemos que es viable y no entendemos por qué se ha tomado una medida tan drástica como esta”, agregó.
“Nuestro secretario general está en Capital Federal pero (este viernes) va a estar en la ciudad para ponerse al frente de esta situación que es absolutamente injusta y que deja a casi 60 familias sin trabajo, algo muy triste, especialmente en épocas como esta”, continuó.
Los trabajadores se enteraron de la decisión el miércoles al final de la jornada laboral y pese a eso se hicieron presentes el jueves a las 8 de la mañana, en su habitual horario de entrada, para ingresar a la fábrica. Allí, en las puertas, se encontraron con personal policial que les impidió el ingreso por lo que radicaron inmediatamente la correspondiente denuncia en la comisaría más cercana para sentar precedente del acto.
Este viernes, la intención es presentarse a trabajar de la misma manera para continuar con la vigilia durante todo el fin de semana, “para que no se lleven las máquinas que están adentro”, según destacó Barreto.
En su página web, la empresa declara que además de su casa central en Rosario tiene sucursales también en Córdoba, Mendoza, Resistencia, Paraná, Posadas, Buenos Aires, Bahía Blanca, Neuquén, Mar del Plata, Tucumán, La Plata, Santa Fe, San Juan, Santiago del Estero y Viedma. Además, posee laboratorios en Rosario y también en Mar del Plata, Buenos Aires y Tucumán. Según se declara, son los fabricantes de Optiflex Super Clean, cristales que son publicitados como con “mayor pureza, mayor transparencia y más fáciles de limpiar”.
Por su parte, Diego Bisolatti, un empleado que se desempeña hace 25 años en la empresa, sostuvo que “la intención es pelearla porque el cierre es injusto e injustificado”. “Esta es una firma que en la actualidad tiene cerca de 60 trabajadores, pero hay que destacar que hace un tiempo atrás tenía en su planta más de 120 personas. Ahora aguardamos que podamos llegar a algún acuerdo, aunque sabemos que los titulares de la fábrica están diciendo que no van a aceptar la conciliación obligatoria y que no hay vuelta atrás con el cierre de la empresa”, añadió.
“Parece que nos sumamos a la crisis que están sufriendo muchas empresas de la ciudad. Lo que pretendemos es que exista el diálogo, fundamental en cualquier conflicto. Fue muy duro enterarnos del cierre de la fábrica de una manera absolutamente sorpresiva en un lugar donde muchos dejamos gran parte de nuestra vida. De un día para el otro nos encontramos en la calle sin ninguna respuesta. Es por eso que hemos tomado una decisión y esa decisión es que vamos a pelearla hasta el final”, concluyó Bisolatti.
(Fuente: El Ciudadano)
