A partir del anuncio de las nacionalizaciones en Venezuela, estos dos grandes grupos empresarios, Clarín y Techint, concretaron un estrecho acercamiento en busca de objetivos particulares, aunque no antagónicos.
Para el multimedios constituye una nueva oportunidad de atacar a la Casa Rosada en medio de la coyuntura electoral, mientras ejerce presión a favor de Techint por futuras indemnizaciones. El Grupo Clarín arremetió contra el gobierno de Cristina Fernández por las nacionalizaciones de empresas con participación de Techint en el país caribeño, los dichos descontextualizados del presidente Hugo Chávez a su par brasileño, Lula da Silva, y la postura del gobierno argentino tras las explicaciones del caso por parte de Caracas.
“El gobierno le cree a Chávez y dio por cerrado el incidente”, tituló el diario Clarín en su portada de este jueves, para considerar luego, en páginas interiores, lo siguiente:
“La salida de Chávez fue decir que se trató de una broma que el periodismo no supo interpretar y para Venezuela parece estar todo dicho. El gobierno argentino aceptó un argumento que no convence demasiado. De hecho, el primer concepto de la presidenta refiriéndose a la estatización venezolana de tres empresas de Techint fue un reto, por no haber traído parte de la indemnización que el grupo recibió por la nacionalización de Sidor. El Ejecutivo intenta serenar las aguas diciendo que peleará por las indemnizaciones y aceptando que Venezuela tiene potestad para estatizar siempre y cuando pague. Pero la reacción empresaria –y la idea de que Kirchner pueda seguir, aunque con variantes, los pasos de Chávez– suma incertidumbre para después de las elecciones del 28 de junio”.
La cobertura del matutino buscó poner el acento en el peligro que constituye un posible avance del Estado sobre el sector privado, ubicando en un primer plano la voz de Techint, de la mano de Daniel Novegil, titular de Ternium, además de respaldar el pedido de la UIA para que se excluya a Venezuela del Mercosur.
El canal Todo Noticias (TN) también aportó su cuota con una cobertura in situ desde territorio bolivariano para recorrer en exclusiva las plantas de Techint y entrevistar a directivos de la compañía que se mostraban sorprendidos por las medidas de Chávez, al tiempo que advertían que muchos trabajadores argentinos “se van a tener que volver”.
“A Techint y a Clarín no los unen capitales lineales”, pero lo que los une “podría dejar a Techint mejor parado para negociar”, afirmó en dialogo con Política&Medios Juan Kornblihtt, responsable del sector de investigación económica del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS).
Para Kornblihtt la intención de Clarín “pasa más por desestabilizar al gobierno, que por analizar puntualmente el tema de las nacionalizaciones”, y basó esta afirmación en la tendencia del medio a variar su posición de acuerdo a “si le favorece o no a sus propios intereses”.
En cuanto a Techint, recordó que, cuando se nacionalizó Sidor, el grupo ítalo-argentino salió ganando gracias a los reclamos y escándalos mediáticos. “El Estado argentino negoció por ellos y consiguieron una indemnización por encima del precio de mercado”, aseguró el especialista.
La necesidad de Techint iría ahora por el mismo carril, tratando de presionar para negociar el mejor precio posible de indemnizaciones por su participación en una de las áreas más dinámicas de la industria siderúrgica, la fabricación de tubos, que factura alrededor de 10.000 millones de dólares anuales.
“Techint se ha beneficiado de las nacionalizaciones todo el tiempo. Esta empresa se armó alrededor de dos actividades: por una parte, los tubos sin costura que le vendía a YPF, y por la otra, las obras públicas de ingeniería. En los dos casos, el Estado fue protagonista. Esto habla de que Techint no tiene problema con las nacionalizaciones. En realidad vive del Estado”, explicó Kornblihtt.
El investigador del CEICS consideró, sin embargo, que este modelo comienza a mostrar fisuras: “Hasta ahora hubo una alianza entre la Unión Industrial Argentina (UIA), con Techint a la cabeza, y el gobierno de los Kichner. Esto para poder fundamentarse tiene que tener un sustento material, no es una alianza ideológica, sino que responde a intereses determinados. Pero esto se está empezando a agotar, hay cada vez menos material para este tipo de alianzas”.
Por su parte, el director del Observatorio de Medios de la Argentina, Víctor Ego Ducrot, explicó a P&M que Clarín está apuntando “todos los cañones hacia la administración de Cristina Fernández de Kirchner” porque “en esta coyuntura electoral, el grupo Clarín ha decidido atacar en términos frontales al oficialismo. Por consiguiente, todo lo que le funcione para esto lo va a utilizar”.
“La estrategia del grupo Clarín y, en líneas generales, la de la UIA y de otras cámaras empresariales, coincide porque forman parte del mismo bloque de poder. Clarín le esta llevando a la sociedad la voz de sus propios intereses convertida, disfrazada de periodismo, de información”, agregó Ego Ducrot, y aseguró que es en este contexto donde “Clarín se trasformado ahora en vocero de los intereses de Techint”.
El director del Observatorio y docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) también advirtió sobre otros casos, no menos preocupantes, que tienden deliberadamente a la manipulación y tergiversación de los hechos.
“El diario La Nación titula en su editorial «Las nuevas relaciones carnales» y habla de Hugo Chávez como de un «dictador». Recordemos que este diario nace como defensor de uno de los principales genocidios del país y lo fue también de la dictadura de 1976. Su dirección editorial y empresarial tendría que estar presa por cómplice ideológico de genocidio. Sin embargo, se dan el lujo de tergiversar la realidad hablando de dictadura, cuando Chávez fue elegido por las urnas, por la voluntad popular. Hay una impunidad terrible de la palabra. Se apropian de la palabra ajena y dejan a la sociedad muda”, subrayó.
Ego Ducrot relativizó, además, los supuestos peligros que anuncian muchos medios sobre las inversiones argentinas en Venezuela, al preguntarse: “¿Cómo se explica entonces que en estos momentos esté presente en Caracas una delegación de decenas de empresarios de los más diversos sectores para labrar contratos de aprovisionamiento de insumos de producción argentina a aproximadamente 60 empresas venezolanas?”.
De hecho, en los últimos tres años el intercambio comercial entre ambos países aumentó un 700 por ciento, con saldo de balanza comercial favorable para la Argentina, lo que marca el alto índice rentabilidad de los empresarios de nuestro país en territorio bolivariano.
(Fuente: Política&Medios)
