La fábrica de cristales oftalmológicos de la zona oeste que cerró sus puertas hace quince días y dejó a 57 trabajadores en la calle podría pasar a manos de nuevos dueños. Esa posibilidad quedó flotando después de la audiencia que mantuvieron este viernes en la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia representantes de Laboratorios Balbazoni Hermanos y delegados sindicales. La llegada de nuevos patrones comenzó a ser gestionada por la conducción nacional del Sindicato de Obreros del Vidrio y Afines (Soiva), que comparte la representación del personal con el gremio que nuclea a los empleados, administrativos y de mantenimiento. De concretarse la venta de Balbazoni, el corolario de este conflicto laboral se asemejaría al de la autopartista Mahle.
Diego Bisolatti, uno de los empleados del establecimiento, contó que ante la posibilidad del cambio de manos de la firma las autoridades laborales provinciales resolvieron convocar a una nueva audiencia para el próximo jueves. Para entonces se esperan resultados de las conversaciones entre los actuales propietarios del laboratorio y los interesados, acercados por la dirigencia del gremio de los obreros.
El anhelo del personal y las organizaciones sindicales es preservar la fuente de trabajo y la aparición de una empresa dispuesta a comprar la fábrica reabrió la expectativa en ese sentido.
La novedad dejó en segundo plano la discusión por el monto de las eventuales indemnizaciones que se había iniciado ante la posibilidad de que la planta de Balbazoni no reanudara su actividad productiva.
En cuanto a los resarcimientos, la patronal ofrecía abonar el 60 por ciento de los montos fijados por las normas vigentes. Pero los trabajadores advirtieron que sólo aceptarían el pago del total de lo que les corresponde. En caso de traspaso, adelantaron, exigirán que el nuevo dueño los tome respetándoles la antigüedad, aunque aceptarían arrancar de cero si antes perciben el total de las indemnizaciones que les corresponden por los servicios prestados a Balbazoni.
En caso de concretarse lo del inversor interesado en quedarse con Laboratorios Balbazoni, se daría una salida similar a la que destrabó el conflicto de la autopartista Mahle.
