En el canal de cable América 24, propiedad de Francisco de Narváez, Daniel Vila, José Luis Manzano y otros, en vivo y durante unos 20 minutos, el doctor en Economía Ariel Umpiérrez desplegó un amplio abanico de formulaciones técnicas sobre la Gripe A N1H1, en nombre de una organización de la cual es presidente, Médicos Sin Banderas (MSB), y con un único blanco de toda crítica: el gobierno nacional. El profesional especializado en las duras Ciencias Económicas y con evidente vocación por la coordinación de intervenciones médicas en zonas de conflicto debió abandonar otra entidad algo más conocida por el público habituado a ver televisión, Médicos En Catástrofe (MEC), sospechado de haberse quedado con dineros de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En la ofensiva mediático-sanitarista del dengue, el Nano Umpiérrez asesoró a la Coalición Cívica y compartió paneles con dos veteranas de la calidad institucional: Patricia Bülrich y Margarita Stolbizer.

Algunos medios y fuerzas políticas siguen de campaña y –como ya sucedió con el dengue–metieron a la Gripe A en la agenda política con que piensan hostigar y desgastar al gobierno nacional.

Evidentemente cebado con sólo haber probado los primeros bocados de poder político y aún insatisfecho con el pliego de condiciones que junto a la Mesa de Enlace intentará imponerle al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en los próximos días, el espacio que exhibe como fachadas principales a De Narváez, Mauricio Macri y Felipe Solá y el Acuerdo Cívico siguen usando literalmente todos los medios que poseen para socavar el poder presidencial. Y la gripe de origen porcino ofrece buenas chances a la hora de sembrar perturbación y terror en la opinión pública.

En su incursión por América 24, Umpiérrez se dedicó a repetir la rutina que desgranó cuando el dengue: “Hacen falta políticas de Estado a ocho o diez años para evitar estas pandemias”, acusó, soslayando que los más diversos sistemas de salud del planeta se vieron colapsados por la veloz expansión de la enfermedad. También responsabilizó a los gobiernos nacional y de la provincia de Buenos Aires, aunque a éste le otorgó leves créditos: “He escuchado al doctor (Claudio) Zin, el ministro de Salud bonaerense, yo lo respeto, pero falta mucho por hacer”, se le escuchó decir, con el tono de quien habla con algún sentido.

“Los casos reales de infectados por el virus de la gripe A ya superan los 10 mil y se concentran en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, afirmó el presidente de la ONG Médicos sin Banderas, Ariel Umpiérrez”, según reprodujeron Radio Continental, y los portales de noticias Urgente 24 y Mendoza On Line, que además tomaron nota de otro presunto “diagnóstico científico” del economista: “La cantidad de pacientes fallecidos a causa de la nueva influenza A/H1N1 también son muchos más que los anunciados de manera oficial por el Gobierno”, sin aportar prueba alguna que sostenga tamaña revelación.

Umpiérrez también se explayó a gusto en otro medio de la dupla Vila-Manzano, el Diario Uno de Mendoza: “La percepción de la mayoría de los ciudadanos es que los datos oficiales no se condicen con la realidad”, aseveró con granítica caripela.

Acto seguido, Umpiérrez parece dar la clave de por qué MSB apela tanto a la alarma social: “Lo importante ahora es decretar la Emergencia Sanitaria Nacional y movilizar todos los recursos disponibles: no es momento para ahorrar partidas presupuestarias a costa de la salud del pueblo, como se hizo con el dengue y el Chagas”. Las nuevas autoridades sanitarias nacionales deberían estar muy precavidas si tienen pensado distribuir fondos a ONGs para combatir la pandemia.

Precisamente por Radio Continental, Elsa Baumeister, directora del Servicio de Virosis Respiratorias del Instituto Malbrán, que es donde se llevan a delante los análisis para detectar si los casos que llegan corresponden a la gripe A H1N1, aseguró que ese nosocomio “tiene reactivos para detectar el virus”. De esta forma, descalificó las afirmaciones de Umpiérrez, quien en su momento denunció que la Argentina no tenía reactivos para detectar la gripe porca. El caso de Radio Continental y su insistencia en darle entidad al Nano es digna de análisis, puesto que el 11 de junio, en el programa La Mañana, que conduce Víctor Hugo Morales en esa emisora, Umpiérrez sostuvo una curiosa afirmación, de la cual debe estar arrepentido: “La gripe A es utilizada para no hablar de los problemas mucho más graves que hay en el país con el dengue y el Chagas”.

En la misma línea que Baumeister, el ministro de Salud de Jujuy, Víctor Urbani, opinó que Médicos sin Banderas “es una asociación que yo personalmente creo que tiene un alto contenido político; no tiene médicos sanitaristas adentro y generan mucha alarma. Lo hicieron ya con el dengue y lo vienen a generar ahora nuevamente con el tema este de la gripe porcina”. Para Urbani, la ONG debería llamarse “Médicos sin escrúpulos”.

Como con el dengue

En oportunidad de la aparición del dengue como problema de Estado a partir de su propagación, el “especialista” definía en C5N, el canal de Daniel Hadad, su visión, por cierto poco académica: “La batalla del dengue la estamos perdiendo por goleada”. Y agregó, con nulo apego por la necesaria comunicación de prevención: “Hay un gran despliegue del Ministerio de Salud de la Nación, pero también hay una gran ineficiencia”.

Hace poco más de dos meses, Redacción Rosario publicó un artículo firmado por Anahí Fernández, docente y ex dirigente gremial de la Conadu. La nota abundaba en los poco translúcidos antecedentes de Umpiérrez, que incluían sus accidentados últimos pasos por Médicos En Catástrofe: “…el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) planteaba iniciar acciones legales contra los directivos de MEC, Abel Pasqualini; su mujer, Lydia Bilech; la hija de esta última, Cristina Hernando, y el ex vicepresidente Ariel Umpiérrez”. ¿Por qué? Una auditoría de las Naciones Unidas estaba en marcha por un faltante de 250.000 dólares de fondos otorgados para financiar misiones en África.

Por si quedaran dudas de la estimación que otras ONGs tienen de Médicos Sin Banderas, este jueves se conoció un comunicado titulado “Médicos Sin Fronteras (MSF) aclara que no tiene ninguna vinculación con la organización Médicos Sin Banderas”, y que dice lo siguiente: “A causa de las recientes confusiones en los medios y en la opinión pública entre las dos entidades, la oficina de MSF en Argentina nuevamente insiste en recordar a los periodistas y a la comunidad que no tiene ninguna relación con la entidad denominada Médicos Sin Banderas ni con quien figura en notas periodísticas como su titular, Ariel Umpiérrez…”.

El comunicado sigue así: “MSF se encuentra muy preocupada con esta confusión, ya que siempre se propone informar con seriedad y responsabilidad, difundiendo información fidedigna sólo cuando está directamente implicada con proyectos en el terreno y tiene sus propios datos. Por esta razón, y debido a que en este momento MSF no está desarrollando actividades médicas vinculadas a la influenza A (H1N1), no cuenta con nueva información sobre este tema para compartir con la población, ni puede dar recomendaciones al respecto. Las mismas corresponden a las autoridades y/u organizaciones internacionales acreditadas para ello”.

Sugestivamente, cuando Umpiérrez hace sus apariciones mediáticas nunca lo acompaña médico alguno, y el “especialista” nunca hace mención a misiones de la entidad fuera de la Argentina.

Umpiérrez y la política

Umpiérrez no es un improvisado en el arte de la política partidaria. En setiembre de 1998 Umpiérrez decidió fundar una agrupación a la que bautizó Mi Argentina (MIA). Desde esa plataforma organizó un ciclo de charlas políticas que inauguró el ex presidente Ramón Puerta en un ámbito que propiciaba el debate académico: una parrilla de San Telmo. Si esa elección da pistas sobre los ideales de Umpiérrez, algunos asistentes a la charla terminan de darle marco: Miguel Ángel Toma, ex funcionario menemista, jefe de la SIDE duhaldista y hombre de los mandados de José Luis Manzano; Teresa González Fernández, La Colorada, ex esposa de Felipe Solá y adolfista confesa, y Archibaldo Lanús, embajador de carrera y ex secretario de Estado de Relaciones Exteriores en 1989, entre otras celebridades.

Más allá de cómo le fue con MIA, lo cierto es que Umpiérrez ya se venía perfilando, con empeño, para construir una carrera política. En octubre de 2007 se presentó como candidato a diputado por el Frejuli porteño, pero no obtuvo los votos suficientes. Tampoco se desmoralizó por ello, y rápidamente tomó contacto con la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, para lo cual en lugar de sacar a relucir su sello MIA prefirió reflotar a Médicos sin Banderas.

El resultado fue inmediato. Los diputados nacionales del Acuerdo Cívico y Social Patricia Büllrich, Fernando Iglesias Claudia Fernanda Gil lozano, en un proyecto de resolución, solicitaron al Poder Ejecutivo “la aceptación de la ayuda humanitaria de la ONG Médicos sin Banderas con el fin de combatir la epidemia de dengue”. Entre los argumentos usados por los legisladores, uno se destaca claramente: “Médicos sin Banderas trabajaron durante muchos años en Médicos en Catástrofes. Su presidente es el economista graduado en Francia Ariel Umpiérrez, fundador de la ONG humanitaria internacional que hizo su primera prueba de fuego durante el genocidio de Ruanda que le costó la vida a más de 1.000.000 de personas y provocó 2.000.000 de refugiados en los países vecinos en 1994”.

Sin embargo, los legisladores de Lilita Carrió no mencionan la denuncia de la doctora Florencia Freixá, ex miembro de la organización Médicos En Catástrofe, que en 1997 llegó a Ruanda para asumir la coordinación médica y se encontró con que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) había suspendido los pagos por “serias discrepancias” en el uso de los fondos.

En 2008, un comunicado de la fuerza política liderada por Elisa Carrió dio cuenta de que un grupo de médicos, encabezado por Umpiérrez, “ofrecerán su ayuda al Estado para enfrentar la epidemia de dengue que se extiende por el país”. La conferencia de prensa para anunciar la cruzada antidengue se realizó en la sede del Instituto Hannah Arendt, donde Umpiérrez se sintió escoltado por dos pesos pesado de la calidad institucional: la líder de la CC de la provincia de Buenos Aires, Margarita Stolbizer, quien recientemente alcanzó el tercer lugar en los comicios nacionales, y la diputada nacional Patricia Büllrich, quien por entonces no había tenido que pasar por la traumática situación de tener que soplar para adentro para zafar de un control de alcoholemia.

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