El nuevo mega casino de Rosario, del que algunos han llegado a decir que “se parece a Las Vegas”, chorrea grasa: en la inauguración de este jueves la madrina será Susana Giménez, la fiesta será conducida por Guillermo Andino y también habrá un recital del Puma Rodríguez, que no es el ex goleador de Central. Para colmo, en otro hallazgo creativo, le pusieron “City Center Rosario”, sí. Ahora, tenemos además de la bandera más larga del mundo la rula más parecida a Miami con palmeras y todo ¿viste? Dame fichas.
Un entrado en años recuerda cuanto atrás quedaron las consignas ochentosas de la ultracatólica Liga de la Decencia (LD) –conocida popularmente cono Liga de la Demencia– que pintaba en las paredes «más fábricas menos casinos».
Fueron sus hijos los que pidieron a gritos una timba cercana. Tardó muchos años, unos 45, pero acá está: un súper centro para despuntar el vicio y profundizar el perfil de Rosario como ciudad receptiva de visitantes. Y unas 1.600 personas ya tienen trabajo como empleados del lugar.
El predio cuenta con un centro de convenciones para 2.500 personas, un hotel 5 estrellas pullman de la cadena francesa Accor para 400 huéspedes, locales comerciales, salón de belleza, un centro de información turística, un banco, área de esparcimiento, juegos infantiles y 14 pistas de bowling
La olvidada zona sur, ahora, muestra, a todo color, el contraste entre el Tercer Mundo y los neones del paraíso del juego, aunque, entre tanto, se benefició con el lavado de cara, el asfaltado de calles aledañas y un nuevo impuso comercial de ese rincón suburbano.
Pero claro, lo más grasa y decadente estará dentro del local. Y como bien comparan muchos, desde Miami a Las Vegas o de Mendoza a Victoria, con las diferencias de cada caso, los casinos son lugares, o no lugares quizá, en donde el azar es Dios y sus devotos adrenalínicos gozan del éxtasis de pertenecer a la Gran Grasa Humana.
