La administración municipal de Miguel Lifschitz no gastó 56 millones de los 177 que estaban destinados a programas específicos, dinero que en cambio fue a parar a Rentas Generales, según un informe de un bloque opositor en el Concejo. Los perjudicados fueron entre otros, los programas del menor y la familia, el Promusida, y proyectos de forestación y alumbrado público. Hasta el Museo de la Memoria cayó en la volteada.
La discusión entablada en 2007 entre el gobierno saliente de Jorge Obeid y el entrante de Hermes Binner sobre los 1.600 millones que el primero había dejado en caja al segundo, y que según el ministro de Economía de la actual gestión, Ángel Sciara, tenían asignación específica por lo cual no pudo ejercer libre disponibilidad sobre ellos, tiene su capítulo local, pero a la inversa.
De acuerdo con un informe elaborado por el bloque del Partido del Progreso Social sobre los datos suministrados por la Intendencia al Concejo respecto del presupuesto ejecutado de 2008, la administración de Miguel Lifschitz no gastó 56 millones de los 177 que estaban destinados a programas específicos, dinero que en cambio fue a parar a Rentas Generales.
Algunos de esos casos son polémicos: por ejemplo, la no utilización del 88 por ciento del Fondo de Atención del Menor y la Familia, o la no ejecución del 73 por ciento de los recursos destinados, en forma específica, al Programa Municipal del Sida (Promusida).
La Intendencia posee en su presupuesto más de treinta fondos de asignación específica. Se trata de partidas asignadas en cada ejercicio para gastar o invertir en fines particulares, como por ejemplo la realización de desagües pluviales, la lucha contra la drogadicción, la atención de discapacitados, la forestación o el alumbrado público.
Esos fondos de asignación específica fueron creados por ordenanzas del Concejo y se les destina una partida anual que, en caso de no ser ejecutada en su totalidad, en vez de ser transferidas al ejercicio siguiente sus remanentes pasan a Rentas Generales, desde donde se pueden emplear para gasto corriente.
La clave de esa ingeniería financiera que le permite al municipio contar con recursos “extras” para gasto corriente, y que no implica ninguna ilegalidad, está en el artículo 14º del presupuesto. Más específicamente, se trata de una palabra, por medio de la cual la Secretaría de Hacienda remite los remanentes de fondos específicos no ejecutados a Rentas Generales.
Dicho artículo establece que “podrán permanecer en sus respectivos fondos especiales los remanentes de ejercicios anteriores cuando así lo requieran, fundamenten y respalden los administradores de los mismos mediante el informe técnico correspondiente”.
El término “podrán” no establece la obligación de utilizar los recursos no empleados un año en el próximo ejercicio y con igual fin, sino que lo deja al arbitrio del administrador. El resultado, en 2008, fue que los 54 millones de pesos de fondos de asignación específica no ejecutados pasaron a Rentas Generales, de acuerdo al informe al que accedió este diario.
Ni árboles y luces
Según esa información enviada por el Ejecutivo al Concejo semanas atrás, el municipio sólo usó durante 2008 el 1,16 por ciento de los recursos asignados al Fondo de Forestación, que contaba con 363.424 pesos. Más del 98 por ciento fue a Rentas Generales, donde es más difícil saber si se emplearon para plantar árboles.
Algo similar ocurrió con el Fondo de Alumbrado Público, que contaba en el presupuesto 2008 con algo más de un millón de pesos para invertir en ese fin. Pero el 71 por ciento no fue ejecutado y su remanente no quedó en el fondo para este año sino que fue reasignado.
De los 15.792.029 pesos que la Intendencia dispuso para el Fondo de Desagües Pluviales, el 47 por ciento (7,5 millones) no fueron gastados y pasaron a Rentas Generales. Lo mismo ocurrió con el Fondo de Emergencia de Salud, del que sólo se gastó el 39 por ciento, quedando para otro fin algo más de un millón cien mil pesos.
El Museo de la Memoria, creado a través de una ordenanza impulsada por el entonces concejal radical Daniel Luna, cuando Hermes Binner era intendente, también posee una partida de asignación específica. En 2008 ascendía a escasos 36.746 pesos, pero aun así parece que eran más que suficientes, porque sólo se gastaron 3.950 pesos, un 10 por ciento del total.
Pavimento y servicios fúnebres
Otro dato llamativo de la rendición de cuentas que el Ejecutivo envió al Concejo Municipal es el correspondiente al Fondo de Pavimento a Nivel Definitivo. A pesar de que baches sobran y calles por asfaltar también, de los 2,5 millones con los que contaba la Intendencia el año pasado para esa tarea, sólo se ejecutó el 15 por ciento, con lo cual quedó un remanente de dos millones sin utilizar.
El Fondo de Servicios Fúnebres corrió una suerte similar. De acuerdo a la información pública brindada por la Municipalidad sólo se ejecutó el 30 por ciento de los recursos presupuestados, por lo cual 467 mil pesos pasaron a la caja municipal para otros gastos.
Por su parte los recursos del Fondo del Conurbano –que la provincia recibe de la Nación y redistribuye en las ciudades de Rosario y Santa Fe– sólo se ejecutaron el 45 por ciento de los 20 millones anuales. Así, 11 millones terminaron en Rentas Generales. Mediante esa operatoria, la subejecución de partidas con asignación específica, la Secretaría de Hacienda engorda, sin violar ninguna ordenanza, la caja de recursos disponibles sin atadura alguna.
En 2007 el monto no ejecutado de fondos de asignación específica fue de algo más de 78 millones. No se trata más que de una picardía financiera sin consecuencias legales, pero objetable desde aquellas organizaciones de la sociedad civil que batallan por más presupuesto para cuestiones tales como la lucha contra el Sida o de simples vecinos que aguarda la pavimentación de su cuadra.
Lo asignado a Cultura se usó casi todo
Así como muchos de los fondos de asignación específica con los que cuenta la Municipalidad no fueron ejecutados en su totalidad y sus remanentes se convirtieron en recursos de libre disponibilidad, en otros casos esos dineros se gastaron completamente. De acuerdo con la rendición de cuentas del presupuesto 2008 que hace poco ingresó al Concejo Municipal, el fondo del Centro Cultural Bernardino Rivadavia (57.679 pesos) fue ejecutado en un 99,3 por ciento, mientras que el del Jardín de los Niños (131 mil pesos) se gastó en el 93,5 por ciento.
El destinado a la Biblioteca Argentina, de 24.732 pesos en 2008, fue ejecutado en un 93 por ciento, en tanto que el de Cultura –creado por ordenanza 7356/02- se gastó en un 96 por ciento. Se trataba de 929.826 pesos.
El Fondo Compensatorio del Sistema de Transporte, creado hace años para paliar el crítico servicio de colectivos y abaratar el boleto, también fue ejecutado en su casi totalidad. De los 10,5 millones de pesos con los que contaba se gastó el 96 por ciento.
Finalmente, también el fondo destinado a pagar préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)-PNUD, de 38 millones de pesos, fue ejecutado en un 96 por ciento.
Otros fondos ni siquiera se tocaron
Según el informe elaborado por uno de los bloques opositores en el Concejo sobre la rendición de cuentas municipal 2008, siete fondos de asignación específica no fueron tocados por sus administradores durante ese ejercicio.
Se trata del Fondo de Restauración del Monumento a la Bandera, por 90 mil pesos: el de Urbal-Mujer por 73.223 pesos; uno denominado Plan Nacional de Obras Municipales por 1.230 pesos; el de Ejecución de obras Jefes de Hogar por 114 mil pesos; el de Pavimentación Periférica, por 228 mil pesos, y el Fondo de Tierras, por un total de 428 mil pesos.
Ninguno de ellos fue usado. Ni un solo peso se tocó de lo presupuestado en 2008, de acuerdo al informe antes mencionado. Por último, llama la atención que durante ese ejercicio no se usó nada del Fondo de Emprendimientos Productivos, creado en su momento con 373 mil pesos para alentar a pequeños emprendedores rosarinos.
Según pudo saber este diario, todos los interesados que realizaron el curso para acceder al Fondo de Emprendimientos Productivos en 2008 recién recibieron los recursos a lo largo de este año. “No es que no los pagaron, sino que se comieron un año. Los que están haciendo el curso ahora van a recibir el dinero en 2010”, explicó la fuente del Concejo consultada para esta nota.
(Fuente: El Ciudadano)