Mauricio Macri carga contra Francisco De Narváez. Luis Juez se queja de que sus colegas hacen “lo mismo” que se le critica al kirchnerismo. Elisa Carrió cargó la semana pasada contra la UCR. ¿Qué está pasando? ¿Se caen las esperanzas de Clarín y La Nación?
La agencia Télam tituló con meridiana claridad: “Macri volvió a apuntar a su ex socio: «De Narváez tiene un impedimento legal para ser candidato»”. Las palabras del jefe de Gobierno porteño poniendo los límites que marca la Constitución habla de un distanciamiento que los espectadores de los canales América y América 24 ya venían sospechando: las animaladas de la gestión de Macri que antes se disimulaban o no se emitían aparecían con un plus crítico reservado por lo general al kirchnerismo. ¿Órdenes de De Narváez? Tal vez.
Mauricio, además de asegurar que Francisco “tiene un impedimento legal” para ser candidato a presidente, sostuvo que el pelirrojo diputado debe recordar que “tiene un compromiso con la provincia de Buenos Aires”. El jefe de Gobierno llegó a la reunión de gabinete porteño en bicicleta, e insistió que los habitantes de Capital deben incrementar su uso, pero su consejo no distrajo a los cronistas.
“De Narváez tiene un impedimento legal que está viendo si lo puede remover. Las ambiciones personales son propias de cada uno, pero también le digo que recuerde que él tiene un compromiso con la provincia”, aseveró el repentino ciclista.
El cuentista se puso serio
“La semana pasada criticamos a (el senador del Frente para la Victoria Miguel) Pichetto y ahora nosotros hacemos lo mismo”, reconoció Luis Juez, con una seriedad que no exhibe ni en el recinto del Senado.
El senador del Frente Cívico aseguró que desde su agrupación van a dar quórum este miércoles, cuando se intente debatir una vez más la aprobación del pliego de la designación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Central y la reforma del impuesto al cheque. “Debemos actuar de otra manera”, dijo, y agregó: “Vamos a dar quórum y vamos a intentar de llevar una modificación del reglamento. La semana pasada criticamos a Pichetto y ahora nosotros hacemos lo mismo. De ahora hasta que termine mi mandato, todos los miércoles me sentaré a discutir, yo tengo argumento para decir, debemos actuar de otra manera”, dijo a Radio Mitre, para desazón de los directivos del Grupo Clarín.
El hombre investigado por la Justicia por presuntas cuentas suyas en Bahamas e Islas Cayman sostuvo: “No quiero que la gente nos diga que son todos iguales, yo soy opositor a este Gobierno. Algunos creen que como hace mucho que están en el Senado tienen más picardía”. Y concluyó: “Nosotros decimos (que) los kirchneristas se llevan el mundo por delante, y nosotros quizás hacemos lo mismo. Prefiero perder la votación, pero haber tenido un debate”.
Roxana la espera
Mientras tanto, todavía resuenan las palabras de la heroína de la semana pasada, la senadora Roxana Itatí Latorre, quien sin pelos en la lengua, gatilló: “Me parece que hay un sector de la dirigencia que plantea que si se tienen que ir antes, que se vayan, que hay que echarlos a patadas (a los integrantes del gobierno). Se ve mucha intransigencia e irascibilidad”. Para quienes se adueñaron del concepto “crispación” sólo para adjudicárselo al kirchnerismo, esas son palabras que destilan traición.
Lilita desespera
La semana pasada se pudo asistir a tensiones evidentes entre quienes aparecían luego del 28 de junio de 2009 como un bloque sin fisuras. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, salió a decir que a los demás opositores “les falta coraje”. El pretendidamente flemático diputado de derecha Felipe Solá responsabilizó, el mismo día, a la UCR. Y ésta fuerza más que centenaria tuvo que comerse el cachetazo para no romper todo en mil pedazos.
El fracaso del debate en Diputados para tratar la derogación de los decretos que disponen el pago de la deuda pública con reservas del Banco Central fue el detonante. “Salvo la Coalición Cívica, los bloques han decidido no bajar al recinto. Es una decisión que respetamos, pero es la peor que pueden tomar. No hay nada más funcional al kirchnerismo que no estar presentes con las mayorías necesarias", sostuvo Lilita, al borde del estallido emocional.
Los jefes del bloque del radicalismo, Oscar Aguad y del Pro, Federico Pinedo, arrugaron y evitaron las polémicas. Aguad, procesado por su paso por la intervención de Corrientes en épocas de la Alianza, explicó: “Estamos frente a un error”, y no le contestó a Carrió. ¿Por qué?, le preguntaron: “Porque la adoro”, respondió el amigo de Luciano Bejamín Menéndez.
Pinedo interpretó que “los distintos partidos políticos se expresan como quieren, pero estamos juntos”, pero Solá responsabilizó del fracaso al jefe de los senadores de la UCR, Gerardo Morales.
Sufre Clarín, sufren sus coroneles y capitanes. Sufre “el campo”. Por una vez sufren los que tienen que sufrir, y mientras dure, a disfrutar.
