Helados para todos, cucuruchos en la frente también.
Helados para todos, cucuruchos en la frente también.

El portal de negocios financieros y algo de economía ON24 se sensibilizó con lo que le ocurrió –aparentemente– a UNA heladería rosarina. Sí, a una. Pero tituló “Guillermo Moreno ahora deja a Rosario sin helado”. Si el lector se entusiasma y lee esta humilde columna, sabrá que ni siquiera pasó lo que ON24 dice que pasó. Aparentemente.

El portal de negocios financieros y algo de economía ON24 decidió bajar a tierra rosarina la polémica instalada por los monopolios informativos nacionales en torno de las presuntas iniquidades que el secretario de Comercio de la Nación, Guillermo Moreno, vendría realizando en perjuicio de la industria y el comercio nacionales. “Guillermo Moreno ahora deja a Rosario sin helado”, fue el título que eligió ese medio para narrar lo que le habría ocurrido a la heladería rosarina Arkakao. Por lo tanto, tranquilos, rosarinos, no se van a quedar sin helado en este crudo invierno.

“Las controvertidas medidas del secretario de Comercio perjudican directamente a una heladería ubicada en pleno centro de la ciudad”, reza la bajada, que debería tranquilizar a los adictos al cucurucho relleno de crema helada. Ya no es toda la ciudad que verá, impotente, cómo Moreno derrite su deseo, es apenas una heladería.

ON24 sigue: “Las noticias sobre las importaciones trabadas en la Aduana por orden del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, afectaron directamente la llegada de partidas a Rosario. Ahora le tocó el turno a la heladería Arkakao, ubicada en pleno centro de la ciudad. La misma no puede trabajar porque su materia prima que llega desde Italia, se encuentra retenida en Aduana”. Caramba. Algo habrá que hacer con ese maldito Moreno, habrá pensado alguna pareja de septuagenarios que gastan sus horas libres de jubilados atragantándose con helados de Arkakao.

El relato no tiene piedad por las almas sensibles. “El panorama al ingresar al comercio (Arkakao) es desolador. Tres empleados detrás del mostrador, luces a medio encender y mesas sin ocupar”. O sea, lo que debe ocurrir en el 90 por ciento de las heladerías de Rosario en pleno junio y con un rango térmico que va desde el bajo cero (ojo que no es chivo, ¿eh?) a los 16° Celsius. ¿O en otras heladerías hay que hace cola para sacar número y tomarse un vasito de americana y chocolate?

Pero quien escribe el artículo de denuncia no se detiene y muestra la crudeza de un testimonio desgarrador: “«Hace un mes y medio que estamos así. Sólo podemos servir algo de cafetería. Lo único positivo es que no sucedió en verano», rescata uno de los empleados, tratando de buscar el lado positivo”. Al menos se trata de un reconocimiento de una flagrante inoportunidad para la dramatización de una noticia que, está por verse, ya empieza a hacer agua. O crema.

En un repentino golpe de timón que a nadie le pareció necesario acompañar con un modesto subtítulo, ON24 pretende darle miga a su nota: “En su columna de ayer en La Nación, Jorge Oviedo advierte que Guillermo Moreno «ha vuelto al ataque», con su objetivo de preservar el superávit comercial, alarmado por la fuerte suba de las importaciones, que impulsan tanto el repunte de la actividad como el aumento de los precios internos en dólares por la inflación y la estabilidad de esa moneda”.

Quien esto escribe no le va a pedir a La Nación –ni a ON24– que se sientan alarmados por la suba de las importaciones ni que reconozcan las bondades del superávit comercial, eso sería pretender que renuncien a su naturaleza escorpiana. Pero sería posible, sí, exigir que ON24, el medio que cita al centenario periódico, haga los deberes y mida la relación entre lo citado y el episodio a narrar en el artículo central.

El portal rosarino, sin ponerse colorado por la falta de anclaje entre su propia noticia y el artículo de Oviedo, arremete con una parrafada de éste: “Según publica el periódico, «el secretario de Comercio consiguió tener formalmente intervención en las autorizaciones de importación. Hasta hace unos meses, algunos empresarios se quejaban de que aunque desde la cartera de la ministra de Industria, Débora Giorgi, se firmaban las licencias no automáticas, luego en la Aduana, por supuestas presiones de Moreno, se impedía la entrada de la mercadería, lo que constituía una barrera informal”. ¿Y los helados? No se sabe, pero queda bien citar a La Nación, al menos donde se piensa parecido.

La cosa se complica

Bajo el subtítulo “Se castiga al que invierte en el país”, ON24 ensaya un relato al que pretende darle un toque de épica smithiana: “Giovanni Girardini, dueño de Arkakao, estaba tranquilo en Italia. Pero su espíritu emprendedor lo llevó a trascender fronteras y abrir una sucursal ni más ni menos que en Rosario. «Me hablaron de los rosarinos como los más exigentes de la Argentina, por eso vinimos acá a hacer el experimento», le confesó a ON24 allá por el mes de febrero”. ¡¡¡Febrero!!! Ajá. ON24 entrevistó al dueño de Arkakao en febrero. Con razón tanta preocupación por los helados. Pero la traba de Moreno es en junio. Ups. Esto se complica. ¿Dónde está AHORA Girardini? ¿Alguien lo sabe?

A ON24 no le interesa mucho dónde está el italiano emprendedor, pero sí que “sus helados se caracterizan por la elaboración artesanal sin ningún conservante y su exclusiva materia prima que llega de cada región del país ibérico para darle al chocolate, pistacho y avellana un sabor muy particular y real”. Y remata la nota: “Hoy la heladería ubicada en el Paseo del Siglo se encuentra a menos de media máquina, esperando ansiosa que Moreno les permita volver a trabajar”. Como se sabe, las importaciones que Girardini necesita destrabar y arrancar de las garras de Moreno vienen desde Italia, que siempre fue reconocida como “el país ibérico”.

Hasta aquí, una penosa forma de hacer periodismo. Pero los medios digitales ofrecen aristas que pueden agravar esta mirada. La herramienta “Comentarios”, al pie de cada artículo, suele dejar perlitas que hacen las delicias del cronista. Apenas centímetros debajo de la difusa firma “Redacción ON24”, que involucra al medio en esta modesta operación de prensa, alguien pide ser escuchado. ¿Adivinen quién? ¡¡¡Giovanni Girardini!!! Si, el dueño de la querida heladería. En medio de opiniones en las que se demuestra el carácter de víctimas cautivas de algunos lectores a quienes les resulta permeable cualquier información de esta calaña, la palabra autorizada del propietario exime de mayores comentarios. Es preferible reproducirla textualmente:

“28/6/2010 14:42
Giovanni Girardini
Disculpen, yo soy el dueño de Arkakao.
La información sobre la razón por la cual falta el helado no es totalmente correcta. Es verdad que casi siempre hay problemas para despachar mercadería en Argentina, pero en este caso el problema es simplemente de transporte entre Buenos Aires y Rosario y un problema aduanero burocrático por el cual la Aduana de Buenos Aires no aceptó despachar directamente en lugar de la Aduana de Rosario.
Pero quiero contestar al señor Claudio, que no conoce el tema del cacao. A parte que el cacao es uno solo de los productos que traemos de Italia, en realidad no es cacao lo que traemos, el producto es el chocolate que se trabaja en manera distinta en los distintos lugares del mundo, y en Argentina el producto final es distinto del producto final italiano ( puede ser mejor, pero distinto).
Respecto a esta nota, yo estoy en Italia desde hace 20 días y no sabía nada de nada (¡no hay otros intereses por lo menos de mi parte!) y más, la información no es totalmente correcta.
Sobre todo, cuando habla de lavado de dinero, me ofende. Yo soy un empresario serio en Italia e intento de serlo en Argentina también.
Espero que me acepten como extranjero, pero por favor no digan cualquier cosa siempre pensando mal. No todo el mundo es malo”.

Giovanni, no contento con ese comentario, agregó éste:

“28/6/2010 9:53
Girardini Giovanni
Si muchas veces hemos tenido problemas por culpa de la Aduana, ahora no es correcto decir esto, porque el problema ahora es la barcaza que de Buenos Aires llega a Rosario. Se rompió y paso muchísimo tiempo ante de empezar de nuevo a trasladar la mercadería hasta Rosario. La verdad es que siempre hay un problema. Una ves la aduana, una ves los transporte…”.

El remate lo dio Lucho, un lector apasionado que escribió algo parecido a una sentencia: “¡¡¡Que notición!!! Agreguen que al verdulero de la esquina de mi casa no le permiten vender repollitos de Bruselas”.

Más notas relacionadas
  • Qué nos espera

    Entre rumores de votos fraguados, cambios en el texto, revoleos de bolsos y presiones mafi
  • La paradoja de un Estado mafioso

    El Régimen de Incentivo para Grandes Inversores, incluido en la media sanción de la ley bo
  • Un rompecabezas incompleto

    Para recomponer el actual modelo de representatividad faltan piezas clave. Empresarios, Ju
Más por Horacio Çaró
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Central goleó a Caracas y se ilusiona con la clasificación

El Canaya venció 4 a 1 al equipo venezolano por la quinta fecha del Grupo G de la Copa Lib