El Tribunal Oral Federal que investigó el funcionamiento de una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná durante la dictadura, declaró culpables a 5 de los 6 imputados de los delitos de sustracción de un menor y de adulteración de identidad.
Los integrantes del Batallón de Inteligencia 121 de Rosario condenados fueron Pascual Oscar Guerrieri (14 años de prisión), Jorge Alberto Fariña (13 años), Juan Daniel Amelong (13 años) y Walter Pagano (11 años), mientras que el médico del hospital militar local, Juan Zaccaría recibió una pena de 5 años. La resolución fue celebrada como un hecho histórico para Entre Ríos, aunque abogados, querellantes y organismos reconocieron que esperaban "mayor contundencia en las condenas".
A la vez, el tribunal resolvió absolver de los delitos investigados en la causa al ex militar Marino González, también ex integrante del batallón rosarino.
Los condenados pidieron no estar presentes en la sala al momento de la lectura del fallo, que encontró a Guerrieri, Amelong, Pagano y Fariña "coautores responsables" de la sustracción del mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro, y de alteración o supresión de su identidad.
En tanto, el médico Zaccaría, ex jefe de terapia intensiva del nosocomio castrense, fue considerado partícipe necesario del delito.
El tribunal dispuso también que Guerreri y Zacarías cumplirán prisión domiciliaria, mientras que los restantes irán a cárcel común.
Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano ya habían sido condenados a la pena de prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario en el marco del juicio que investigó los delitos cometidos en cinco centros clandestinos de detención que funcionaron bajo la órbita del Batallón 121 de ejército con asiento en Rosario.
Por otra parte Marino González es investigado en otras tantas causas que también tramitan en los juzgados federales de Rosario.
El abogado de Abuelas de Plaza de Mayo e integrante de HIJOS, Álbaro Baella, recordó a Redacción Rosario, que desde la durante los alegatos la Fiscalía había solicitado que Guerrieri sea condenado a la pena de 14 años de prisión, Fariña, Amelong y González a 13, y Zaccaría y Pagano a 11, mientras que las querellas pidieron que todos los acusados sean sentenciados a prisión perpetua por los delitos investigados.
Por otra parte, Baella indicó que desde la querella también habían solicitado que se revoque la prisión domiciliaria que goza actualmente Guerrieri y, subsidiariamente, para el caso de que el tribunal no aceptara la calificación del delito de desaparición forzada, la pena de prisión de 25 años e inhabilitación de cumplimiento efectivo para todos los imputados.
Baella advirtió que “aún no se han leído los fundamentos”, pero admitió que la sentencia “dista mucho del pedido de pena que hizo la querella conjunta, tanto del pedido de pena del delito de desaparición forzada de persona como los 25 años que pedimos para todos”.
La abogada querellante por la agrupación HIJOS regional Paraná, Florencia Amore, adelantó que apelarán el fallo del tribubal. “Esperábamos mayores condenas ‒dijo la abogada‒, pero sigue siendo satisfactorio haber podido transcurrir por este juicio después de 30 años y haber logrado estas condenas, que para nosotros son menores pero son condenas al fin, sobre todo teniendo en cuenta la clase de delitos de la que estamos hablando”.
“Tenemos un sentimiento contradictorio. Por un lado estamos contentos porque hemos logrado una condena, pero esperábamos mayor severidad”, señaló.
“Es importante que la sociedad tenga muy claro el mensaje en relación a estos hechos gravísimos. El daño que generan, tanto en las personas apropiadas como en las familias que los han buscado por más de 30 años no puede ser soslayado con una pena de tan pequeña. Entonces, desde nuestro punto de vista, los jueces tienen que dejar claro simbólicamente que en este país la apropiación de menores es un hecho repudiable”.
Una cuestión de actitud
Fuera del tribunal, desde las 17 se había montado un escenario para “celebrar el hecho histórico de que por primera vez Paraná tenga una condena por delitos de lesa humanidad”, explicaron militantes de HIJOS desde los micrófonos.
Sabrina Gullino, reconoció estar "sorprendida porque apostábamos a perpetua" para los secuestradores de su madre, Raquel Negro, y de su hermano mellizo, que continúa desaparecido tras el parto en el hospital militar de Paraná, en marzo de 1978.
"Igual estoy contenta de que se cierre esta parte", dijo al recalcar el valor del juicio que, sostuvo, "aportó no sólo la condena de los imputados, sino además el hecho de saber que el Melli está vivo y que tenemos herramientas para encontrarlo”.
Recalcó que el juicio permitió desterrar la hipótesis de su hermano mellizo muerto a las pocas de nacer, como dijeron algunas versiones.
Funcionarios, militantes sociales y familiares de víctimas de la causa, destacaron el fallo que condenó a los implicados y resaltaron la importancia "histórica" del juicio para la provincia de Entre Ríos.
El ministro de Gobierno de la provincia, Adán Bahl, aseguró que a partir del fallo "finalmente, la provincia ingresa en la senda de la justicia, la verdad y la memoria".
A su vez, el integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Iparraguirre, dijo que “es un triunfo del movimiento de derechos humanos la condena de los cuatro militares y del médico Zaccaría", imputados en la causa.
"Salió la verdad a la luz, así que para nosotros es una alegría enorme”, completó el dirigente.
La luchadora por los derechos humanos y hermana de un desparecido, María Luz Pierola, recordó por su parte que "hacía 30 años que veníamos peleando por esto".
"Vamos a ir por más", prometió antes de reconocer que "hemos logrado en Entre Ríos la condena de los genocidas, lo que no es poco", recalcó.
Tras la lectura del veredicto, la Mesa por Juicio y Castigo organizó un festival popular frente a los tribunales federales locales.
En el escenario, por donde pasaron varios artistas paranaenses, pudo verse a los Payasos Autoconvocados y la Murga la Memoriosa de la ciudad de Rosario, que acompañaron a una nutrida columna de rosarinos entre los que se encontraron integrantes del Espacio Juicio y Castigo y militantes de HIJOS de esta ciudad.
El evento culminó con un recital a cargo de las Actitud María Marta.
Datos de la causa
En la causa Hospital Militar se investigó a los seis imputados por el robo y la sustitución de identidad de los hijos mellizos de la pareja de los militantes montoneros desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en marzo de 1978 en el hospital militar de Paraná.
La melliza mujer, que fue dada en adopción y anotada como Sabrina Gullino luego de ser abandondana en un orfanato de Rosario, recuperó su identidad en 2008.
Mientras tanto el bebé varón continúa siendo buscado, a pesar de que el represor arrepentido, Eduardo Costanzo, afirmó que el chico está en el seno de la familia del militar Pablo Navone, quien se suicidó en Córdoba el día que debía declarar por esta causa en Paraná.
Foto: Nora Pastorini.