María Julia Bonifacio, al momento de recibir el codiciado diploma.
María Julia Bonifacio, al momento de recibir el codiciado diploma.

La concejala electa del PRO, Sofía Alarcón, fue finalmente sustituida por María Julia Bonifacio, luego de que la comisión de Poderes del Concejo Municipal resolviera aceptar su renuncia. De esta manera quedó excluido Marcelo Ayimén, según Bonifacio, el principal promotor del paso al costado de Alarcón.

Esta última se arrepintió e intentó hacer valer su derecho a la banca, aunque tarde. Para cuando su retractación ingresó a comisión, el dictamen ya era un hecho: "Aceptamos la renuncia de Alarcón, rechazamos el diploma de Ayimen y aprobamos el de Bonifacio”, dijo la radical Daniela León, a cargo de anunciarlo, además de advertir que “de no haber procedido de ese modo, se hubiera violado la ley de cupos”.

La comisión, que previamente había aceptado los diplomas de los otros 10 concejales electos, fundamentó la decisión al considerar que la renuncia de Alarcón consta en el certificado presentado por el propio Ayimen, enviado la semana pasada por el Tribunal Electoral provincial.

"Aprobamos la renuncia, tal como lo estipula el artículo 35 de la ley Orgánica de Municipios, y después lo que hicimos fue valorar quién ocuparía la banca, si un varón o una mujer; y resolvimos teniendo en cuenta varios antecedentes parlamentarios, jurispridencia, y tratados internacionales", explicó León.

La disputa en el PRO se desató cuando Alarcón, electa en julio pasado, manifestó su deseo de renunciar a la banca. Entonces comenzaron las negociaciones de quien le seguía en la lista, Marcelo Ayimen (Sindicato del Vidrio), y Bonifacio, que lo sucedía en la boleta.

Las fisuras quedaron al descubierto cuando Alarcón se presentó este lunes en el Concejo con la intención de reconsiderar su renuncia y exigir la banca. Pero Poderes ya había cerrado su dictamen y resuelto que Bonifacio ocuparía su lugar.

Como saldo del escándalo, el PRO perdió un poco más que credibilidad. El consenso en ese espacio quedó visiblemente debilitado. Baste como ejemplo que luego de haberse expresado en favor de Alarcón, la concejala Laura Weskamp votó el ingreso de Bonifacio, aunque a regañadientes. Y una vez que la joven juró el cargo, la blonda macrista sentada a su lado no conseguía disimular su disgusto.

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