Luego de las polémicas hipótesis que trascendieron en los matutinos locales sobre la masacre de barrio Moreno, en la que fueron asesinados a balazos tres jóvenes militantes, a la desmentida realizada por el Frente Popular Darío Santillan y la Juventud Kirchnerista se sumó el repudio de concejales del FPV. “Este caso sirve de ejemplo para dar cuenta de una problématica que el socialismo ‒provincial y municipal‒ lleva años sin resolver”, dijo la concejala Norma López en diálogo con Redacción Rosario. “Estigmatizan a la juventud y la pobreza para no responsabilizarse ante la falta de políticas públicas en materia de seguridad al no aportar transparencia en el desempeño mismo de la policía en los barrios», señaló la edila.

Los concejales del Frente para la Victoria, Norma López y Roberto Sukerman manifestaron que “el socialismo hace un reduccionismo” de los hechos de violencia ocurridos en Rosario donde cinco jóvenes en distintos episodios, fueron asesinados el fin de semana pasado. “El asesinato de tres jóvenes en Villa Moreno, el de un chico de 15 años en Necochea y Doctor Riva y el de Empalme Graneros son hechos donde se manifiesta la inacción de los gobiernos en cuanto a políticas concretas de contención, seguridad y estupefacientes¨, apuntó el abogado constitucionalista y concejal Roberto Sukerman.

Asimísmo el concejal añadió: ¨Se establece una lógica inexacta que patrocina el ojo por ojo y presenta una masacre de jóvenes como meras venganzas. La falta de políticas específicas para los barrios, de presencia policial para prevenir el delito y de acciones concretas para la lucha contra el tráfico de drogas, se hacen evidentes en un estado que sólo parece invertir en las zonas céntricas y deja abandonados a los barrios¨.

Por su parte Norma López después de cuestionar “la falta de ingerencia del gobierno provincial en las asociaciones ilícitas entre barras, narcos y la policía que tiene en vilo a los barrios populares”, indicó que la situación de los jóvenes asesinados en Villa Moreno agrega otro condimento. “Se trata de referentes sociales juveniles. Es decir, los jóvenes tienen valores. Deben dejar de convertirlos en victimarios y darles oportunidad de desarrollo y equidad”, afirmó López.

Los hechos

En la madrugada del 1º de enero tres jóvenes fueron asesinados a balazos en el barrio Moreno sin que mediara ningún enfrentamiento. Los chicos, Jeremías Jonathan Jeri Trasante, de 17, Claudio Damián Mono Suárez, de 19 y Adrián Leonel Patón Rodríguez, de 21. Según las primeras versiones policiales los asesinos creían estar vengándose del ataque contra uno de los jefes de la barra brava de Newells, Maximiliano El Hijo del Quemado Rodríguez. Pero con el correr de las horas, compañeros de militancia de los jóvenes acribillados aclararon que estos no tenían nada que ver con ese hecho. Los tres fusilados habían pasado toda la noche en la canchita de Quintana y Dorrego, cuando pasadas las 4, de un auto verde se bajaron tres hombres armados que preguntaban por Ezequiel El Negro Villalba, un barra que vive a una cuadra de donde fue la balacera.

Cada uno tenía entre cinco y ocho balas en sus cuerpos. Según fuentes policiales los disparos fueron de 9 milímetros y también de pistola ametralladora. Los tres pibes eran del barrio y militaban desde hace dos años en el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), uno de ellos, el Patón militaba también desde hacía cinco años en la agrupación territorial kirchnerista Movimiento Social por los Barrios.

Por su parte el FPDS emitió un comunicado para desmentir las primeras hipótesis que hicieron circular los matutinos que se basaron sólo en fuentes policiales. En el escrito el movimiento afirmó que no hubo “ningún ajuste de cuentas, ninguna venganza por un atentado previo; masacraron a tres pibes de familia, tres compañeros de nuestro movimiento que se empeñaban todos los días en llevar adelante proyectos comunitarios que incluían a la juventud del barrio”.

En tanto Aldo Villalba, referente del Movimiento Social por los Barrios recordó al Patón Rodríguez como “un militante social desde muy pibe, hace cinco años que trabajaba con nosotros, colaborando en la copa de leche de su barrio y ayudando en otros barrios. Era uno de los referentes de la Juventud Kirchnerista, organización que nuclea justamente a pibes que voluntariamente tenían ganas de ayudar a otros. Adrián dejaba muchas horas militando para construir una sociedad mas justa”.

Para Villalba, el Patón «era un pibe honesto, un militante con todas las letras, sin ningún antecedente policial, al que todos lo veían en la copa de leche o colaborando con la campaña de Agustín Rossi y de Cristina, tuvo la mala suerte de estar en el peor lugar en el peor momento, pero era el lugar donde los chicos se juntaban a recibir el año, en un club de fútbol infantil ni mas ni menos».

La versión policial

A pocas horas de ocurrido el crimen, La Capital daba cuenta de parte de la versión policial y señalaba que “el triple homicidio entremezcla a personajes de la barra brava de Newells y habría sido en represalia de un hecho previo, ocurrido media hora antes, en la que un joven fue rociado a balazos en su auto BMW en el que iba junto a su novia”. Este joven sería Maximiliano Rodríguez, conocido como el hijo del Quemado ‒apodo de su padre‒.

El matutino local hablaba incluso de otras dos personas investigadas, ligadas a la barra leprosa. Uno sería Ariel Sebastián Acosta, alias Teletubi, investigado por el atentado a un micro de hinchas rojinegros donde murió Walter Cáceres. El tercero de los investigados por este hecho es Damián Martínez, a quien le allanaron su casa y encontraron un chaleco antibalas.

Según la nota de la sección policial de La Capital, el jefe de la Unidad Regional II, Néstor Arismendi, había advertido una extraña maniobra que complicaría a un oficial de su fuerza: Arismendi habría detectado la situación cuando fue en persona ‒siempre según el relato de los periodistas‒ al Heca, “a averiguar si allí había heridos que pudieran dar una pista sobre el triple homicidio”.

El artículo periodístico apuntó que en el Heca, el jefe de policía notó, que una joven conversaba con un policía, y que luego, cuando se halló el BMW baleado adentro había un currículum de Sofía L. La policía la localizó y así supo que la chica era la novia de Maxi Rodríguez, que éste había sido baleado y estaba en el Heca.

“Fue allí cuando Arismendi, al verla, recordó que esa joven era a quien él había visto un rato antes en el Heca conversando con un policía. El policía era el mismo que dijo que no había heridos de bala registrados. Sin embargo Sofía decía que su novio Maxi estaba en el Heca”, consiga la nota de La Capital.

«Este policía nunca dio ingreso en el Heca a Rodríguez. Fue un grave acto de ocultamiento. Ya se averiguará por qué lo hizo», confesó con posterioridad el jefe de policía provincial, Hugo Tognoli.

 

La respuesta oficial

El secretario de Seguridad Comunitaria, Ángel Ruani, informó que el efectivo policial de apellido Marín, sindicado como el responsable de ocultar a sus superiores que Rodríguez estaba en el Heca, “fue pasado a disponibilidad, imputado porque no avisó a su jefatura que había un herido en el HECA que tenía algo que ver con los muertos. Por eso se tardó varias horas en saber qué pasaba”.

«Primero se produjo la agresión contra Rodríguez, que acusó a Villalba y por eso habrían ido a buscarlo. Podría haber habido más muertos, uno se salvó corriendo. Después siguieron tirando, hay tres mujeres heridas, una de ellas embarazada. Fueron a buscar a un tipo para matar y le dispararon a cualquiera, tiraron a mansalva», detalló el funcionario.

Ruani relató que esa noche estuvo de recorrida por las calles rosarinas hasta altas horas. “Estuve hasta las 12 recorriendo la ciudad ‒aseguró el funcionario‒, tratando de ver el accionar policial, de verificar el patrullaje, pase dos veces por esa esquina, la última una hora y media antes de los asesinatos. A las 5 hicimos base. Recién al mediodía supimos que Maximiliano Rodríguez estaba en el mismo hospital donde entraron los chicos asesinados. Nos vamos enterando ahora de la ligazón de los muertos con el Frente Popular Darío Santillán, a quienes hemos invitado a que vengan a hablar con el ministro de Seguridad Leandro Cort.

Fuentes:  Marcha, Rosario 12
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