Los simuladores permiten entrenar a pilotos de helicópteros como el BO-105.
Los simuladores permiten entrenar a pilotos de helicópteros como el BO-105.

Los pilotos argentinos de pequeñas aeronaves ya no se verán obligados a viajar al exterior para entrenarse, porque ahora tienen la opción de un centro de instrucción en La Matanza, con tecnología nacional y homologado por las autoridades federales.

El vuelco en la situación se produjo a partir de que una empresa nacional, Simuladores Hornero, desarrollara la tecnología y que, junto con la Universidad Nacional de La Matanza (Unlam), montara el centro de entrenamiento homologado por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac).

La firma comenzó a desarrollar estos equipos hace una década y sigue siendo la única en el país en su rubro, aseguró su gerente, Adrián Zaccagnino.

Se trata de una herramienta fundamental de aprendizaje y entrenamiento de los pilotos, porque les permite experimentar situaciones del vuelo real, sin estar en el aire.

Pueden reproducir todo tipo de escenarios y de fallas, lo que prepara a los pilotos para afrontar un entrenamiento completo desde una cabina idéntica a la real.

Entre los desarrollos de esta empresa argentina, se destacan los simuladores de vuelo del avión Cessna C-172, una aeronave genérica de tipo monomotor a pistón, y el Hornero H-2, un helicóptero bimotor, que representa un Eurocopter BO-105.

«En el país hay un gran número de Eurocopter BO-105, una aeronave muy utilizada por la Policía Federal, la Policía de la Provincia de Buenos Aires y fuerzas de otras provincias», explicó Zaccagnino a la agencia de noticias Télam.

Destacó que este equipo «es el primero que hay en Latinoamérica de este modelo; de hecho, también es el primero que hay en la región de un helicóptero bimotor».

Actualmente la compañía alista también el simulador del Air Tractor, una aeronave de dos funciones, pues «se puede utilizar como fumigador de campos o como aeronave bombero».

Informó que «el del Air Tractor sería el segundo simulador de su tipo en el mundo; el otro está en Estados Unidos, en la fábrica del avión, donde desarrollaron su propio simulador».

“Tenemos casi el 90% del simulador terminado y ya se están haciendo las primeras pruebas de vuelo, aunque aún falta ajustar algunas cuestiones de visión para ponerlo en funcionamiento definitivo”, afirmó Zaccagnino.

El ejecutivo indicó que éste es un trabajo de largo aliento en el que participan muchos profesionales de diversas áreas, bajo la supervisión casi permanente de la Anac.

“Para fabricar un simulador, antes de comenzar con las tareas, debemos informarle a la Anac lo que vamos a hacer. Así, se inician los trámites y cada cierto tiempo tenemos que hacer presentaciones y mostrar a los inspectores la evolución del nuevo modelo», detalló.

Aseguró que la empresa construye sus equipos «en función de las pautas de la autoridad y, justamente, por eso todos nuestros equipos están homologados. Sin homologación el simulador no sirve de nada, es como si fuera un juguete muy caro”.

Zaccagnino dijo que al principio, cada proyecto llevaba años, pero «ahora ya tenemos el `know how` (saber cómo hacerlo) y, en general, también tenemos todo el desarrollo de las radios, la visión, el instrumental y los comandos».

«Nosotros desarrollamos absolutamente todo, desde el software con el que funciona el simulador, hasta el instrumental y los controles», afirmó.

Admitió que a veces puede ser necesario comprar alguna pieza a las empresas que fabrican la aeronave, pero en esos casos «los costos del simulador crecen exponencialmente porque todos los repuestos aeronáuticos son muy caros».

“Por eso, tratamos de hacer todo nosotros o lo replicamos”, aclaró.

Actualmente, los simuladores Cessna C- 172 y Hornero H-2 equipan el Centro de Instrucción de Vuelo de la Universidad Nacional de La Matanza (Unlam), que si bien está dirigido a los aspirantes a las licencias de piloto profesional, es accesible para cualquier persona que desee experimentar la sensación de volar.

“Está abierto para toda la comunidad y, a lo largo de este año vamos a sumar tres simuladores más porque la idea es crear un Polo Tecnológico dedicado a la aeronáutica, con especial énfasis en los simuladores de vuelo”, dijo entusiasmado.

Fuente: Télam
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