La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), arrancó este jueves con un paro nacional en reclamo de una “merecida recomposición salarial». Desde la entidad, aseguraron que la medida de fuerza no es contra el gobierno, sino “contra los empresarios sinvergüenzas”.
«El egoísmo de las grandes multinacionales, como Aluar y Techint, están jorobando la paz social del trabajo. No hay otra razón», remarcó el secretario adjunto de la UOM, Juan Belén, para quien son los empresarios quienes se niegan a otorgar el aumento del 22 por ciento que exige el gremio, además de la continuidad de una suma no remunerativa de 300 pesos, que cobraron en enero, febrero y marzo.
La medida de fuerza de 24 horas fue apoyada por unanimidad durante un plenario al que concurrieron los 52 secretarios generales de las seccionales el martes pasado en la sede metalúrgica de Villa Lugano. Allí se dispuso, aparte del cese de actividades de este jueves, la realización desde el lunes 14 y hasta el viernes 18 de mayo, «de paros de una hora por cada hora de trabajo».
El titular de los metalúrgicos, Antonio Caló advirtió que de persistir “la negativa empresaria a otorgar a los trabajadores metalúrgicos un salario digno, a partir del lunes 21 profundizaremos las medidas de fuerza con abandono de tareas y movilizaciones en todo el país».
En tanto, el secretario administrativo de la seccional Rosario, Antonio Donelo, admitió no querer que se profundice el conflicto y tener que hacer uso de la medida de fuerza pautada para el lunes próximo donde se cortará la cadena productiva cada una hora. Asimismo, indicó este jueves la totalidad de los establecimientos metalúrgicos frenaron sus labores: “son 16 mil trabajadores en el Gran Rosario» que están de paro.
Finalmente, el segundo de la UOM, Belén, insistió en escindir al Gobierno nacional de la decisión de la jornada: “Nosotros apoyamos incondicionalmente las políticas que desarrolla desde el 2003 hasta ahora. Nunca tuvieron tanta plenitud las leyes de justicia social como con esta gestión. No vamos a hacer nada contra el Gobierno, sino contra estos (los empresarios) que quieren imponer las políticas en materia salarial».
«No estamos pidiendo nada del otro mundo: el costo alimentario está superando todos los porcentajes. El 60 por ciento del salario nuestro va destinado a la canasta alimentaria», concluyó el sindicalista, quien acusó a las firmas multinacionales de «manipular la inflación” con el propósito de «crear un clima de bronca contra un gobierno que defiende los intereses del pueblo”.
Fuentes: Télam, La Capital, Página 12.
