Este viernes se realizará en Entre Ríos el segundo seminario de “Restauración sexual” que procura curar la homosexualidad. Desde el INADI y la FALGBT expresaron su repudio. Esteban Paulón, titular de la Federación, condenó “este tipo de lavado de cerebro”.
Bajo el título “Restauración Emocional, Relacional y Sexual. Compasión y esperanza para los quebrantados”, la segunda edición de este seminario –que ya tuvo su debut en el país en Córdoba- contará con la presencia de los directores del Ministerio Restauración Argentina: Mauricio y Daniela Montion, y dos miembros de su «equipo ministerial», Claudia Di Liddo y Julio Adi. Comenzando este viernes y hasta el domingo, el controversial encuentro se abocará a presentar tratamientos para “curar la homosexualidad” en el Centro Familiar Cristiano de la vecina localidad de Paraná (Gualeguaychú 960).
María de los Ángeles González, una de las organizadoras del evento, manifestó que la homosexualidad es “un desborde cristiano, es un quebranto por algo que nos sucedió de chicos, por cosas que nos marcaron: Abusos, violaciones, maltratos, palabras ofensivas, matrimonios que esperaban varones y concibieron niñas entonces los vestían como niñas”.
“Ahí empiezan los problemas, las dudas. De lo contrario no habría homosexuales”, sentenció y explicó que la “restauración es el proceso de salir de un estado que no está bien” para el cual “uno tiene que tener determinación”. “Hay que hacer cambios radicales -continuó-. Por ejemplo, alejarse del círculo de amistades porque es como si a un alcohólico le dejás una botella cerca. Generás tentación”, y adelantó cómo serán las jornadas de esta “cruzada cristina contra la homosexualidad”: se oirán disertaciones de «personas vinculadas a la fe» y testimonios de «restaurados», como así también se llevarán adelante talleres coordinados por «especialistas».
El rechazo a tal grotesca propuesta no se hizo esperar: más de 46.000 miembros de All Out en el mundo y la Federación Argentina LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) reclamaron a las autoridades nacionales la prohibición de este tipo de “negocios devenidos en falsas terapias” antes de que “terminen instalándose en el país”.
“Hoy tenemos una oportunidad única para poner fin a estas prácticas peligrosas”, ponderó Alan Banks, titular de la organización mundial que lucha por “un mundo donde todos podamos vivir libremente y abrazar quiénes somos”.
«Este tipo de lavado de cerebro ha sido cuestionado por la Organización Panamericana de la Salud y las principales Asociaciones y Colegios Profesionales en distintas partes del mundo”, dijo Paulón y recordó que “en nuestro país esta discusión ha sido ampliamente discutida y saldada en el contexto de Matrimonio Igualitario, la ley de identidad de Género y la ley de Salud mental”, pero que de todos modos, “el Estado argentino debe tomar posición al respecto rápidamente y asegurarse de que estos seminarios no se cobren más víctimas”.
Anticipó, asimismo, que desde la Federación “no descartamos acciones penales por ejercicio ilegal de la medicina”.
En tanto que para Leonardo Gorbacz, diputado nacional y psicólogo, “la ley de salud mental –de su autoría- es clara respecto a que ni la orientación ni la identidad sexual pueden ser considerados enfermedades, por lo tanto es ilegal cualquier oferta de cura, se llame como se llame”, y llamó la atención sobre el peligro de tales tratamientos: “No son inocuos, son muy dañinos para la salud mental individual y colectiva. Individual, porque fuerzan modificaciones subjetivas imposibles e innecesarias que generan culpabilidad y sufrimiento, y además profundizan procesos colectivos de prejuicios y discriminación que en nuestro país afortunadamente están en franco retroceso, con el fuerte apoyo de nuestro gobierno que es líder en el mundo en materia de derechos humanos y respeto a la diversidad sexual”.
Finalmente, desde el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) lanzaron un comunicado rechazando “los intentos por patologizar a lesbianas, gays y trans (que) vulneran de manera irreparable el principio de autodeterminación de las personas».
«Establecer como premisa que una persona debe tener una preferencia sexual determinada y no otra, atenta contra la igualdad que nuestro país ha conquistado en los últimos años, principalmente con la sanción de las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género», se explaya el documento.
El antecedente más reciente de este tipo de conferencias en la Argentina, data de junio de 2009.
La “cura”
Aguas Vivas es uno de los grupos que vende la “cura a la homosexualidad” a todo aquel dispuesto a pagar por ella 1200 dólares, aunque el mes pasado, su principal promotor admitiera la ineficacia de la misma.
Otro grupo, denominado Exodus, también reconoció la inutilidad y el peligro de estos «tratamientos», pero aún así continúan promoviendo sus discursos homofóbicos en todo el orbe, en los cuales invierte grandes cantidades de dinero.
Fuente: Télam, La Nación, Uno.
