La muerte digna, para el cura Bressanelli, es «una muerte atroz».

La iglesia católica se entrometió en el debate sobre muerte digna a través de una carta en la que el obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli,  se opone a que a Marcelo Diez, que lleva 18 años en estado vegetativo, se le retire el soporte vital.

Bressanelli, mediante una misiva que tituló «Derecho a una asistencia básica» sostuvo que quitarle la asistencia terapéutica que hoy mantiene con vida a Marcelo Diez es condenarlo “a una muerte atroz» y que «configuraría una eutanasia por omisión y un delito de abandono de persona».

Diez, el 23 de octubre de 1994, se dirigía a un asado en moto y en el camino sufrió un accidente de tránsito del cual nunca pudo reponerse. Luego de 14 años y de haber fallecido sus padres, su familia solicitó que lo dejen morir dignamente.

Al respecto, su hermana, Adriana Diez, hoy a cargo de Marcelo junto a otra hermana, sostuvo que la solicitud para retirarle el soporte vital data de cuatro años atrás: «Marcelo es solamente hoy una persona que respira, no tiene ningún grado de conciencia y eso está avalado. Hay certificados tanto de bioética como médicos». Además, agregó que su hermano se encuentra en estado irreversible y «hoy tiene infecciones recurrentes».

Debido a que el caso de Marcelo es anterior a la ley de Muerte Digna, que habilita a rechazar los tratamientos que prolonguen artificialmente la vida con el consentimiento o bien del paciente o por sus familiares, aprobada en mayo de 2012, Adriana aclaró que como hace cuatro años «no existía la ley» ellos recurrieron a «la Justicia de Neuquén». Esta decisión fue tomada luego de que recibieran una negativa de la institución en la cual se encuentra el paciente al pedido «de retiro de soporte vital».

«En la primera instancia concurrimos a los Juzgados de Neuquén y fuimos rechazados. Lo mismo ocurrió con la Cámara de Apelaciones. Ante esta situación continuamos apelando y estamos en este momento la sentencia del Tribunal Superior de la Provincia de Neuquén», contó la hermana.

Por su parte, el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, José Gerez, emitió en julio de este año un dictamen que no es vinculante, pero puede ser o no tomado en cuenta para una definición de la Justicia, donde afirmó que Marcelo Diez «está desahuciado en situación terminal, alimentado e hidratado artificialmente y en ese contexto y de acuerdo a la nueva normativa de muerte digna debería dejar de ser asistido con procedimientos antibióticos e hidratación».

En referencia a la carta enviada por el obispo de la ciudad sureña, Adriana Diez, dijo: «Leí declaraciones que me llegaron por Internet. No vamos a debatir con ninguna Institución Religiosa. Creemos firmemente que nos asiste el derecho moral y ético sobre nuestro hermano Marcelo, quien nunca hubiera querido esto. Es una situación que no es deseable para nadie. Nosotras estamos convencidas de que a Marcelo le hubiera gustado partir».

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