Concluyó este jueves en Rosario el 3° Congreso Nacional e Internacional de Agrobiotecnología, Propiedad Intelectual y Políticas Públicas. Ley de semillas, producción de alimentos, soberanía y seguridad alimentaria, fueron algunos de los temas debatidos en Rectorado de la UNR.
Realizado en la sede del Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario, el congreso se desarrolló durante los días 23, 24 y 25 del corriente. En las jornadas participaron y debatieron más de 300 acreditados entre investigadores, funcionarios, estudiantes, profesionales y productores de todo el país.
Durante la jornada de la mañana se contó –entre otras– con la exposición de la ingeniera agrónoma Claudia Marcela Paredes de la Cátedra de Mejoramiento Genético Vegetal de la Universidad Nacional de Jujuy, quien disertó sobre una experiencia de selección genética participativa como una herramienta estratégica para la conservación in situ de germoplasma en Jujuy.
Por su parte Mauricio José Alvarez Tafur, (MPI-FLACSO), realizó un análisis sobre las consecuencias del Tratado de Libre Comercio de Colombia con Estados Unidos en materia de Acceso de Recursos Genéticos”. Y Mariana Siniscalchi (MPI-FLACSO), se refirió a las “limitaciones de la registrabilidad marcaria de productos agropecuarios como medios de protección al consumidor”.
Por la tarde, se destacaron las disertaciones de Javier Palatnik del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) CONICET-UNR quién expuso sobre las “nuevas alternativas para la Agricultura: Plantas con mayor biomasa y tolerancia a sequía”. María Victoria Busi, del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI -CONICET-UNR), disertó sobre “estrategias biotecnológicas para la producción de Biocombustibles”.
En la conferencia de cierre, Rafael Pérez Miranda de la Universidad Autónoma Metropolitana y Universidad Nacional Autónoma de México se refirió a la “propiedad intelectual y prácticas monopólicas”. En su exposición expresó que una nueva legislación regulatoria sobre semillas debe resguardar el “uso propio” para los productores. Al respecto, señaló como ejemplo la normativa de la Unión Europea que resguarda el “uso propio de las semillas” a favor de los productores.
En este sentido, aseguró que “no se puede pensar que el uso propio es una limosna que se le entrega al pequeño productor sino que es un derecho que debe ser reconocido al agricultor”.
Por último, con relación al desarrollo de las economías regionales sostuvo que una nueva legislación de semillas debe resguardar la diversidad genética presente en las distintas regiones del país, en su mayoría correspondientes a pequeñas unidades de producción destinadas a la producción de alimentos y que contribuyen a garantizar la soberanía y seguridad alimentaria.
